La línea de los españoles
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Avda de Mayo en Buenos Aires |
Según los expertos, la red de transportes subterráneos de la ciudad de Buenos Aires fue la primera que se abrió en todo el hemisferio Sur, ya que el 1 de diciembre de 1913 se inauguró en ella la línea A que une las estaciones de Plaza de Mayo y Plaza Miserere
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Foto
de 1912 donde se aprecia la construcción de la línea A de subterráneos de la
Ciudad de Buenos Aires bajo la Avenida de Mayo, a la altura de la estación
Sáenz Peña. Al fondo se observa el Palacio del Congreso. Archivo General de la
Nación (AGN). Autor desconocido. Wikipedia.
Esta imagen es de dominio público porque el copyright de esta fotografía,
registrada en la Argentina, ha expirado. (Todas las obras fotográficas de más
de 25 años de antigüedad pasan al dominio público luego de 20 años desde su
primera publicación, conforme Ley 11.723, Artículo 34 y sus modificaciones, y
el Artículo 7 inc. (4) del Convenio de Berna).
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Fue construida por la
Compañía de Tranvías Anglo-Argentina y a pesar de que desde 1912 otra
compañía tenía la concesión para abrir la actual línea B, el proyecto
quedó aparcado por la crisis que provocó en todo el mundo el hundimiento
de la bolsa de Wall Street -ya saben, el famoso crack de 1929- y no
pudo hacerse realidad hasta octubre de 1930, cuando ya estaba retornando
la bonanza económica. Entretanto, aprovechando el descontento
social, el teniente general en la reserva José Félix Uriburu, se había
sublevado un mes antes contra el presidente Hipólito Irigoyen, asumiendo
el poder, primero de manera provisional y luego de facto hasta febrero
de 1932, un mes antes de morir en París. Aquel golpe, apoyado por la
Iglesia católica, abrió en Sudamérica la larga lista de regímenes
autoritarios que se multiplicaron a lo largo del siglo XX y fue el
primero que tuvo un carácter claramente fascista: las Fuerzas Armadas
tomaron el poder político; los obreros fueron reprimidos y sus líderes
fusilados; se recortaron los derechos y libertades y se empleó
sistemáticamente la tortura.