El Real Gijón logró la gloria en el año 1944 al ascender a Primera
División de fútbol
Celebración del ascenso a 1ª división en el año 1944 |
El doctor Salas abrió
el primer sanatorio psiquiátrico al lado de la plaza de toros de El Bibio y se
puso la primera piedra del Sanatorio Marítimo
REAL GIJÓN C. F. - Gijón, - Temporada 1944-45 - Cholo Dindurra, Liz, Sión, Ceballos, Gundemaro, Domingo, Gayol y Héctor; Chano |
El Ayuntamiento de Gijón que presidía el alcalde Mario de la
Torre García-Rendueles desde 1943 -tras sustituir a Paulino Vigón Cortés-
convocó un concurso de anteproyectos entre arquitectos españoles para construir
un gran edificio destinado a hoteles, casino y balneario, en los terrenos donde
estuvo el hospital de Caridad, con vistas a la potenciación turística de Gijón.
Tras el derribo del hospital, la fachada marítima había mejorado mucho con la
demolición de las casuchas y los tendederos de ropa. El capitán general de la
VII Región, José Solchaga, presidió la colocación de la primera piedra del
Sanatorio Marítimo para los niños desvalidos y asistió a la recogida de
materiales en las ruinas del cuartel del Simancas. Y una cuarta parroquia iba a
ser construida en aquella populosa villa que ya superaba los cien mil
habitantes: la de Nuestra Señora de la Medalla de La Milagrosa, en el barrio
obrero de El Llano. Pero la auténtica promoción fue la del ascenso del Real
Gijón a Primera División.
1944. JUGADORES DEL SPORTING. |
El doctor Salas abrió su psiquiátrico al lado de la plaza de
toros. El doctor José Salas Martínez (quien estuvo encarcelado
por sus ideas liberales) tras lograr la libertad se vino a Gijón para abrir un
sanatorio psiquiátrico, al lado de la plaza de toros, en una casa que alquiló a
la familia Nespral y que tenía un gran jardín. Su familia vivía en el primer
piso y su hija, la científica Margarita Salas ha contado la anécdota de que, en
una ocasión, cuando los pacientes de enfermedades mentales estaban jugando al
fútbol, el balón cayó al recinto del coso taurino y no se lo daban, por lo que
muy cuerdos ellos y con unos encomiables reflejos advirtieron que si alguna vez
caía un toro a los jardines del sanatorio, pues tampoco lo devolverían. Aunque
Margarita Salas recuerda su infancia allí de manera muy feliz, no puedo decir
lo mismo con mi experiencia personal, ya que una vez que me llevó mi madre a
una consulta con el afamado doctor, todavía recuerdo con terror, mientras
esperaba a la entrada de su despacho, los estremecedores alaridos que proferían
los enfermos allí hospitalizados. El doctor Salas me diagnosticó un soplo en el
corazón, del que nunca más se supo.
Sin embargo, el doctor Salas fue un gran jugador de ajedrez
y hasta consiguió tablas con el entonces campeón del mundo, el también doctor
Alejandro Alekhine, en una sesión de diez tableros organizada en los salones
del casino de La Unión. Unos años más tarde lograría ganar al nuevo campeón del
mundo, el británico Baruch Harold Wood.
Lola Flores en 1944 |
Lola Flores triunfaba en el Gran Café Arrieta. Al Gran Café
Arrieta llegaría una joven llamada Lola Flores acompañada de su madre, Rosario
Ruiz, y de una niña recién nacida, llamada Carmen, que no se sabe muy bien de
quién era realmente hija. El famoso camarero Leopoldo Madruga -con quien iba
frecuentemente al cine dejando a la niña al cuidado de Rosario- me contó la
historia y también su relación con el famoso futbolista Perico Pena -"¡Ay
Pena, penita, pena!"- quien le regaló un vestido de cola con lunares
blancos y negros. Tal fue el éxito de Lola Flores que cobrando doscientas
pesetas por tres actuaciones diarias su contrato fue prorrogado durante cinco
meses. Posteriormente pasó a cantar a El Musical, donde también actuaban los
"Hermanos Cape", inventores de un chiste muy famoso por entonces:
"¿Qué le dijo el perro arrepentido a otro perro? Perróname". Cuatro
años más tarde Lola Flores volvió a Gijón con el espectáculo "Zambra"
y tuvo sus más y sus menos con Manolo Caracol.
