El Blog de Acebedo: La última gran etapa de la Edad de Piedra

El Neolítico

El último periodo prehistórico de la Edad de Piedra supuso una auténtica revolución para la humanidad. El Neolítico, que abarcó del 6000 al 3000 a. C., operó transformaciones de gran calado a todos los niveles. El cambio más importante fue el paso de la sociedad nómada al establecimiento de las primeras ciudades, incrementando la población exponencialmente. (...). Saber más... National Geographic– Historia.
El Neolítico forma la última gran etapa de la Edad de Piedra. Su desarrollo coincide con el llamado Cuaternario reciente, cuyo comienzo se coloca, aproximadamente, unos 8.000 años antes de Cristo
Recreación. Ilustración de © Manuel Adolfo García Fernández. Adolfo García, es un historietista español, nacido en Oviedo el 12 de junio de 1945. Adolfo García trabajó como ilustrador publicando historietas en la prensa regional y otros medios asturianos. (El blog de Acebedo cuenta con la autorización expresa del dibujante ovetense Adolfo García para utilizar sus dibujos en sus artículos). (...). Saber más…. Fuente WIKIPEDIA.
Por Carlos María de Luis – El Blog de Acebedo
Durante el Neolítico, la humanidad experimenta una transformación cultural que implica un cambio radical en las formas que hasta entonces habían sido las normales en la vida humana:

"la aparición de la agricultura y la ganadería, y con ello, de la vida sedentaria. Las causas de estas transformaciones hay que buscarlas, fundamentalmente, en los profundos cambios climáticos que se producen al fin de las glaciaciones, y en la llegada de un clima mucho más suave, del tipo del que ahora disfrutamos, o incluso aún más cálido"

Recreación. Ilustración de © Manuel Adolfo García Fernández. Adolfo García, es un historietista español, nacido en Oviedo el 12 de junio de 1945. Adolfo García trabajó como ilustrador publicando historietas en la prensa regional y otros medios asturianos. (El blog de Acebedo cuenta con la autorización expresa del dibujante ovetense Adolfo García para utilizar sus dibujos en sus artículos). (...). Saber más…. Fuente WIKIPEDIA.

Con las nuevas condiciones, el hombre ha llegado a darse cuenta (o quizá encuentra las condiciones ideales para poner en práctica unas ideas anteriores) de que es posible sembrar granos o semillas de las plantas que hasta entonces había tenido que recolectar en forma silvestre; y de que los animales que constituían la base de su dieta, y que anteriormente debía perseguir y cazar, podían ser domesticados, con lo que siempre estaban a su disposición para ser aprovechados como comida o vestido. Todo ello lleva a la primera «revolución» de la humanidad:

"el hombre, al fin, va a ser quien controle su propia producción de alimentos, asegurándose así la regularidad en el abastecimiento de la comunidad en que vive. Y no es ésa la única revolución que experimenta la humanidad del Neolítico. A partir de ese momento, el hombre se va a vincular a la tierra: los grupos humanos se hacen sedentarios, puesto que las cosechas los atan al terruño"

Eso no quiere decir que el hombre neolítico deje de desplazarse. El mundo es aún muy grande para tan poca población; pero ahora las masas humanas sólo se moverán por otro tipo de necesidades: la búsqueda de pastos para sus ganados.

"Unos pocos milenios más tarde, lo harán también para buscar metales con qué fabricar sus armas y sus adornos, pero para eso aún falta mucho tiempo... En todo caso, ya no se trata de un mero nomadeo tras de la caza, sino de auténticas migraciones. A la larga, eso dará origen a intercambios y a un cierto tipo de comercio embrionario"

La llegada del Neolítico a la Península se calcula allá por el quinto milenio antes de Cristo. «En Asturias, las muestras innegablemente neolíticas más antiguas halladas hasta el momento nos dan una fecha gracias al llamado Carbono-14, más vulgarmente «C-14» del año 3961 (antes de Cristo, con un margen de 185 años arriba o abajo), en un yacimiento de la cueva de Les Pedroses (Ribadesella)». De todos modos, aproximadamente hacia el 3000 (antes de Cristo) parece que nuevos pueblos llegan a estas tierras asturianas, que ahora comienzan a poblarse con un número razonable de personas por primera vez, sin que eso quiera decir que en toda la región pasasen de unos pocos miles...

