16 de octubre de 2018

Llega la flota Normanda

Normandos en las costas de Asturias
Las crónicas asturianas nos indican que en el verano de 844 fueron avistadas muchas naves normandas en el puerto de Gijón, empujadas por una tempestad. Tras tomar agua y ganado, se dirigieron a Galicia y desembarcaron en Farum Brecantinum, A Coruña o bien Betanzos. (...). Dibujo extraído del Twitter de Alonso de Lanzós. (...). Saber más... Twitter Alonso de Lanzós. @AlonsodeLanzos.

Poco después de la victoria de Ramiro sobre Nepociano, una flota normanda hizo su aparición en las costas cantábricas
Normandos avistados en la costa de Gijón. (Dibujo de Gaspar Meana)
El blog de acebedo
El hecho debió ce causar una honda conmoción, pues las tres crónicas asturianas se hacen eco de la noticia. También dan cuenta de sus incursiones por ese tiempo las fuentes francas y las historias árabes. El Muqtabis de Ibn Hayyan dedica un largo capítulo (“Noticia de la aparición de la flota de los normandos, a quienes Dios maldiga…”) a detallar la historia de los saqueos y Destrozos que causaron en las tierras de Al- Andalus, especialmente en Sevilla. De las crónicas asturianas, el relato más  completo lo hace la versión Sebastianense de la Crónica de Alfonso III. A continuación de la narración del enfrentamiento entre Ramiro y Nepociano, añade: "Y así, en tiempo posterior, llegan las flotas de los normandos por el Océano septentrional a la costa de la ciudad de Gijón, y de allí siguieron al lugar que se llama Faro de Brigancio. Cuando lo supo el ya nombrado rey Ramiro, envió contra ellos un ejército con sus generales y condes, y aniquilo a una multitud de ellos y quemó por el fuego sus naves. Pero los que quedaron de ellos irrumpieron en Sevilla, ciudad de España, y tras tomar de  ellos botín, mataron por la espada y por el fuego a muchos musulmanes". 

15 de octubre de 2018

Detalles sobre la insurrección asturiana

Armas para la revolución  
(Las ilustraciones del artículo son de la obra  "La Balada del Norte" de Alfonso Zapico)
Ilustración de Alfonso Zapico
Los participantes consiguieron fusiles, ametralladoras y munición de varias formas, no sólo asaltando las fábricas y con el alijo del "Turquesa"
Ilustración de Alfonso Zapico
Siempre digo que la insurrección de Asturias en octubre de 1934 no fue sólo una respuesta a la entrada de la CEDA en el Gobierno republicano, ni mucho menos una revuelta improvisada, sino una verdadera revolución preparada con detalle, que solo triunfó en Asturias porque aquí el compromiso de las organizaciones obreras fue unitario. También repito que esta historia está aún por hacer, lo que abre la puerta a que pueda manipularse con facilidad, y por ello cuando puedo les voy contando nuevos datos que pueden aportar un poco de luz a este episodio.

14 de octubre de 2018

Conflictos laborales históricos en Asturias

Huelgas en Asturias
Ilustración de Alfonso Zapico
La huelga ha sido desde los inicios de la industrialización el arma obrera por excelencia para obtener y exigir sus reivindicaciones, ya sean estas salariales, laborales, de condiciones de trabajo, de solidaridad o claramente políticas, de oposición al Gobierno de turno
Ilustración de Alfonso Zapico
https://www.lne.es
Durante mucho tiempo, las huelgas estuvieron prohibidas y eran consideradas ilegales. Una ley de 1908 establecía la creación de comités paritarios de conciliación de los conflictos colectivos, y un decreto de 1922 creó los comités permanentes para la solución de conflictos. Prohibidas por la Dictadura de Primo de Rivera, el Código Penal de 1932 dejó de considerar la huelga como delito. Nuevamente fueron así consideradas por el Fuero del Trabajo (1938), y el Código Penal de 1944 volvió a calificar las huelgas de obreros como delito de sedición. Finalmente, el decreto ley de 4 de marzo de 1977 anuló las anteriores disposiciones y fijó las condiciones que debía reunir una huelga para ser legal.

12 de octubre de 2018

Un Dominico mierense (I)

La conspiración de fray Paulino (Artículo actualizado)
Fraile Dominico
Cuando Franco llegó al poder, se cambiaron todas las denominaciones de las calles que pudiesen tener alguna relación con las izquierdas, y sin embargo, los nombres de muchos miembros del ejército del siglo XIX, abiertamente liberales, fueron respetados, porque su condición de militares les hacia ser bien vistos por sus colegas del siglo XX, que suponían que ningún oficial podía haber llevado un uniforme con una ideología diferente a la suya
Ilustración de Alfonso Zapico

http://www.mieres.es
Así permanecieron en el callejero, por citar sólo a tres, Evaristo San Miguel, en Gijón o Juan Díaz Porlier y el mismísimo Riego -cuyo himno fue convertido por la República en símbolo nacional- en Oviedo. En Mieres -a la inversa- sucede algo parecido con fray Paulino Álvarez, que también tiene una calle, y ha sobrevivido en democracia a la purga de nombres reaccionarios. Si ustedes quieren saber algo de este personaje, se les dirá que fue un insigne dominico, nacido en la villa el 14 de septiembre de 1850, famoso por sus predicaciones y autor de numerosas obras religiosas y biografías de santos.