El origen franco de la Balesquida |
Grabado de J.
Cuevas, de 1879, que reproduce la marcha hacia el Campo San Francisco del
habitual ramo y la carroza donde se llevaban los bollos. LNE |
Los antecedentes de la fiesta del Martes de Campo |
Romeros
celebrando el Martes de Campo a comienzos del pasado siglo, cuando el declive
de la fiesta propició la aparición de la Sociedad Protectora. LNE |
La Balesquida en Oviedo, es uno de
los festejos más tradicionales y antiguos de la capital asturiana. Seguramente,
muchos ovetenses sabrán que el nombre y el origen de esta fiesta se remonta
varios siglos atrás, y que se debe a una dama llamada Velasquita Giráldez, que
el 5 de febrero de 1232 instituyó y dotó generosamente a la «cofradía de los
alfayates o xastres y de otros vecinos y [hombres] buenos de la ciudad de
Oviedo»; congregación que con el tiempo pasó a ser denominada de la Balesquida,
al trastocarse el nombre de Velasquita, fundadora de la cofradía. Con este
artículo, trataremos de dar a conocer a los ovetenses algunas noticias de esa
señora de nombre tan singular.
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Grabado que
muestra el reparto del bollo entre los cofrades. LNE |
Por los documentos conservados, se
sabe que Velasquita Giráldez era hija de Giraldo Pérez y que tenía dos
hermanos, Pedro y María Giráldez. Debió de morir el mismo año en el que otorgó
su testamento, en 1232, y fue enterrada en la iglesia de San Tirso de Oviedo,
en la que en una pilastra del lado del Evangelio consta la siguiente
inscripción, escrita con caracteres más modernos que los de la fecha que
incluye: «Dª Balesquida Giráldez fundadora del hospital y cofradía de su nombre
yace al pie de esta columna. Murió año de 1232». Velasquita debió de permanecer
soltera, ya que el citado testamento de 1232 es en realidad una de las llamadas
donaciones «pro anima», ya que se ofrece por la «redención de mi ánima [de
Velasquita] y de mis padres y de todos mis bienhechores», no habiendo mención
ni a marido ni a hijos. Pertenecía Velasquita Giráldez al
grupo de francos instalados en Oviedo desde tiempo atrás o descendiente de
éstos. Así lo parece indicar su apellido y el nombre de su padre, Giraldo, de
indudable origen francés, ya que Gerard, o Girard, es nombre y apellido muy
extendido en el país vecino, formado por los términos germánicos «ger», que
significa «lanza», y «hard», duro o fuerte. El patronímico de Velasquita,
«Giráldez», denota ya una hispanización al utilizar la terminación «ez» junto
al nombre del padre para formar su apellido, como era habitual en nuestras
tierras. Los francos habían comenzado a
instalarse en Oviedo al tiempo que las peregrinaciones a Santiago y a San
Salvador de Oviedo cobraban auge, en el último cuarto del siglo XI. Algunos
debieron ser peregrinos que no retornaron a su tierra, mientras que otros
fueron inmigrantes que aprovecharon la demanda de servicios mercantiles y
artesanales generada en los núcleos urbanos que se fueron desarrollando a la
vera del camino o animados por el flujo de peregrinos. Ya en 1075 el rey
Alfonso VI, acompañado de un amplio séquito, había visitado la Cámara Santa
ovetense y las reliquias en ella conservadas, por la fama que éstas tenían ya
en medios cristianos. |
Foto extraída
de la web de La Balesquida (apartado de fotos antiguas). |
Algún tiempo después, con posterioridad a 1085, fecha del
fuero de Sahagún, cuyo modelo sigue, Alfonso VI concedió a Oviedo y a Avilés su
primer fuero. La confirmación que de ese primer fuero ovetense hizo su nieto
Alfonso VII, en 1145, ha llegado hasta nosotros en una versión romanceada de
1295, escrita al ser ratificado el texto foral por Fernando IV. Una de las
disposiciones del fuero establece: «Los merinos que el Rey pusiere sean vecinos
de la villa, uno franco y otro castellano [?]. Y lo mismo los sayones». Esta disposición foral revela la gran
importancia que el grupo de pobladores francos tenía en el Oviedo de esos
siglos altomedievales. La dualidad de magistraturas de francos y locales figuraba
ya en el texto del primer fuero de Alfonso VI, como lo testimonia un documento
de venta fechado en junio de 1115, en Oviedo, suscrito por un «Robert, iudice
