El allerano Oscar Pérez Solís. La Nueva España. |
Ilustración de Alfonso Zapico.
Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista
e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con
el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa
obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
La Nueva España
Hay quien le llama a esto rectificación; otros, más prosaicos, consideran sin tanta filosofía que el que cambia de rumbo, especialmente si hablamos de política, no es más que un chaquetero. Hoy les traigo el caso de alguien que pasó por esta circunstancia: fue primero un destacado líder comunista y sin dar tiempo a una transición que lo justificase se convirtió en un falangista convencido. Primero conozcan los hechos y tras el punto final juzguen ustedes. Oscar Pérez Solís nació en Bello en agosto de 1882, pero como su padre era capitán de Infantería de Marina, se llevó con él a la familia hasta su destino en El Ferrol y después a Valladolid y, para seguir la tradición, cuando Oscar tuvo la edad exigida entró en la academia de Artillería de Segovia. En 1902 ya era teniente y se le envió de guarnición a Las Palmas; allí conoció a un recluta de su regimiento que le habló del anarquismo y le animó a colaborar en el grupo ácrata «Luz y Progreso», aunque parece que ambos compartieron también algo más que una amistad profunda. Cuando su amigo murió inesperadamente, regresó a Valladolid y empezó a derivar hacia el marxismo, manteniendo en secreto su tendencia.
Hay quien le llama a esto rectificación; otros, más prosaicos, consideran sin tanta filosofía que el que cambia de rumbo, especialmente si hablamos de política, no es más que un chaquetero. Hoy les traigo el caso de alguien que pasó por esta circunstancia: fue primero un destacado líder comunista y sin dar tiempo a una transición que lo justificase se convirtió en un falangista convencido. Primero conozcan los hechos y tras el punto final juzguen ustedes. Oscar Pérez Solís nació en Bello en agosto de 1882, pero como su padre era capitán de Infantería de Marina, se llevó con él a la familia hasta su destino en El Ferrol y después a Valladolid y, para seguir la tradición, cuando Oscar tuvo la edad exigida entró en la academia de Artillería de Segovia. En 1902 ya era teniente y se le envió de guarnición a Las Palmas; allí conoció a un recluta de su regimiento que le habló del anarquismo y le animó a colaborar en el grupo ácrata «Luz y Progreso», aunque parece que ambos compartieron también algo más que una amistad profunda. Cuando su amigo murió inesperadamente, regresó a Valladolid y empezó a derivar hacia el marxismo, manteniendo en secreto su tendencia.