Las huellas del lince en Asturias están borrosas para los científicos.
Ahora sabemos, por el hallazgo de un esqueleto en una sima del macizo de
Ubiña, en Quirós, que aquí vivió el lince boreal hasta hace algunos
siglos (la datación de los restos está pendiente y aún no se puede
acotar un intervalo temporal preciso, pero el estado de los huesos
apunta a un tiempo reciente). Este descubrimiento viene a respaldar la
tesis de que los linces que sobrevivieron en nuestros montes hasta
finales del siglo XIX o principios del XX eran linces boreales,
pertenecientes a la misma especie que habita en la actualidad en
Centroeuropa, Escandinavia, Siberia y Asia central.
«La primera vez que se planteó seriamente la presencia de
linces en Asturias fue en un artículo que preparamos Víctor Vázquez y yo
en 1984 para la revista "Acta Biológica Montana". Hasta entonces se
conocían sólo algunos datos antiguos y se creían erróneos. Revisamos
toda la información, la ordenamos y vimos que era verosímil. Y no sólo
eso. Me resulta especialmente interesante el hecho de que la gente
hablase de algo que no conocía, ya que no existía el sesgo que hay
ahora, cuando todo el mundo tiene idea de lo que es un lince. Por
ejemplo, un informador del "Diccionario Histórico" de Martínez Marina
(1792-1805) discrimina entre los lobos vaqueros y los cervales
(linces)», comenta. Hasta ese momento también se daba por sentado
que los linces del área cantábrica habrían sido linces ibéricos,
pertenecientes a la especie endémica de la península Ibérica, catalogada
actualmente «en peligro crítico de extinción» y considerada como el
felino más amenazado del mundo. El biólogo Miguel Delibes, experto en
este carnívoro, les dio otra perspectiva. «Nos comentó que se le hacía
raro el lince ibérico en Asturias porque está muy ligado al conejo, que
nunca hubo aquí ni en el resto del Cantábrico».
Las pruebas
arqueozoológicas halladas hasta ahora sustentan la hipótesis de que
todos los linces al norte de la cordillera fueron boreales («al sur,
quién sabe», matiza Nores). «Todos los esqueletos completos fósiles o
subfósiles hallados en el País Vasco y en Cantabria (en los yacimientos
de Pagolusieta, en Álava, Santimamiñe, en Vizcaya, y en el cántabro de
Rascaño) son de lince boreal. La primera constatación de la presencia de
esta especie en Asturias fue un cráneo hallado en la sierra del Sueve
en los años noventa, pero no está datado. Sin duda es holoceno, pero no
sabemos si de hace unos cientos o unos miles de años. El esqueleto
encontrado en Ubiña también es reciente, su datación nos dirá cuánto. Si
tuviese 200 o 300 años sería la constatación de que el lobo cerval de
la literatura era el lince boreal. Con respecto a los restos de lince
ibérico (identificados en Asturias por el destacado paleontólogo y
arqueólogo guipuzcoano Jesús Altuna en Tito Bustillo), son siempre
fragmentos y me inclino a creer que en esos casos se determinó el género
y se asignó la especie por proximidad geográfica», opina Nores, quien
también cuestiona que se identifique el lobo cerval con el lince ibérico
por su pelaje manchado, «muy parecido al tigre en los colores», según
lo describe un informador de Martínez Marina. «En Grecia existía un
morfotipo (variedad) de lince boreal con las manchas muy marcadas y se
pensó que sería lince ibérico, pero se demostró mediante análisis
genéticos que era boreal», explica. Un caso parecido es el de las
poblaciones de los Cárpatos, de linces muy moteados. «Es posible que los
linces boreales cantábricos fuesen mucho más manchados que los del
norte de Europa, donde, por la abundancia de nieve, resulta más
ventajoso un pelaje menos manchado».
|
El ultimo Lince. Propiedad de su
alteza Real Felipe VI. Este cuadro de un Lince ibérico me fue encargado por la
Fundación Marcelino Botín para el Rey Felipe VI. Quería representar un mensaje
de esperanza para el Lince ibérico, altivo, subiendo, salpicado de luz. Manuel
Sosa © 2003. Más información en: M. Sosa, Pintura y Naturaleza |
La revelación por parte del
FAPAS de la existencia de un lince disecado que, además, se asigna a la
especie ibérica quizá obligue a replantear la cuestión. En cualquier
caso, extiende hasta mediados del siglo XX las pruebas de la pervivencia
del felino en nuestros montes. Las citas bibliográficas sugieren que
aún era común en la transición del siglo XVIII al XIX, ya que el
«Diccionario Histórico» de Martínez Marina lo menciona en 12 municipios:
Santa Eulalia de Oscos, Cangas del Narcea, Somiedo, Quirós, Proaza,
Santo Adriano, Morcín, Lena, Langreo, Parres, Caso y Llanes, y en la
referencia al primero de ellos se dice que «hay gran número» de estos
animales. Cuatro décadas después, el «Diccionario
Geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar»
de Madoz (1848) hace referencia al lince sólo en Morcín, y en 1859
Pascual Pastor y López lo omite en la primera síntesis faunística de la
región. El contraste entre la información que suministran esas tres
obras parece reflejar un acentuado declive de la especie a lo largo de
la primera mitad del siglo XIX. Los testimonios recogidos en la
bibliografía alcanzan aún a las primeras décadas del siglo XX. Villalaín
menciona una captura en Corvera en 1922, en su «Topografía médica» del
concejo, y Jove y Canella citan en 1932 su presencia en Sobrescobio, en
una obra de la misma naturaleza.
|
El
lince boreal, europeo, eurasiático o común (Lynx lynx). Saber más: |
Nores y Vázquez investigaron la primera
referencia y dieron con el cazador, el «señor Alberca», quien les
describió un animal «con rayas y pintas» y localizó el lance en los
montes limítrofes con Castrillón. Según su relato, identificó de
inmediato a su presa como un lince, que conocía de verlo en
ilustraciones; dados los daños que provocaron los disparos, no lo
disecó. Tampoco le tomó fotografías. Se llega así a los
testimonios orales, a las supuestas observaciones de las últimas
décadas. Existen entre ellas varias noticias de capturas: uno muerto en
los años treinta por un vecino de Lindes (Quirós), otro cazado en
Cudillero en 1934, un tercero disecado en Riospaso (Lena), en fecha
anterior a los años ochenta, y un cuarto cazado en Cecos (Ibias) hacia
los años setenta y cuya piel fue vendida. Ninguno de esos ejemplares ha
dejado rastro, lo mismo que los supuestos linces atropellados en el
Connio y La Cobertoria. Con respecto a las observaciones, la más
conocida y fidedigna es la del biólogo estadounidense Tony Clevenger,
quien, recién llegado a España (para participar en unos trabajos sobre
el oso pardo), avistó, en septiembre de 1985, un lince en el límite
entre Lugo y León, cerca de la localidad de Castillo de Doiras y de los
territorios del suroccidente asturiano (Cangas del Narcea e Ibias) donde
constan varias referencias del felino. La zona de esa observación, rica
en conejo -presa básica del lince ibérico-, está próxima, además, al
lugar donde, en 1967, se encontró un ejemplar muerto. La cita se
atribuyó a un lince ibérico, según exponen Miguel Delibes y Alejandro
Rodríguez en su monografía sobre esta especie.
De esa misma década datan
las referencias recogidas por el Fondo para la Protección de los
Animales Salvajes (FAPAS) en la sierra del Cuera, hacia 1980 y en 1983, y
en el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, en 1981, así como
otras cuatro aportadas por Juan Carlos del Campo y Gregorio González en
ese último espacio protegido, que incluyen la noticia de un ejemplar
muerto, aparentemente despeñado, y otra señalada en Amieva por Delibes.
