Francisco Cuervo y Valdés (1651-1714) fue un político español que gobernó Nuevo León, Coahuila (1698-1703), Texas (1698-1702) y Nuevo México (1704-1707). Como gobernador de Texas, promovió el establecimiento de misiones. Al llegar a Nuevo México encontró a los colonos y los indios pueblos siendo acosados por apaches y navajos. Fundó una serie de poblados entre los que destaca Albuquerque. (...). Saber más... WIKIPEDIA. |
Estatua
dedicada en Albuquerque a Francisco Cuervo y Valdés, a cuya inauguración
asistió Paz Fernández Felgueroso en 1988. El Comercio. |
La biografía publicada por el historiador americano Marc Simmons en 2003 tuvo que venir a arrojar luz a nivel internacional sobre una de las figuras más emblemáticas, y por ende desconocidas, de la presencia asturiana en tierras del Nuevo Mundo. Sin embargo, ya en Asturias, 20 años antes, se habían realizado estudios previos sobre tan interesante personaje gracias a los trabajos de Ovidio Casado y de Eloy Benito. Francisco Cuervo y Valdés, avezado militar al que la historiografía define como rebelde, curioso y enormemente inquieto, fue bautizado en la parroquia de Santa Eulalia de Llamero (pequeño pueblo asturiano de la zona de Candamo, muy cerca de Santa María de Grado), un 16 de junio de 1651. Nació Francisco en el seno de una familia nobiliaria cuyo padre Alonso Cuervo era natural de la zona de Candamo, mientras su madre, Ana Suárez de Valdés, procedía de Sargo (Avilés).