"Nadie sabe quiénes son estos que ahora llegan, de modo que los estudiosos los llaman, para evitarse problemas, los 'Post-Asturienses'. Parece que sus ocupaciones habituales son las propias del pastoreo nómada, pero traen consigo unas nuevas ideas: las del megalitismo, como ahora veremos. Y van a llegar a Asturias por dos caminos: desde el oeste, por tierras portuguesas y gallegas; o desde el este, de la zona de los Pirineos, a través de la cornisa cantábrica. Aparentemente, van buscando nuevos pastos para sus ganados"

Pero volvamos a los primeros neolíticos asturianos.

Las viviendas, en el Neolítico, forman aldeas, cada vez más perfeccionadas. Y no es que las casas sean nada del otro mundo:

"son chozas o cabañas que se levantan a base de troncos y ramajes, sobre un terreno previamente excavado. En algunos lugares, se construyen sobre plataformas apoyadas en troncos que se hincan en el fondo de lagunas o pantanos, formando palafitos, de los que (al menos que yo conozca) sólo se han encontrado rastros de uno hasta ahora en Asturias, cerca del pueblo de La Espina (Salas). Con el tiempo, acabarán por construirse las casas de piedra, y se formarán poblados fortificados con fosos y murallas"
¿Es que el hombre neolítico se hace desconfiado? La realidad, más prosaica, es que, en cuanto el hombre se hace sedentario, y comienza a trabajar, y a vivir de su trabajo, viene un vecino que decide vivir del producto de los demás, y trata de robarle sus bienes y el producto de sus afanes. Por las trazas, ése es otro de los revolucionarios “inventos” de la civilización de la raza humana: el bandidaje.

El Neolítico (palabra que significa «Piedra Nueva») se caracteriza por la utilización de herramientas e instrumentos de piedra, pero que ya no se talla, como se venía haciendo desde milenios atrás, sino que se pule, utilizando para ello, posiblemente, la arena como abrasivo. Pero eso no quiere decir que se empleen sólo la piedra y el hueso como materia prima. Avanzado el período, el hombre comenzará a usar también algunos metales (cobre, plata, oro...), primero en su forma pura, tal y como los encuentra en la naturaleza. Mucho más tarde, aprenderá a utilizarlos mezclados, consiguiendo el bronce a base de cobre y estaño, por ejemplo. Como de costumbre, a tierras asturianas nos llega el Neolítico no sólo con retraso, sino incompleto. Con ello, quiero decir que:

"los asturianos adoptan la piedra pulimentada, sí, e incluso más tarde los metales, pero sin abandonar por ello la caza ni la recolección de vegetales silvestres, por las trazas; y si bien parece que atienden a una agricultura, lo hacen de forma muy secundaria. Pero quizá eso sea porque el clima asturiano, ya entonces como ahora, no permite maravillas con los cereales, y que nuestro suelo siempre ha sido relativamente pobre"

En cuanto a los pueblos que hemos llamado «Post-Asturienses», aquella especie de pastores nómadas que, con sus grandes rebaños de:

╠ ovejas
╠ cabras
╠ cerdos
╠ vacas

Llegan hacia el año 3000 antes de Cristo en busca de pastos, tendrían unas viviendas que, como es natural, no podían ser muy estables.

Lo más probable es que «se tratase de cabañas de tipo circular, con techos de ramas o pieles, y algún tipo de recinto cerrado con ramajes y troncos para guardar los ganados y protegerlos de fieras y ladrones».

"Es muy posible que las actuales pallazas o cabanas de teito de las brañas de montaña del occidente asturiano, nos den una idea de cómo debían de ser aquellas construcciones del Neolítico. Lo más curioso es el hecho de que, a su lado, aferrados a las tradiciones del Epipaleolítico, otros grupos de gentes siguen viviendo en cuevas, como sucede en las de La Lloseta o Les Pedroses, ambas en tierras de Ribadesella. Todo ello nos demuestra que el cambio no es brusco; que hay, en efecto, una serie de oleadas de nuevas gentes, y que con ellas llegan nuevas ideas, pero que conviven con las antiguas formas culturales, conservadas por los pueblos que ya estaban aquí establecidos. Y lo hacen durante un período razonablemente largo de tiempo, antes de que acaben fundiéndose todas las culturas en algo que muy bien podríamos llamar el Eneolítico"

Teóricamente, el Eneolítico se supone que es la primera de las tres etapas en que los especialistas han dividido, por comodidad, la Edad del Bronce en España. En la práctica, tal idea no se ajusta en absoluto a los hechos, puesto que equivaldría a aplicar el nombre de Bronce I a una época en que aún no se conoce el bronce... Todo lo más, hay algunos objetos (muy pocos) fabricados en cobre casi puro. Por eso, parece mucho más razonable utilizar el término Eneolítico, que indica una utilización conjunta del cobre y la piedra.