El Sanatorio Marítimo, inaugurado en 1945 |
El Real Gijón ascendió a Primera División. Tampoco el fútbol
fue ajeno a las vicisitudes políticas y el nuevo presidente del Real Gijón
Secundino Felgueroso Fernández-Nespral, quien tuvo que renunciar a la opción de
compra sobre El Molinón, a cambio de trescientas mil pesetas, con el fin de
hacer frente a las numerosas deudas. Se creó entonces otro equipo de fútbol en
Gijón, el Oriamendi, pero la presión popular hizo que no pudiese jugar en El
Molinón y sus partidos fuesen desplazados al campo de los Hermanos Fresno. En
la historia del principal equipo de fútbol gijonés aparecería por entonces el
famoso Cholo Dindurra. De su genialidad se llegó a escribir que jugaba cuando
le apetecía y si no era así se refugiaba a la sombra de la
"tribunona" hasta que le entrasen de nuevo las ganas de participar en
el partido.
En 1944, cuando el Sporting -no se podía llamar así por
imperativo oficial- llegó a la gloria, al ascender el Real Gijón a Primera
División, con lo que solamente tres provincias españolas: Asturias, Barcelona y
Madrid contarían entonces con dos equipos en Primera División: el Oviedo y el
Gijón.
Debido a ello, el Ayuntamiento de Gijón acordó adquirir la
plena y libre propiedad del campo de El Molinón y finalizar las obras de la
nueva grada de cemento para que el equipo pudiese jugar su primer partido en la
máxima categoría.
A la izquierda, el sanatorio del doctor Salas, con una palmera en su jardín |
El maestro de periodistas Juan Ramón Pérez Las Clotas lo
rememoró así en LA NUEVA ESPAÑA: "Recuerdo ver llegar el autobús con los
jugadores a las oficinas que poseía el club en la plaza del Carmen, en el
edificio donde hoy está la sala del Monte de Piedad de Liberbank. El
recibimiento lo pude seguir desde un piso más arriba del inmueble del que
ocupaba las oficinas del club rojiblanco, ya que por entonces yo trabajaba como
meritorio, de becario, para el periódico 'Voluntad'. En el piso de arriba
estaba la asociación estudiantil del SEU, de la que yo era miembro. Aproveché
la oportunidad para desde allí no perder detalle con el fin de plasmarlo
después, en las gacetas que habitualmente escribía. Ellos llegaron en un
autobús muy característico de aquellos años que era usado en los meses de
verano. Tenían una capota que en la época estival se quitaba por el buen tiempo
y servía para viajes turísticos a Covadonga y playas cercanas. Desde aquellas
ventanas pude ver con detalle cómo los aficionados se acercaban al vehículo
descapotable. Cholo Dindurra era el jugador más querido por los aficionados. Él
viajó junto al chófer y fue el que recibió más elogios". Los futbolistas
entraban triunfantes en la ciudad, pero no porque así estuviera programado,
sino porque venían de viajar de su último partido. En aquella época no era todo
tan espectacular como lo puede ser ahora. Los medios eran más escasos y apenas
hubo banderas rojiblancas por falta de recursos para celebrarlo. Lo que sí es
cierto es que la gente lloró de emoción y disfrutó, pero en cuanto a número de
seguidores en la calle fue mucho menor que en posteriores celebraciones.
"Tras bajarse del autobús, los jugadores exhibieron el trofeo de primeros
de la Liga, desde el balcón de aquellas oficinas. Lo mostraron a todos los que
se congregaron en torno al edificio. Hubo una gran multitud que se extendió
después hasta la zona del muro de San Lorenzo".
Foto anuncio de Mariquita Pérez |
El nacimiento de Mariquita Pérez. "La
Innovación"publicaba espectaculares anuncios ilustrando la demolición de
las barricadas de los precios con un tanque Renault FT-17 y el lema
"Deshacer y triturar los precios" en su reputada tienda de novedades,
pañería y tejidos. También Navarro Óptico, en el número 49 de la calle Corrida,
ofrecía pulseras, imperdibles y sortijas con insignias patrióticas y militares.
En Radio Gijón, de la mente de Leonor Coello y el artesano
Bernabé Molina, nació la popular Mariquita Pérez, "la muñeca que se viste
de verdad" y que costaba la friolera de cien pesetas, por lo que la
mayoría de la gente tuvo que conformarse con "Mariquitas" de papel
con recortables para su ropa interior y sus vestidos.
La argentina Celia Gámez, que era adicta al régimen
imperante en aquella España de los años cuarenta, traía sus aires eróticos con
sus cuplés y arrollaba en el nuevo Teatro Jovellanos (heredero del Dindurra en
el paseo de Begoña). No obstante, a las mujeres la publicidad les recomendaba
que "sin medias, vestida a medias".
Celia Gámez |
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
NOTA: Si te ha interesado
esta entrada y quieres preguntar, comentar o aportar algo al respecto, puedes
dejar un comentario o escribir a mi dirección de “correo del blog” con
la seguridad de ser prontamente atendido.
¡¡¡Difunde “El blog de Acebedo” entre tus
amistades!!!
Sígueme en:
·
§ - Twitter – “El
blog de Acebedo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario