Santa Cristina, el palacio enmascarado
La iglesia de Lena pudo haber nacido como aula palatina, con
alguna función regia que la acercaría a la de Santa María del Naranco, monumento
con el que guarda similitudes
La Nueva España
Santa Cristina es patrimonio de la Humanidad pero también un
exquisito ejemplo de aprovechamiento de espacio, anterior en 1.200 años a las
multinacionales del mueble prefabricado para apartamentos mínimos. Santa
Cristina es una iglesia de planta única rectangular de apenas 10 metros de
largo y 6 metros de ancho. En ese espacio tan escueto hay lugar para más de
treinta arcos de medio punto, un altar, un presbiterio, dos pequeñas capillas
laterales, una tribuna con escalera de acceso y, en medio, una arquería. Ni un
centímetro desaprovechado. Santa Cristina de Lena, una de nuestras joyas prerrománicas,
tiene mucho de verso suelto en ese contexto del arte asturiano cuyos
principales hitos apuntan a Oviedo. Un templo construido a unos 35 kilómetros
de aquella antigua Corte que ya había levantado la iglesia de San Julián de los
Prados y casi con toda seguridad el palacio de Santa María del Naranco. Un día
de camino en la Edad Media. Santa Cristina es fascinante, y por varios motivos.