15 de julio de 2021

John Manby fundó «Asturian Mining Company», en 1844 en Mieres (y II)

Malas artes contra el progreso de Mieres

N / A. Inglés: una foto de época de Aaron Manby en el servicio francés. circa 1825. 51 Aaronmanby desconocido. El Aaron Manby fue un buque emblemático en los anales de la construcción naval, como el primer barco de vapor de hierro en hacerse a la mar. Fue construida por Aaron Manby en Horseley Ironworks. Hizo el viaje a París en junio de 1822 bajo el mando del capitán (más tarde almirante) Charles Napier, con el hijo de Aaron, Charles Manby, a bordo como ingeniero. Aaron Manby fue entonces utilizado por la "Iron Steamship Company" para operar su servicio entre París y Havre (ciudad francesa en Alta Normandía). (…). Graces Guide


La estrategia para boicotear el proyecto impulsado por los hermanos Edward y John Manby a mediados el siglo XIX para unir Mieres y Avilés a través del ferrocarril
Ilustración de Alfonso Zapico
La Nueva España
Como muchos de ustedes ya conocen, cuando Numa Guilhou constituyó en 1879 Fábrica de Mieres la siderurgia local ya tenía una larga historia detrás, había pasado por muchas manos y cambiado varias veces de denominación. Su verdadero nacimiento estuvo en dos sociedades que fracasaron pronto, cuyos nombres traduzco respectivamente del francés “Compañía Francesa de Minas” y del inglés “Compañía Asturiana del Carbón y del Hierro”. Estas dos pioneras dieron paso a la “Asturian Mining Company”, fundada el 17 de septiembre de 1844 como un proyecto más serio, consolidado en Londres con capitalistas españoles y británicos después de que unos ingenieros de esta nacionalidad hubiesen estudiado minuciosamente las posibilidades de Mieres para registrar a su nombre aquellos lugares en los que veían posible la explotación de la hulla.

MIERES (ASTURIAS): Vista de la fábrica de hierros de D. Numa Ghilhou. 1. Puente de hierro y madera sobre el río Caudal; 2. Tranvía; 3. Hornos de cock; 4. Horno alto de fundición; 5. Hornos de fundición y talleres; 6. Viviendas de Ios obreros; 7. Río Caudal; 8. Minas de carbón (Según croquis del Sr. Sanahuja.) Fecha 30 de julio de 1877. WIKIPEDIA.

Los verdaderos protagonistas de esta historia fueron los hermanos Edward y John Manby, quienes apostaron por nuestra tierra con la ayuda del diplomático John J. Kelly (o Keily, según algunos documentos), vicecónsul del Reino Unido en Asturias desde 1831. Hoy quiero contarles hasta qué punto se implicaron para hacer frente al mayor obstáculo que tuvo su empresa: la dificultad para llevar los productos de su fundición hasta un puerto costero para poder comercializarlos lejos de esta región.
Primero debemos situarnos en la época para tener en cuenta que aún no se podía pensar en vehículos a motor y la tracción animal era el único sistema de transporte por carretera; también que el recurso fluvial había fracasado en el Nalón y ni siquiera se planteaba en el Caudal, donde las condiciones del cauce lo hacían imposible. Así las cosas, el futuro estaba en el ferrocarril, que ya funcionaba en la Cuba española pero aún no contaba con ninguna línea en la península, aunque en muchas provincias ya se estaba planteando su trazado. Después de estudiar diferentes itinerarios, los ingleses solicitaron la autorización para abrir un trazado que por un lado debía salir de Asturias por la montaña de Pajares –cuya superación aún parecía una utopía– y por el otro, siguiendo primero la ribera del río, buscaría por Santo Firme el camino del puerto de Avilés.
Muelles del puerto de Avilés a comienzos del siglo XX. LNE
Una vez aceptado el pliego de condiciones que se presentó ante la Sección de Fomento del Ministerio de la Gobernación, el 31 de diciembre de 1844 se concedió el privilegio a la compañía representada por don Ricardo Keily para la ejecución del camino de hierro desde Avilés a León, declarando a favor de la misma el derecho de continuarlo hasta Madrid en el modo y forma que habían solicitado. Y entonces comenzaron a surgir los problemas imprevistos. Por un lado los campesinos mierenses, temerosos de Dios y del vapor, manifestaron su desconfianza hacia aquellos extranjeros, que profesaban otra fe y además planteaban unos desmontes que alteraban sus tierras afectando en algunos puntos al cauce del río grande, sin saber lo que podía pasar con las riadas que se repetían cada pocos años. Así que se dedicaron a boicotear las señales de medición con las que los técnicos iban señalando el trazado de la vía. Pero lo peor vino de gentes más cultas y más taimadas: el círculo del duque de Riansares que defendía sus intereses en la cuenca hermana del Nalón y también estaba planteando allí su ferrocarril, aunque en este caso con destino a Gijón. Había mucho dinero en juego y quien pudiese desarrollar antes su proyecto tenía ganada la partida, por eso se hicieron trampas hasta que en julio de 1856 un tren unió Langreo y Gijón mientras que entre Mieres y Avilés no llegó a colocarse ni una traviesa.
Ilustración de Alfonso Zapico
Dado que algunos de los inversores tenían intereses las dos cuencas, la estrategia pasó por respetar los puntos de producción y atacar al puerto de Avilés con el argumento de que sus características geográficas no le hacían apto para servir de embarcadero para buques de mediano calado, lo que debía disuadir a los posibles capitalistas que pensaban llevar hasta allí un tren con las mercancías del Caudal.
Siguiendo este plan se publicaron en el diario madrileño “El Espectador” varios artículos anónimos con el título “Proyectos industriales en Asturias” presentando a este puerto como incapaz para albergar al gran número de barcos de vela necesario para la actividad comercial; pero como este periódico apenas tenía difusión en nuestra región, acabó haciéndose una impresión conjunta de los escritos que se distribuyó con profusión por las ciudades asturianas. En este folleto no solo se hablaba mal de la rada de Avilés, su fondeadero y hasta de la misma ría; se exponía que allí se formaba un banco de arena que hacía peligrosa la navegación y se exageraba diciendo que en esta costa el mar se agitaba con más violencia y había peores vientos que en otros puntos, aumentando el riesgo de que los barcos se estrellasen. Sin embargo los Manby estaban convencidos de que Avilés era un lugar muy susceptible de mejoras con pocos gastos y no se rindieron. 