de illos francos», es decir, un Robert o Roberto, juez de los francos, y «Monio
Sarasin», al que simplemente se califica de «juez», y que sería el nombrado por
la población autóctona. |
Procesión de la
Balesquida a mediados del siglo XX. LNE |
Robert es un nombre germánico muy frecuente en la
Francia de la época. Aparte de ese «Robert, iudice», ya
citado, la documentación nos ha dejado los nombres de otros francos que
desempeñaron magistraturas municipales, como «Beltram de Tarascon» (población
de la Provenza francesa), que era merino en 1185, o «Petrus Geraldiz, iudice»,
en 1231, e incluso Pedro Bretón, juez en 1261. Muchos de los personajes cuyos
nombres o apellidos son franceses, como Gerard, Geraldiz, Guillielmus, Guillem,
Jofré, Galter, Guionet, Yvo, Almerinus y otros varios más, y que aparecen en la
documentación conservada, serían originarios de varias regiones francesas y
otros ya descendientes de los primeros francos establecidos tanto en Oviedo
como en Avilés.
La integración y fusión de estos francos con la población local
debió de ser muy temprana y muy estrecha, de manera que cuando en junio de 1262
se redactaron unas ordenanzas para la elección cada año de jueces, alcaldes y
jurados por el concejo de Oviedo, ya no se hace mención al grupo franco. Para
entonces, en cambio, habían adquirido un gran protagonismo los
«mesteres» o
agrupaciones de los distintos oficios artesanales, que en número de doce
elegían a 24 hombres buenos para participar en la elección, que se celebraba en
Santa María del Campo, una capilla situada en el luego denominado Campo de San
Francisco, por la instalación en sus términos de los monjes de la orden
franciscana. |
Cartel de la
Asociación de Amigos de la Naturaleza de Asturias (ANA) pidiendo que se respete
el Campo San Francisco durante la celebración de un Martes de Campo en los años
80. LNE |
La mayoría de los onomásticos
empleados por esa población de origen franco corresponden, según el prestigioso
lingüista Rafael Lapesa, a la amplia zona conocida como Occitania, que ocupaba
la mitad sur de la actual Francia y que hablaba el occitano o lengua de «oc», y
a la Gascuña, región vecina a la anterior, en el ángulo suroccidental. También
hubo presencia de otros inmigrantes de otras regiones, como Bretaña, Normandía,
Lorena? Ese dominio de los elementos
occitanos, explica la presencia de términos lingüísticos provenzales en los
textos romanceados de los fueros de Avilés y Oviedo. |
Romeros
celebrando el Martes de Campo. Foto extraída de la web de La Balesquida (apartado
de fotos antiguas). |
Afirma Rafael Lapesa que
no se sabe «si la redacción sancionada en 1145 [para el fuero de Oviedo] y 1155
[para el de Avilés] por Alfonso VII estaba en latín y fue objeto de romanceamiento
posterior, o si la cancillería del monarca se limitó a autorizar unas
ordenanzas previamente compuestas en lengua vulgar. Pero ese romanceamiento o
esa versión primitiva debieron ser hechos por un francés del Mediodía, y su
lenguaje hubo de ser la mezcla de provenzal y asturiano en que los
"francos" se entendían con la gente del país». Los elementos de origen franco
debieron integrarse sin gran dificultad con la población nativa, lo que se
constata por los matrimonios en los que uno de los cónyuges tiene onomástica
francesa y el otro local, o la adopción por parte de los francos de nombres
hispanos, como es el caso de Velasquita Giráldez, cuyo nombre es de ese origen
y su apellido francés. |
Imagen antigua
del interior de la capilla de la Balesquida.. Foto extraída de la web de La Balesquida (apartado de fotos antiguas). |
No obstante, el mantenimiento de relaciones comerciales
con algunos lugares franceses, como el puerto de La Rochelle, en la costa
atlántica, contribuyó a la continuidad de francos en la capital asturiana y en
Avilés. El 19 de febrero de 1274 se fecha un documento de venta de una casa
situada en la ovetense «calella de Socastiello», que lindaba con la casa de
«María Guillérmiz morador enna Rochela». Esa «caleya» de Socastiello se situaba
donde hoy se encuentra la calle San Juan, y era ésa una zona ocupada con
preferencia por artesanos y comerciantes de origen franco.
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Jóvenes
bailando la danza prima en un abarrotado paseo del Bombé durante la celebración
del Martes de Campo en los años 70. LNE |
Buena parte de los
personajes con onomástica franca que se conocen a través de la documentación
antigua de Oviedo aparecen instalados a lo largo de las actuales calles de
Cimadevilla y la Rúa, que aparece denominada en aquellos tiempos como «Rúa
Francisca», precisamente por ello, y en la zona en torno al castillo construido
por Alfonso III, que ocupaba el solar donde hoy se alza un edificio de
Telefónica. Formaban esas calles un importante eje comercial en el Oviedo de
entonces y en esa misma zona levantó nuestra Velasquita Giráldez un hospital,
desaparecido, mientras se conserva la capilla de la Balesquida, construida a su
lado. Es un dato más esta ubicación de la pertenencia de nuestra Velasquita
Giráldez al núcleo de pobladores de origen franco, que constituía un poderoso e
influyente grupo entre la burguesía del Oviedo medieval.
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Procesión
antigua de la Balesquida... Foto extraída de la web de La Balesquida (apartado
de fotos antiguas). |
FUENTE: JAVIER RODRÍGUEZ MUÑOZ. Publicado por La Nueva España el 18-05-2013. Ver enlace. Artículo con fotos extraídas de la web "LA BALESQUIDA" (antigua cofradía de nuestra señora de la Esperanza). Para saber más visitar; La Balesquida ________________________________________________________________________
AUTORES.
Javier Rodríguez Muñoz,
historiador.
Nació en Mieres en septiembre de 1948. Licenciado en Historia por la
Universidad de Oviedo en 1973, ha dedicado toda su vida al estudio de la
historia y cultura asturiana, realizando su trabajo vinculado a las editoriales
Gran Enciclopedia Asturiana-Silverio Cañada y a La Nueva España, en los últimos
años. Ha participado muy directamente en obras como la Gran Enciclopedia
Asturiana y sus Apéndices; la Historia General de Asturias y la Enciclopedia
Temática de Asturias, además de otras obras y colecciones. Dirigió la librería
y sala de arte Artemón, en la calle Mon, de Oviedo (1977-1978) y entre
1980-1981, dirigió y puso en marcha el Centro Social y Cultural de Las Vegas,
dependiente del Ayuntamiento de Corvera de Asturias. En 1988 dirigió la
exposición 1388-1988. Seis siglos de historia, organizada por el Gobierno del
Principado de Asturias en conmemoración del sexto centenario de dicha
institución. Con tal ocasión coordinó la edición de la «Biblioteca Histórica
Asturiana», colección de 26 títulos que cubrían toda la historia de Asturias,
siendo autor de algunos de ellos. Coordinó también la colección «Cruzar el
Charco» editada por el Archivo de Indianos, 16 títulos publicados entre 1992 y
1994. De diciembre de 1993 a diciembre de 1996 trabajó en la puesta en marcha
del Museo de la Minería, en El Entrego, donde ha llevado el departamento de
Difusión y redactado los textos que ilustraron la exposición inicial. Para La
Nueva España ha dirigido las obras Asturias a través de sus concejos (Oviedo,
1998), Diccionario Geográfico de Asturias (Oviedo, 2000), Diccionario Histórico
de Asturias (Oviedo, 2002), Enciclopedia del Paisaje de Asturias (Oviedo,
2003), Diccionario enciclopédico del Principado de Asturias (en colaboración
con Ana María Roza Iglesias, 15 tomos. Oviedo, 2004), Los Asturianos. Raíces
sociales y culturales de una identidad (Oviedo, 2005), Asturias y la mar
(Oviedo, 2006); La prehistoria en Asturias: un legado artístico único en el
mundo (Oviedo, 2009). Igualmente, ha coordinado y dirigido una Historia de
