El teniente
coronel Antonio Tejero con tricornio irrumpe, pistola en mano, en el Congreso
de los Diputados durante la segunda votación de investidura de Leopoldo Calvo
Sotelo como presidente del Gobierno. EFE (...). Saber más... elDiario.es |
Rafael Fernández, durante su época como presidente regional. La Nueva España. |
Pistolas, un Seat 132 a toda pastilla y carnés y documentos comprometedores ardiendo en un monte de Olloniego. Estos son algunos de los episodios que el 23-F, el golpe de Estado de 1981, el “tejerazo”, dejó en Asturias en la que fue la noche más larga de la democracia española. Cuarenta años después de aquel 23 de febrero, lo que queda son icónicas imágenes, como la del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero aupado al atril del Congreso de los Diputados utilizando su pistola como dedo para poner orden entre sus aturdidas señorías. Poco más. El tiempo y el hecho biológico han apartado de la primera línea a la mayoría de sus protagonistas.