El marqués de Santa Cruz de Marcenado, un soldado ilustrado
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Álvaro
de Navia-Osorio, grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de Manuel de la Cruz
para los Retratos de los españoles ilustres, hacia 1792. De Manuel de la Cruz
(1750-1792) - Biblioteca Nacional de Portugal, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=31267375 |
Álvaro Navia-Osorio y Vigil de Quiñones, vizconde de Puerto y marqués de Santa Cruz de Marcenado, autor de unas célebres «Reflexiones militares», fue el tratadista militar más importante de su tiempo, además de ser militar en ejercicio que conocía muy bien el olor a pólvora y el ajetreo de los campos de batalla
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Y por si fuera poco, diplomático, economista y hombre de general atención intelectual, como lo certifica su proyecto de redactar un «Diccionario Universal» a modo de Enciclopedia, con el que, de haberlo llevado a término, se hubiera adelantado a la monumental obra de Diderot y D'Alembert y al «Diccionario de la lengua inglesa» de Johnson.
Según Fuertes Acevedo, era «valiente en el combate e ilustradísimo en las cosas de la política y la guerra (y) alcanzó para su patria victorias insignes, que elevaron a la par el nombre de este eminente asturiano a gran altura; escritor profundo y señalado, sus obras dieron al valeroso Santa Cruz la más extendida fama, siendo las "Reflexiones militares" miradas por el gran Federico de Prusia como escrito del mayor valor y tenidas por Napoleón en el más grande aprecio». Como tratadista militar, se considera la obra del marqués de Santa Cruz de Marcenado antecedente directo del tratado sobre la guerra de Von Clausewicz. Es conocida la anécdota de que, siendo el Ejército de Prusia el más moderno y mejor disciplinado de Europa, partió una delegación española hacia Postdam, para que allí les proporcionaran las directrices de aquella excelente organización militar.