(…) cuanto más bajo esté el sol
con respecto al horizonte, menos azules y más rojos teñirán los cielos, ya que
más atmósfera tendrá que atravesar la luz blanca. Cuando el sol se encuentra en
el ocaso, sus rayos pasan por una cantidad de atmósfera terrestre diez veces
superior a cuando se encuentra en el cénit. (…). Saber más… Muy Interesante. |
Ilustración de Alfonso Zapico |
En la casa familiar de mi amigo Silvino, que ya hace mucho fue reemplazada por un moderno edificio, el balcón de la fachada se abría frente a la entrada de la plaza cubierta de Mieres, cuando la mañana de cualquier día de diario tenía más actividad de la que ahora se vive en los mercados de los domingos. Allí pasábamos muchas tardes jugando o viendo correr la vida, mientras la televisión más cercana era la que el pacífico Goyo encendía para sus clientes a las horas de comedor en "La Madrileña", un bar entrañable que abría sus puertas en los bajos del portal inmediato. En la sala había un mueble con una pequeña pero maravillosa biblioteca donde reinaban los libros encuadernados en piel del siglo XIX, y entre ellos una gran Astronomía de Camille Flammarion, donde se recogían desde los avances tecnológicos de su época hasta un capítulo dedicado a los llamativos fenómenos celestes que habían sorprendido a todas las civilizaciones a lo largo de la historia. Ya sé que ahora parece imposible, pero los niños de la calle también nos divertíamos mirando aquellas ilustraciones e incluso -no les exagero- leyendo.