El
primer Oviedo estuvo en Llagú
El Castiellu de
Llagú o Cellagú se extendía sobre la cumbre de una colina localizada al sur de
Oviedo, en las proximidades del lugar de Latores. Fue catalogado por José
Manuel González en 1958. Las excavaciones se sucedieron desde 1994 hasta 2005
en que fueron levantados los horizontes más antiguos del poblado. (…). Saber más... Castros de Asturias. |
El castro de Latores,
destruido hace ahora veinte años en favor de la explotación de una cantera, fue
el antecedente de lo que siglos después sería la capital del Reino de Asturias
El castro de
Llagú, en Latores, cuyos restos se observan en una imagen de los años noventa,
ha desaparecido por la explotación de una cantera. La Nueva España. |
Permanece
vivo desde hace algunos meses el debate que trata de identificar
cronológicamente el origen de Oviedo. Las interpretaciones sitúan ese
nacimiento en diferentes momentos históricos y dejan abierta una página de
nuestra historia que ni las escasas fuentes documentales ni las arqueológicas
han podido cerrar hasta ahora con acreditada solvencia. Si bien es cierto que
el casco histórico de la ciudad, que se desarrolla a partir del siglo VIII en
la colina de Ovetao -donde se implantan los monasterios de San Vicente y San
Pelayo-, no es generoso en vestigios romanos que afiancen una fundación en esa
época, también lo es que Oviedo va más allá de la Catedral y sus aledaños. Y es en
ese territorio extramuros en el que se encuentra Paraxuga, una villa romana que
fue documentada en los terrenos donde más tarde se levantaría la Facultad de
Medicina. Paraxuga es por el momento el enclave de esa época más próximo a la
ciudad actual, pero su entidad es mucho menor que la del conjunto de
asentamientos que se distribuyen en las proximidades de Oviedo, a una distancia
con el centro histórico que se podría cubrir a pie en sólo unas horas.