2 de junio de 2018

Providencias marcadas por lobos

Tragedias en los montes de Laviana
Lobo. Ilustración de Gonzalo Gil
Las muertes de vecinos de la zona de El Condao en 1939 y 1953 a causa de los lobos y el frío
Lobos atacando y cazando una oveja
Un reciente homicidio de El Condado nos trae a la memoria otra muerte trágica ocurrida a un joven en el citado pueblo a primeros de enero de 1939, al parecer, devorado por los lobos.
Catorce años más tarde (1953) otra tragedia sacudía el vecino pueblo de Soto Lorío al fallecer dos hermanos a causa de congelamiento. En las largas veladas invernales de aquellos duros inviernos de otro tiempo, "caleciendo" en las cocinas, durante semanas de aislamiento por grandes nevadas, un tema muy recurrente era el temor a los lobos por su presencia cercana a las casas de los pueblos acuciados por el hambre.

1 de junio de 2018

Un hombre de su tiempo

Don Luciano y el "covadonguismo"
Luciano López García y Jove
El sacerdote lavianés Luciano López García-Jove y sus estudios sobre la batalla de Covadonga, que llegaron a conclusiones novedosas en su día
Ilustración de Alfonso Zapico
El presbítero Luciano López García-Jove fue en su tiempo el cura más anciano del mundo. Falleció en 1992 después de haber cumplido 107 años. Unas primas de mi padre, que tenían una relojería en Sahagún de Campos, fueron amigas de una de sus sobrinas, llamada Caridad, farmacéutica en Langreo, y se encontraban a menudo, por lo que alguna vez tuve la suerte de coincidir con él.
Don Luciano fue un hombre de su tiempo, nacido en 1885, lo que sitúa sus mejores años en las primeras décadas del siglo XX. Vino al mundo en Pola de Laviana en el seno de una familia culta donde destacaba su tío el médico Eladio García-Jove, fundador del semanario "El Porvenir" y la revista "Laviana", conocido por su labor humanitaria y benéfica entre los humildes de su concejo y en el de San Martín del Rey Aurelio, donde trabajó muchos años. Los vecinos se lo agradecieron costeando para él la concesión de la Cruz de Beneficencia, que le entregaron en un homenaje celebrado en 1924.

27 de mayo de 2018

Asturianos en la primera Constitución de nuestra historia

Los padres asturianos de la Constitución 
Constitución española de 1812. Ver más
Ocho próceres del Principado participaron en los difíciles inicios de las Cortes de Cádiz, durante la Guerra de la Independencia
Óleo anónimo que recrea la Plaza de San Antonio en Cádiz el día de la promulgación de la Constitución en 1812. GTRES . (Saber más - El País)
Dos siglos después de la sesión seminal, en Cádiz, de las Cortes constituyentes, de las que año y medio después saldría la primera Constitución de nuestra historia, sigue viva la memoria de ocho diputados asturianos, en buena medida decisivos en la ejecución de aquel enorme paso adelante de nuestra Historia. Entre aquel puñado de gigantes que representaban la voluntad popular en el arranque de las Cortes de Cádiz destacó sobremanera el riosellano Agustín de Argüelles hasta el punto de que está considerado el padre de la Constitución o, con más precisión, quien la redactó, al menos, en sus aspectos fundamentales.

Un proyecto ferroviario para unir Mieres y Langreo en 1948

Un tranvía que nunca existió
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
El ingeniero Heliodoro Temprano Hernández elaboró en 1948 un proyecto ferroviario para unir Mieres y Langreo con un trazado de 10 kilómetros que atravesaba el cordal de San Tirso mediante un túnel
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
En un principio se estudió la posibilidad de la ruta más corta, por la Hueria San Juan aprovechando el ferrocarril minero y un túnel de 1.500 metros que debía salir a La Juécara. En 1852 entró en servicio el Ferrocarril de Langreo. En los estatutos de la compañía, que se habían aprobado ocho años antes, figuraba como objeto la construcción, conservación y aprovechamiento de una línea que debía unir los puertos de Gijón y Villaviciosa con las cuencas mineras del Nalón y el Caudal, desviando además un ramal hasta Oviedo; pero después de salvar una serie de problemas económicos, la sociedad tuvo que reorganizarse y revisar sus presupuestos, de modo que las pretensiones iniciales sobre el papel quedaron reducidas sobre el terreno a la unión de Sama con Gijón.