Los astures eran buenos realizando emboscadas
Su
conocimiento del terreno era una ventaja importante, Asturias es una tierra
irregular, con mucho desnivel, con frondosos bosques, altos acantilados, pozos
que se abren en la tierra, ríos profundos con un gran torrente…
|
|
El conocimiento
de toda la zona facilitaba la elección del lugar para presentar batalla. En los
bosques se construían plataformas de vigilancia sobre los árboles en las que
siempre había disponible dardos, flechas o lanzas; usaban las mismas trampas
que empleaban para los grandes animales como técnica para impedir el avance del
enemigo; esperaban agazapados, en silencio, sin mover un músculo para pillar a
la avanzadilla enemiga por sorpresa, rodearla y desestructurar su formación
haciendo que cundiera el pánico entre los soldados del bando contrario. Cuando combatían en la montaña contaban con otros elementos
de su lado, los pasos estrechos, las gargantas, acantilados y las horas de
niebla eran sus mejores aliados, solían esperar al enemigo escondidos en la
pared de la montaña, a una altura superior al camino de paso para que, cuando
el enemigo intentara cruzar, ante la imposibilidad de retroceder si era un ejército
numeroso, tuvieran que avanzar y sortear lluvias de flechas, piedras, lanzas…
En ese tiempo los pasos de montaña eran bastante angostos y, en el caso del ejército
romano hay que imaginarse a miles de hombres, caballos y carretas avanzando por
un camino estrecho, pedregoso, con nieve, lluvia, viento…