Con anterioridad, en los años setenta, Eduardo Tigo recopiló testimonios
orales sobre la presencia del lobo cerval en Cangas del Narcea. En los
últimos años abundan las citas en el entorno de la sierra del Aramo y en
Quirós. El zoólogo Carlos Nores llama la atención sobre el hecho
de que muchos observadores coinciden en la descripción de la actitud
del lince al toparse con ellos: «dicen que se para, los mira con cierto
descaro y luego se va caminando tranquilamente». Todos esos testimonios,
debidos a personas con muy diversa cualificación (desde biólogos a
pastores, pasando por guardas y alimañeros) plantean una gran incógnita:
¿por qué no hay evidencias? Los linces se mueven habitualmente por
caminos y sendas y en ellos dejan sus huellas y sus excrementos (estos
últimos actúan como marcas territoriales). El caso es que nunca se han
hallado rastros atribuibles con seguridad al lince, lo que se une a la
desaparición de todos los cadáveres de los linces cazados y atropellados
en las últimas décadas, hecha la excepción del localizado en Llanes por
el FAPAS. «El enigma del lince en Asturias se mantiene», sentencia
Nores.
Una presencia enigmática en todo el norte peninsular
|
Lobo Cerval (Lynx pardellus). Autor desconocido. Enciclopedia de Ciencias Naturales. Foto Archivo. |
Las
huellas del lince no sólo aparecen en Asturias; también en el resto del
Cantábrico y en Galicia ha dejado rastro, igualmente misterioso. La
cita más antigua en la comunidad gallega data de 1760 y se refiere a la
localidad orensana de Verín; un siglo después, en 1863, López Seoane lo
menciona en el municipio de Lalín y en los montes de San Pedro de
Orozco, en Pontevedra, y en Villalba y la sierra del Caurel, en Lugo.
Más reciente es una piel muy estropeada que Eduardo Trigo aseguró haber
visto en los años setenta del siglo XX y que correspondería a un
ejemplar cazado en las sierras portuguesas de Gerés y Jurés, cerca de la
frontera con Orense. Este mismo autor da noticia de la caza de un
ejemplar viejo, en 1975, en la sierra del Caurel. A su vez, Miguel
Delibes y Alejandro Rodríguez citan otro individuo cazado, hacia 1965,
en la vertiente gallega de la sierra de Loronco. La famosa cita de Tony
Clevenger de 1985 constituye la referencia más reciente de lince en la
comunidad vecina. Nores y Vázquez recopilaron en 1984 numerosas
referencias bibliográficas sobre la presencia de linces en el País Vasco
y en Navarra, las más antiguas del último tercio del siglo XVIII,
debidas a Bowles y Seminario, y localizadas en la comarca vizcaína de
Las Encartaciones y en las localidades guipuzcoanas de Idiazabal,
Lizarza y Oyarzun.
|
Lince boreal o eurasiático . Entre
las especies de linces, es el más grande de estos felinos, tiene un bello
pelaje, su nombre se debe a la principal zona de localización. EcuRed |
A principios del siglo XIX, Seminario recoge una
cita, de 1820, en Lizarza, y en 1880 Brehm cita la presencia de linces
en las «provincias vascas», sin especificar más. Eduardo Trigo sitúa la
última captura de un lince en Navarra en 1936, unos 15 kilómetros al sur
de Pamplona, en una zona donde se tienen noticias de otros linces
cazados en fechas previas muy cercanas. López de Guereñu, en su obra «La
caza en la montaña alavesa», de 1957, dedica una entrada al «Gato
cerval, lince o tigre» en la que relaciona varias capturas contra
recompensa de los ayuntamientos entre finales del siglo XVI y principios
del XIX; las últimas se localizan en el límite entre Álava y Navarra.