"El Eneolítico presenta en España muchas áreas culturales diferentes, según las zonas, pero todas ellas relacionadas con el fenómeno megalítico. Dentro de éste se ve claramente que esta etapa cultural tiene dos períodos bien diferenciados.
╠ El primero de ellos, el más antiguo, se caracteriza por la construcción de grandes monumentos, supuestamente funerarios: los auténticos megalitos («piedras grandes», al cambio), dólmenes o poblados-fortalezas, según las zonas.
╠ El segundo tiene como eje a unos pueblos que ya saben fabricar la primera cerámica digna de tal nombre: la campaniforme, porque los cacharros que fabrican tienen forma de campana"

En España hay varias regiones megalíticas, perfectamente diferenciadas. La asturiana encaja dentro de la del noroeste peninsular, que comprende desde el valle del Mondego (Portugal) hasta el asturiano valle del Sella. El tipo de dolmen de esta zona es el llamado «de cámara poligonal», con corredor reducido, que en algunos casos presenta decoraciones pintadas o grabadas en su interior. Las otras zonas son:

╠ Andalucía occidental
╠ el sureste peninsular
╠ la zona del Pirineo, desde el País Vasco a Cataluña.

Es muy curioso que tanto Cantabria como la mayor parte de ambas Castillas, el valle medio y bajo del Ebro, y la zona valenciana, carezcan absolutamente de megalitos.

Pero hablemos de los dólmenes asturianos.

"Porque si bien es cierto que no nos ha quedado ningún resto de las casas del hombre neolítico, en cambio sí que nos han quedado cementerios y enterramientos suyos; y en número muy elevado por toda Asturias. Muchos de ellos están en relación con los monumentos megalíticos"

El dolmen es, posiblemente, el monumento más antiguo.

"Suele tener un cierto aspecto de mesa, a base de varias lajas de piedra clavadas verticalmente, formando una especie de paredes, con otra más (que en Asturias suele llamarse cobertoria), colocada horizontalmente sobre ellas, a modo de tapadera. La planta resultante es poligonal, o aproximadamente cuadrada. Por lo general, estos dólmenes se solían cubrir con piedras y tierra, formando un túmulo de forma cónica, como una montaña en miniatura, que encerraba en su interior la estructura dolménica"

Recreación. Ilustración de © Manuel Adolfo García Fernández. Adolfo García, es un historietista español, nacido en Oviedo el 12 de junio de 1945. Adolfo García trabajó como ilustrador publicando historietas en la prensa regional y otros medios asturianos. (El blog de Acebedo cuenta con la autorización expresa del dibujante ovetense Adolfo García para utilizar sus dibujos en sus artículos). (...). Saber más…. Fuente WIKIPEDIA.

Hay historiadores que opinan que los dólmenes eran monumentos funerarios, como sepulturas colectivas. Y si bien es verdad que en su interior han aparecido por lo general varios cadáveres, también es cierto que no todos corresponden a las mismas épocas. Eso nos indicaría una especie de «lugar sacro», donde se enterraban los cadáveres importantes; pero parece arriesgado asegurar que hayan sido levantados con una finalidad exclusivamente funeraria. Del mismo modo podríamos decir que «las grandes catedrales góticas, puesto que han servido como lugar de enterramiento a multitud de personas de su época y de otras posteriores, fueron levantadas como monumentos funerarios...»

"El interior de los dólmenes aparece a veces decorado con pinturas o grabados de tipo esquemático. Ese es el caso del de Santa Cruz de Cangas de Onís. Incluso en la cobertoria del que se levantaba al lado de la iglesia de Abamia (Cangas de Onís), y que ahora se conserva en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, hay una figura que muy posiblemente sea un ídolo antropomorfo"

Lo malo de los dólmenes asturianos, de los que se han descubierto más de veinte, aunque sólo una media docena de ellos sean bien conocidos, es que «han sido concienzudamente saqueados ya desde la más remota antigüedad por los buscadores de tesoros, en tanto que los campesinos han solido utilizar sus lajas de piedra para sus construcciones y en cierres de fincas».

