Me casó mi madre
La mayoría de edad en aquella época estaba establecida en las mujeres a los doce años de edad, mientras que a los hombres se los consideraba maduros para casarse a los catorce. Saber más... espanol.radio.cz. |
Una de las pocas
ventajas de ser pobre en la Edad Media era poder elegir pareja con libertad,
algo que no podían hacer los hijos de los poderosos
La Nueva EspañaIlustración de Alfonso Zapico.
Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un
historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue
galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de
destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
Una de las escasas ventajas que tenía ser pobre en la Edad
Media llegaba cuando los y las jóvenes decidían formar una familia y casarse,
siempre con parejas de su misma condición social. Por lo menos a la hora de
elegir, los humildes gozaban de una libertad que no tenían los poderosos; ya
que estos estaban obligados a obedecer la decisión de sus padres para mantener
el status de su linaje. Los matrimonios entre los privilegiados se realizaban, en
muchas ocasiones, más por interés que por amor. El enlace servía para ir
tramando estructuras de poder entre familias y a la vez para aumentar su
patrimonio económico, de manera que lo de menos era que los novios se quisiesen
o incluso que se conociesen antes del compromiso. Lo corriente era que al llegar a la adolescencia las chicas
ya tuviesen marcado su destino con hombres mayores y que estaban de vuelta de
muchas cosas; aunque también existía la variante de comprometer a dos niños
hasta el momento en que pudiesen pasar por el altar e incluso se conocen
acuerdos para concertar bodas cuando los contrayentes eran todavía lactantes.