Ya en el siglo XX, en 1964, existe una supuesta observación en el macizo
navarro de Gorramendi. Al sur de la cordillera Cantábrica, el
lince o «lubicán» ocupó la sierra zamorana de La Culebra hasta bien
entrado el siglo XX, según informaciones recogidas de cazadores por
Eduardo Trigo. Delibes y Rodríguez hacen referencia a alguna captura en
cepo hacia 1950. Se repiten las citas en La Culebra, por boca de otros
autores, aunque sin fechas ni fiabilidad, y en la comarca de Sanabria,
hasta los años sesenta. Igualmente, se conocen diversas referencias en
el norte de León, Palencia y Burgos, de mediados del siglo XX, pero
también resultan poco fidedignas. El caso cantábrico se repite en
los Pirineos, donde se tiene constancia que hubo linces boreales hasta
principios del siglo XX y en cuya vertiente catalana se han registrado
varias supuestas observaciones recientes, principalmente a partir de los
años noventa.
|
El hallazgo por el FAPAS de un ejemplar disecado, cazado en el Cuera (Llanes), en 1953 e identificado como ibérico, sucede al rescate, en Ubiña, del primer esqueleto reciente de la especie europea. La Imagen: Este es el ejemplar disecado que actualmente existe en una casa particular. Saber más..... La Nueva España. |
FUENTE: LUIS MARIO ARCE. Publicado por La Nueva España el 17-10-2012. Ver enlace. ________________________________________________________________________
ARTÍCULO RELACIONADO.
Artículo del Blog de Acebedo.
________________________________________________________________________
AUTORES.
Luis
Mario Arce. Nacido en
Oviedo, trabaja como periodista especializado en naturaleza y medio ambiente en
el diario asturiano “La Nueva España” y se dedica a la observación de aves
desde hace 37 años. Es socio de SEO/BirdLife desde 1982, coordinador del grupo
local SEO-Asturias y colabora como guía en los viajes internacionales que
organiza el equipo de Educación Ambiental y Voluntariado de SEO/BirdLife. Ha
publicado: “Aves de la España atlántica”, una guía de identificación escrita en
colaboración con Víctor M. Vázquez, también socio de SEO/BirdLife, e ilustrada
por Gonzalo Gil Madrera. Fuente: Blog SEO. ORG.
La
Nueva España es el
periódico más difundido en el Principado de Asturias y el noveno de información
general en España. Se define a sí mismo como un "diario
independiente de Asturias", de tendencia liberal moderada. Se publica en
Oviedo desde 1936 y es editado por la empresa Editorial Prensa Ibérica. La
redacción se encuentra en Oviedo y publica a diario seis ediciones locales que
cubren el Principado de Asturias: la general y las específicas para Oviedo,
Gijón, Avilés, las cuencas mineras, el Occidente y el Oriente de Asturias. Es
el más importante en cuanto a tirada según la OJD de todos los periódicos
asturianos: tuvo una difusión media de 57 396 ejemplares julio 2009/junio 2010
y de 91 626 durante los domingos del periodo julio 2006/junio 2007. Su director
es desde 2019 Gonzalo Martínez Peón, quién sucedió a Ángeles Rivero. (...). Saber más... WIKIPEDIA.
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.
“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada
imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que
se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se
ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo figurar o para borrarla si es su deseo,
porque es justo reconocer a los autores
Si te ha interesado esta entrada y quieres preguntar,
comentar o aportar algo al respecto, puedes dejar un comentario o escribir a mi
dirección de “correo del blog” con la seguridad de ser prontamente atendido.
¡¡¡Difunde “El blog de Acebedo” entre tus amistades!!!
Sígueme en:
© - Facebook - Roberto Cortina
© - Twitter - El blog de Acebedo
© - El Blog de Acebedo
© - Instagram - acebedo.mieres
Esta página se editó por
última vez el 04 de febrero de 2024 a las 10:30 horas.
Muy buena y extensa informacion. Ojala pronto cabalgue por el norte español de nuevo el lince, ya sea el boreal o el ibérico, me pregunto si se hibridarían.. Acabo de leer la publicación de unos antiguos manuscritos de 1800 del padre Mateo Suman sobre las Cinco Villas de Aragon y nombra al lobo cerval o lince en varias localidades pero en la segunda itad del siglo XX ha sido el lince también esquivo aunque siempre se aviva la esperanza con posibles avistamentos.
ResponderEliminarJorge Castiliscar