Oviedo antes de la monarquía astur |
La ciudad de
Oviedo fue fundada en 761, según el relato que se hace de la misma en el Pacto
monástico de San Vicente, fechado en 781 y conservado en copia del siglo XII en
el Archivo del Monasterio de San Pelayo, sobre una colina situada en el cruce
de caminos que unían, de norte a sur, León con Lucus Asturum, la actual Lugo de
Llanera, pasando por el puerto de Pajares, y el que se dirigía al oeste en
dirección a Galicia. La colina, en ese momento desierta, llamada Ovetao u
Oveto, fue ocupada por los monjes Máximo y Fromestano, quienes construyeron un
monasterio que dedicaron a San Vicente. Posteriormente, en fecha imprecisa y
probablemente para confirmar la posesión de la colina por los monjes de San
Vicente, el rey Fruela I visitó el lugar y decidió erigir una basílica dedicada
a San Salvador y otras dependencias en las que nacería su hijo, el futuro
Alfonso II el Casto. Saber más... WIKIPEDIA.
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Los últimos estudios científicos remueven las teorías sobre el origen de la ciudad y sirven, según los expertos, para estudiar otros enfoques sobre una época de la que se sabe muy poco
La Nueva España
Las últimas dataciones de la iglesia prerrománica de San Miguel de Lillo, que adelantan la fecha de su construcción, han revolucionado en cierta medida el mundo de la arqueología, del arte y de la historia medieval, sin que eso signifique que los expertos pongan en duda los términos de la historia tal como la conocemos hasta ahora. Sobre todo, porque la información referida a los siglos anteriores a las joyas del Prerrománico es escasa. Más que cuestionar lo que hay, la mayoría ha aprovechado, como suscribe el arqueólogo Rogelio Estrada, para poner sobre la mesa la necesidad, «que venimos demandando desde hace tiempo, de realizar unas dataciones fiables sobre todo el Prerrománico».