"Los dólmenes más conocidos de Asturias son:
╠ el de Cangas de Onís (situado bajo la capilla de Santa Cruz, fundada por el rey Favila)
╠ el de Merillés y Baradal (ambos en Tineo)
╠ el de La Cobertoria (Se extiende por la divisoria de Quirós y Lena)
╠ el de Entrerríos o La Filandoria, entre los concejos de Villayón, Allande e Illano
╠ de la Cobertoria en Salas
╠ el Cantón I, en Sariego
╠ Los desaparecidos de Abamia (Cangas de Onís) y Mian (Amieva)"

La decoración de los dólmenes nos da a conocer un cambio en la mentalidad de las gentes neolíticas, en relación con los anteriores habitantes de Asturias. El naturalismo de las cuevas paleolíticas ha dado paso a un nuevo arte abstracto en las decoraciones del Neolítico.

"Se trata de nuevas representaciones artísticas, de un tipo puramente esquemático, en las que predominan las líneas, paralelas o cruzadas, las ondas, los semicírculos y espirales... Más tarde, en una época ya considerada como «metálica», aparecerán representaciones humanas y animales, aunque muy estilizadas, pero no en los dólmenes, sino en refugios rocosos, como los de Teverga. Tras la cultura de los dólmenes, aparecerá la de los túmulos, que no es, en realidad, más que una derivación suya, ya en plena Edad del Bronce, y que se extiende no sólo por Asturias, sino por toda la costa del Atlántico europeo"

En los ajuares depositados en esos enterramientos, pese a los expolios realizados con el correr de los siglos (no ha sido encontrado ni un solo dolmen o túmulo que no hubiese sido saqueado), es posible encontrar todavía bastantes objetos, especialmente de piedra pulimentada, menos apetitosa para los ladrones de posibles riquezas, que iban tras los metales. Por lo general, se trata de:

"hachas de piedra primorosamente pulimentadas, ejemplares casi perfectos en su tipo, con un agujero que permite colgarlas, lo que da idea de su finalidad ritual y no utilitaria. Hay también cuchillos de sílex, así como puntas de flechas y otros objetos de pequeño tamaño. Lo realmente notable es que estas piezas dan muy raramente muestras de haber sido utilizadas, lo que nos indica que han sido fabricadas justamente con una finalidad funeraria: para ser depositadas en la tumba, con el cadáver o sus cenizas. En alguna ocasión, aparece alguna piedra pulimentada con restos de pintura decorativa. En casos muy contados, han sido hallados objetos de metal o de cerámica, pero no es lo habitual"

Si no hay demasiados restos del Neolítico y del Eneolítico en Asturias, hay que reconocer que sí han quedado importantes muestras de tipo artístico y religioso, ya sea en los dólmenes o en diversos objetos y utensilios de piedra. «Entre éstos destaca, como una muestra, aunque sólo sea testimonial, de una intensa vida espiritual y artística, una serie de ejemplares de los llamados ídolos-placa, posibles representaciones esquemáticas de alguna perdida divinidad funeraria megalítica». Pero, sobre todo, nos encontramos con auténticos ídolos, como el aparecido en la tapadera del dolmen de Abamia, que es, sin la menor duda, uno más de entre los numerosos ídolos oculados, relacionados con la muestra más tardía de Peñatú, ya de plena Edad del Bronce. Hay otros ídolos, alguno de ellos bastante discutible, como:

╠ el de Veranes (Gijón), hoy a la puerta de la iglesia de Cenero
╠ el de Las Paniciegas (Tineo)
╠ el del dolmen de Baradal (también en Tineo)
╠ el de la cueva del Cuélebre, en Corao (Cangas de Onís)

Todos ellos son muy esquemáticos, y casi sin interpretación razonable.

Con respecto a la sociedad eneolítica, los restos conservados en Asturias sólo nos permiten suponer una posible agricultura en las zonas llanas entre montañas, por lo general en torno a los megalitos, así como también la posibilidad de una amplia ganadería de pradera y montaña, que debió de ser la actividad más importante de esta gente, en tanto que la agricultura debía de ser la secundaria. Pero nada prueba (ni siquiera sugiere) la menor actividad metalúrgica en esta época eneolítica. Y si es que la hubo, tuvo que ser muy limitada.