Gijón publicada en 2010. También ha coordinado las obras Diccionario general de
la lengua asturiana (Oviedo, 2002-2004) y Toponimia asturiana. El porqué de los
nombres de nuestros pueblos (Oviedo, 2005), obras ambas de las que es autor
Xosé Lluis García Arias. Ha dirigido y participado en la obra Gijón, cantón
milenario, editada por el Ayuntamiento de Gijón en 2003. Desde febrero de 2007
a diciembre de 2015 dirigió el Club Prensa Asturiana de La Nueva España y ha
sido colaborador asiduo en el periódico La Nueva España, con artículos de
temática histórica asturiana. En 2018 fue Comisario del Gobierno del Principado
de Asturias en los actos del XIII Centenario de los orígenes del Reino de
Asturias y organizó el Congreso “Nuevas visiones del reino de Asturias”. Desde
junio de 2018 es patrono de la Fundación Indalecio Prieto, con domicilio social
en Madrid. Es autor de los siguientes libros: Historia gráfica de Asturias
(Gijón, 1988); Colección de textos y documentos para la historia de Asturias
(I) (Gijón, 1990); Colección de textos y documentos para la historia de
Asturias (II), en colaboración con Juaco López Álvarez (Gijón, 1990);
Diccionario de historia de Asturias, en colaboración con Miguel A. González
Muñiz (Gijón, 1991); Asturias. Tarjetas postales (Gijón, 1992); Gijón. Tarjetas
postales (Gijón, 1992); Oviedo. Tarjetas postales (Gijón, 1992); Asturias.
Fotos y retratos de Laureano Vinck (Gijón, 1992); Curiosidades asturianas, en
colaboración con varios autores (Gijón, 1992); La monarquía asturiana. Nacimiento
y expansión de un reino. (Oviedo, 2004); La guerra civil en Asturias (Oviedo,
2007); Asturias: el siglo XX en imágenes, 15 tomos (Oviedo, 2007); La guerra de
la Independencia. Los asturianos en el levantamiento contra Napoleón y en la
revolución liberal (Oviedo, 2009); La revolución de octubre de 1934 en
Asturias. Orígenes, desarrollo y consecuencias (Oviedo, 2010); Excursiones por
Asturias. Un fin de semana en… (Oviedo, 2011); Asturias bajo el franquismo:
(1937-1975) [Oviedo, 2012]; Asturias monumental. La historia de Asturias a
través de sus joyas arquitectónicas (Oviedo, 2013); y Parlamentarios asturianos
de 1977. La transición en Asturias de la Dictadura a la Autonomía, en
colaboración con Adolfo Fernández (Oviedo, 2018). Es autor de más de medio
centenar de artículos publicados en diversas obras colectivas o revistas. Entre
los últimos: «Con alas de plomo: la fallida ayuda aérea al Norte», en Indalecio
Prieto. Primer Ministro español del Aire (Madrid, 2016). En Dialnet, portal de
difusión de la producción científica hispana, que desde 2001 puso en marcha la
Universidad de la Rioja, como base de datos de acceso libre, se pueden ver
algunos títulos más. Ver: https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=2644612. Es patrono de la
Fundación José Barreiro desde el 12 de diciembre de 2017. Reputado estudioso de
la historia de Asturias, exdirector del Club Prensa Asturiana de LA NUEVA
ESPAÑA. FUENTE: Fundación José Barreiro
EL BLOG DE ACEBEDO (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica
que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el
presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado
a existir la sociedad en la que vivimos.“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
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MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros
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García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío
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