En Asturias,
antes de la llegada de los romanos, «no existía una religiosidad castreña de
origen celta al modo que se entiende en otros lugares de Europa». «Los astures
ni siquiera tenían druidas, no hay esos sacerdotes que había entre los
Lusitanos, por ejemplo, o en otros lugares de Centroeuropa». La razón, es que
«no hay una monarquía celta como sucedió con los galos ni había una línea
patriarcal, sino matrilineal» (Historiador-Narciso Santos Yanguas). (…). Saber más… El Comercio. Imagen de los druidas: WIKIPEDIA. |
El Castro de Coaña según recreación de Antonio García y Bellido, 1942. Primera versión de la celebérrima anaparástasis del poblado protohistórico incluida en la obra clásica “Urbanística de las grandes ciudades del mundo antiguo”, recientemente reeditada bajo la supervisión del profesor Manuel Bendala Galán. Saber más… Texto: Castros de Asturias. Ver enlace…. Imagen: Liga Celta de Asturias. |
Como comentamos en anteriores ocasiones los Astures eran una gran tribu que englobaba 4 Gens (Albiones, Pesicos, Lugones y Vadinienses) y cada uno de ellos a su vez se componían de varios clanes. El modo de vida de dichos clanes constituye el sistema social del momento. Cada clan se repartiría por varios castros próximos entre sí y cada castro formaba una unidad gentilicia donde el conjunto familiar ocupaba un lugar primordial ya que era la base de la comunidad tribal. Cada unidad familiar se componía de madre, padre, hijas e hijos, la media solía ser de cuatro personas, todos vivían en una única vivienda y compartían el espacio hasta que los hijos/as decidían crear su propia familia. Estas unidades familiares eran matriarcales. La mujer poseía un papel muy relevante en las decisiones que tuviera que adoptar la familia, en las del castro y en las del clan, por ejemplo, a nivel familiar eran las hermanas las que debían dar su consentimiento y aprobar la mujer elegida por el hermano y poseían el derecho de ser ellas quien eligieran a dicha mujer. A nivel del castro participaban en las asambleas, representaban cargos religiosos y luchaban si era necesario junto con los hombres.
«Para impedir el saqueo de las ciudades las mujeres luchaban con los hombres manejando las armas igual que ellos, sin suplicar ni gritar cuando eran degolladas»…Bruto Galaico