Panorámica de la Dársena de San Juan de Nieva con las rocas que dificultaban la entrada a Puerto, y la draga trabajando en el canal de entrada. Esta dársena se modernizará a partir del auge del tráfico de carbón, a finales del siglo XIX. Puerto de Avilés

Para disipar cualquier duda se desplazaron hasta allí y mandaron sondar las aguas, el canal de fondeadero y la ría, observando las mareas vivas y muertas, los flujos y reflujos y el desplazamiento de arena antes de levantar unos planos de la zona. El resultado fue tan satisfactorio que las acciones para su proyecto se empezaron a vender bien en Londres a un 3 por 100. Entonces las malas artes de los competidores llegaron hasta Gran Bretaña para provocar el miedo a la ruina e incluso se puso en duda la reputación de los planos elaborados por los hermanos. A la contra, en el mismo Avilés también se produjo una reacción para defender la unión ferroviaria con Mieres recogiendo el reto de seguir la polémica en la prensa. El medio elegido fue “El Eco del Comercio” donde se escribieron cuatro artículos que a su vez acabaron publicándose conjuntamente en 1846 con el título “Refutación del folleto que lleva por título Proyectos industriales en Asturias”. En este texto se explicaba como los detractores habían equivocado intencionadamente las distancias y el perfil de la costa para presentarla como un lugar peligroso, basándose en un descabellado informe realizado por el capitán de navío Diego Guiral en 1772 donde se hablaba de barcos arrastrados por las corrientes hasta las rocas. 
Ilustración de Alfonso Zapico
Sin embargo nadie, ni los más viejos, recordaba ninguno de esos naufragios y en la barra de Avilés tampoco existía memoria de sucesos de esta índole. En esta refutación también leemos el último y desesperado intento de los Manby para salvar su ferrocarril y su prestigio. Los hermanos decidieron recorrer por segunda vez la costa avilesina, pero en esta ocasión lo hicieron acompañados de otros ingenieros ingleses en el vapor Astwood, un gran barco con un porte de cuatrocientas cincuenta toneladas, ciento sesenta pies de eslora y motor de cien caballos. Nunca se había visto una embarcación semejante en lo que hasta ese momento no parecía más que un puerto de pescadores y hasta la casa de seguros de Londres renunció a cubrir esta operación, de forma que ellos decidieron asumir el riesgo con su propia fortuna y aunque el día previsto hubo mar picada y marea muerta lograron fondear frente a la playa de San Juan sin ningún problema. Mientras tanto, en Gijón tampoco estaba claro cuál debía ser el lugar elegido como puerto comercial. Las tareas de carga y descarga siempre se habían hecho al pie del cerro de Santa Catalina, pero en el mismo informe de 1772 que se citaba para desprestigiar a Avilés, Diego Guiral consideraba que el lugar del Musel, mucho más lejos de la ciudad, era mejor para un fondeadero, y hasta Jovellanos había abundado en esta opinión. 

