25 de abril de 2016

Los niños de la guerra asturianos que embarcaron rumbo a otros países

El vuelo de los ángeles rojos
(…) los llamados «niños de Rusia», los menores españoles enviados a la URSS en plena guerra civil española para alejarlos de los horrores y penurias de la contienda y que regresaron a mediados de los años cincuenta. (…). Saber más... jotdown.

La historia de los miles de niños asturianos que, huyendo de la Guerra Civil, embarcaron rumbo a otros países, principalmente la URSS
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
La guerra civil duró poco en el Frente Norte. En septiembre de 1937 ya estaba claro que Asturias no iba a resistir, aislada tras la caída de Santander, con las tropas fieles a la República desmoralizadas ante la imposibilidad de entrar en Oviedo y la población civil amedrentada por los bombardeos inclementes.
La noticia de que las brigadas navarras avanzaban imparables después de haber sobrepasado el frente de la sierra del Cuera, trajo el recuerdo de la represión sufrida tras el fracaso de la revolución de Octubre y la seguridad de que a la segunda, sin tener que rendir cuentas más que así mismos, los verdugos podrían justificar su saña como un acto de justicia a sus caídos. El general Queipo de Llano lo había dicho claramente desde Radio Sevilla: "Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y, a la vez, a sus mujeres. Esto es totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen".

23 de abril de 2016

El cierre del histórico Centro Asturiano de La Habana de Gijón

Por los emigrantes
El edificio al que se mudó en 1959 el Centro Asturiano de La Habana, en el paseo de Begoña. La Nueva España.
El Centro Asturiano de La Habana encomendó en 1911 al entonces alcalde de Gijón, Donato Argüelles del Busto, la creación de una delegación en la villa
El Centro Asturiano de La Habana es la mayor Embajada que Asturias haya tenido nunca en el mundo. (...). Saber más... Asturias por descubrir.

El martes, día 1 de marzo de 2016, se conoció públicamente que el Registro de Asociaciones del Principado de Asturias daba por "extinguido" al Centro Asturiano de La Habana de Gijón, culminándose de esta forma la desaparición de una más que centenaria entidad local que ahora, tras un tormentoso proceso judicial, se fusionará con el Real Grupo de Cultura Covadonga. Se cierra así una historia que comenzó oficialmente el 20 de febrero de 1911, en el Casino de Gijón, pero que tenía a sus espaldas la formidable emigración asturiana a la isla de Cuba (una provincia española hasta 1898) y la creación, el 2 de mayo de 1886, del Centro Asturiano de La Habana, con el objetivo de prestar asistencia sanitaria, formación y ocio a todos los asturianos y sus descendientes asentados en la, en sus tiempos, considerada la Perla de las Antillas. Pero como no todos, ni muchos menos, de los miles de asturianos que emigraron a la Gran Antilla hicieron fortuna, desde el Centro Asturiano habanero se procuró, ya en 1909, dar asistencia a quienes tenían que retornar y no precisamente para levantar una mansión indiana con la identificativa palmera, así como a quienes pretendían emprender el camino de la emigración a tierras americanas.

22 de abril de 2016

La «mítica» barriada mierense de San Pedro

San Pedro, un barrio minero con amplia historia

Barrio San Pedro en construcción hacia el año 1947. (Fondos de la Asociación Sta. Bárbara). Facebook “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Diaz Marcos.

La solidaridad y la camaradería juvenil, los grandes valores de la barriada mierense
Barrio de San Pedro. Archivo Darío F. Rico. Facebook Mieres Años 80 y 90. De José Ramón Viejo
La Nueva España
Finales de los cuarenta del siglo pasado. Las gentes de los cuatro puntos cardinales de Asturias, y de varias provincias españolas (sobre todo las de Galicia, meseta castellana, Extremadura y Andalucía), acuden a la llamada del oro negro. No petróleo, sino carbón de las Cuencas mineras asturianas, donde dicen que se gana para el sustento familiar. Y las comarcas del Caudal y Nalón, son los puntos preferidos. Ante el aluvión de optantes a puestos en el interior y exterior de la mina y también de la siderurgia, venidos de fuera para unirse al fuerte contingente de los nativos de la zona, el Gobierno español se ve en la tesitura de ubicar a las familias de los nuevos obreros. 

20 de abril de 2016

Pablo Suero (Gijón 1898-Buenos Aires 1943), periodista con pasaporte argentino, nacido en Gijón - Asturias (y II)

Pablo Suero, el esplendor y el olvido
Pablo Suero y su mujer, Delia Díaz Vélez, fotografiados hacia 1940. La Nueva España.
Poeta, dramaturgo y crítico, el periodista asturiano, afincado en Argentina, reflejó las vísperas convulsas de la Guerra Civil a través de entrevistas y reportajes reunidos en el libro "España levanta el puño"
Portada del libro de Pablo Suero. "España levanta el puño". La Nueva España
La Nueva España
Pablo Suero Siero había nacido en Gijón en 1898, pero emigró de niño a la República Argentina, donde desde muy joven pululó por las redacciones de los periódicos para hacerse un nombre como reportero e implacable crítico teatral. Poeta, traductor, dramaturgo, letrista de tangos y director de escena, entre sus obras destacan los poemarios "Los cilicios" (1920) y "Agonía de un mundo" (1940), el drama teatral "Patagonia" (1929) y el libro de entrevistas "Figuras contemporáneas" (1943), que apareció después de su muerte. Sin embargo, hoy se le recuerda sobre todo por ser amigo de Federico García Lorca, al que conoció cuando éste viajó a la Argentina en 1933, y por los reportajes y entrevistas que contiene su libro "España levanta el puño" (1937), donde le toma el pulso a la realidad del país a través del paisaje, el arte, los políticos y los escritores que vivieron las elecciones de febrero de 1936, de las que saldría victorioso el Frente Popular y que se convirtieron en las últimas de la Segunda República y en preludio del gran baño de sangre que supuso la Guerra Civil.