"En cuanto a la organización social de estos pueblos, es de imaginar que era la propia de las comunidades de pastores y algo agricultores. Su núcleo básico sería el de la familia «ampliada», con una estructura de tipo matriarcal, que aún perdura solapada en la actual sociedad rural asturiana, y algunos de cuyos elementos todavía se conservaban en tiempos relativamente próximos, como podían ser la covada o el avunculado"

A pesar de la organización matriarcal, el número de hombres en esta sociedad debía de ser importante, dado lo que supone la erección de los dólmenes, y el traslado de sus materiales.

"Está comprobado, por ejemplo, que una de las grandes losas de la cubierta del dolmen de Enterríos procede del otro lado de la sierra de Carondio, opuesto al lugar donde el dolmen se eleva, lo que supone una considerable distancia y el tener que franquear la montaña con la piedra a cuestas"
Desgraciadamente, nada sabemos aún de los poblados de estas gentes.

FUENTE: EL BLOG DE ACEBEDO. Textos: © CARLOS MARÍA DE LUIS. Dibujos: © ADOLFO GARCÍA. Artículo extraído de “Historia dibujada de Asturias” “Edad Antigua”. Tomo 1. Págs.: 33-48. © AYALGA EDICIONES. S. A. 1987. Salinas-Asturias.

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AUTORES.

Carlos María de Luis García-Montoto. Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo, periodista y dibujante. Nació en Salas, en noviembre de 1934. Desde 1963 a 1969 fue jefe del Servicio de Investigaciones Arqueo-lógicas de la desaparecida Diputación Provincial, y director del Museo Arqueológico Provincial de Oviedo. Dejó la arqueología por el periodismo, pasando a la redacción del diario ovetense La Nueva España, donde trabajó hasta 1984, año en que fue privatizada la prensa del Estado. A partir de esa fecha y hasta su jubilación, presta sus servicios en el Gabinete de Prensa de la Dirección Provincial de Asturias del Ministerio de Educación y Ciencia. Ha publicado en la prensa regional y en diversas revistas multitud de trabajos y reportajes, en serio y en clave de humor, sobre la historia, la arqueología, el arte medieval, el pasado de la Iglesia, y también sobre la historia de los diversos ferrocarriles asturianos, que son otra de sus debilidades. Colaboró en diversas publicaciones nacionales e hispanoamericanas con trabajos sobre temas asturianos. También ha publicado varios artículos de investigación en el Boletín del Instituto de Estudios Asturianos y en revistas de distintas universidades, y dos guías didácticas para escolares, dentro del programa «Conocer Asturias», del Ministerio de Educación y Ciencia y la Consejería de Cultura del Principado. FUENTE: EL BLOG DE ACEBEDO. Foto: El Comercio.

Manuel Adolfo García Fernández. Historietista - Dibujante - Humorista Gráfico. Nace en Oviedo Asturias) el 12 de junio de 1945. Se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo y trabajó como decorador e ilustrador en una agencia publicitaria ovetense en el comienzo de su trayectoria profesional, aunque siempre le atrajo el dibujo humorístico y la historieta e hizo sus primeros pinitos en la prensa regional. Se pluriempleó dibujando historietas de corte infantil para Bruguera, con un estilo deudor del de F. Ibáñez, comenzando en el inicio de la década de los años setenta en cabeceras como Din Dan, a la que destinó sus series Pepe Murciélago y Maratón, ambas sobre guion de Francisco Alonso. Entró en litigio con Bruguera, por impago de una obra, a raíz de su historieta San Juanín de la Lumbre, primeramente, aparecida en La Nueva España y que Bruguera rescató en un Zipi Zape Especial en 1984. Publicó brevemente en la revista Trinca y siguió dibujando, pero la mayor parte de su obra posterior quedó sin publicar en España debido a que fue dirigido al mercado exterior por mediación de la agencia Bardon-Art. De su producción patria nos quedaron sus colaboraciones con empresas asturianas, como Chocolates La Herminia, La Nueva España, La Pega Tina, Trabe y otros emprendimientos, entre ellos algunas autoediciones. En el siglo XXI ha recuperado algunas de sus obras a través del sello Madú (como Xuanón) y por mediación del periódico La Nueva España (Pelayo). FUENTE: TEBEOSFERA.

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