Las obras de El Musel, en 1897 / Octavio Bellmunt. El Comercio

La polémica entre los “apagadoristas” partidarios de ampliar el puerto local y los defensores del Musel se prolongó muchas décadas y es un tema recurrente en la historia reciente de Gijón que ahora no nos interesa, aunque sí el argumento que expuso en 1879 uno de los “muselistas”, el ingeniero don Román Oriol, para defender su opción: “¿Pasará en la cuestión del puerto lo que pasó en la del ferrocarril? El primitivo trazado recorría la zona minera en condiciones muy favorables para la industria; por razones, que no son de este lugar, se varió el trazado, y todos los valles carboníferos de Mieres y Aller se quedaron sin las facilidades que se prometían para la explotación de sus minas”. Aún se recordaba entonces la injusticia cometida con Mieres y lo único que podemos hacer ahora es contarlo para que no se olvide y de paso, con mucho, mucho retraso, agradecer a los Manby sus esfuerzos por este pueblo, porque tardaron en rendirse antes de dejarnos para invertir en otro lugar.

Locomotora de vapor número 3 del Ferrocarril de Langreo. Fabricada en 1852. Fotografiada en 1887. WIKIWAND

FUENTE: ERNESTO BURGOS-HISTORIADOR. Publicado por La nueva España el 20·04·21. Ver enlace.
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AUTORES.

Ernesto Burgos Fernández (historiador). Nació en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957. Historiador, columnista y biógrafo, éstas son algunas de las facetas de un Ernesto Burgos que rescata con talento personajes y anécdotas de nuestra historia. Un notorio investigador y gran divulgador. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo (1979). Diploma de Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La romanización en las cuencas mineras del sur de Asturias» 2006). Profesor de Educación Secundaria, ha trabajado en los institutos «Juan de Herrera» (Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia), «Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el año 2016 el reconocido historiador mierense fue distinguido con el reconocido galardón anual de “Mierense del año”. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Coautor de los libros de texto «Entre amigos» (Conocimiento del Medio) para Asturias y Cantabria (2002); coordinador de la revista de Ciencias Sociales «Cuadernos de Mieres» (2001-2002); experto en la cultura y la historia de las cuencas mineras asturianas. Ha impartido varios cursos sobre el patrimonio arqueológico de Aller, Lena y Mieres y defendido ponencias sobre su temática en jornadas y congresos. Desde los años 70 escribe desinteresadamente artículos para numerosas publicaciones, álbumes y periódicos locales (Esquisa, Mieres 30 días, La Voz de Ujo, Camín de Mieres, Mieres, El Carbón, Por tierras del Caudal, Aula de Paz…). Ha sido pregonero en las fiestas de Santa Bárbara (2002); La Teyerona (2006); San Xuan de Mieres (2007) y Santa Cruz (2011). Histórico militante republicano. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Biógrafo de los revolucionarios mierenses Manuel Grossi Mier («Cartas de Grossi». 2009) y Jesús Ibáñez («Y el verbo se hizo furia». Semana Negra 2010), también ha prologado a varios autores asturianos. Colaborador del diario asturiano La Nueva España, donde ha firmado las series: «El patrimonio de Las Cuencas» (1998-2000); «100 años de historias y andanzas» (2000-2002) y «Los personajes de nuestra historia» (2003-2004). Desde febrero de 2005 mantiene ininterrumpidamente la página semanal «Historias heterodoxas». FUENTE:

Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance. Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del Principado de Asturias (Aula Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia).  Realiza ilustraciones, diseños y campañas para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…).  Se estrena en 2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce (Astiberri, 2011).  Vive en la localidad francesa de Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de cuatro tomos.  Esta magnífica obra es un auténtico tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte". En un paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de La balada del norte, Zapico completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018), para mostrar de nuevo su faceta como reportero gráfico al poner el micro al diálogo entre el político Eduardo Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán o polaco. (…). Foto Wikipedia - Twitter

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío nella

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