Foto del libro "Tierra negra" Volumen II Fotos de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez |
Hunosa sólo sacará carbón de Nicolasa (Mieres) y a los pozos de Santiago
(Aller) y Carrio (Laviana) les quedan trabajos de clausura
(Fotos de Eduardo
Urdangaray y Ramón Jiménez y un texto de José Luis Argüelles evocan el mundo
que hizo de Asturias una tierra industrial)
Minero del Pozo santa Barbara (Turón-Mieres), en 1992. Foto del libro "Tierra negra" Volumen II Fotos de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez |
Al repasar estas imágenes que pronto
serán los fragmentos y recuerdos de una mitología conclusa, sabemos que están
listas las palas y que el hoyo espera dispuesto. Como ocurre con casi todos los
cadáveres recientes, tal parece que el muerto quisiera decir aún algo
importante, una última palabra que añadir a su epitafio. Pero somos incapaces
de entender su gesto mudo, de interpretar cabalmente la intrusión del más
espeso silencio en cada uno de los miembros del cuerpo a punto de
descomponerse. Ahí donde las obras y el tiempo fortificaron largo tiempo una
esperanza. Ahí donde la inexistencia empieza a roer la piel de las
significaciones. ¿Qué consuelo extraer de la dialéctica de la destrucción y del
rictus extremo de lo que expira? Jamás resulta fácil encontrar una manera recia
de despedirse para siempre.
Minas de Figaredo (mieres).Foto del libro "Tierra negra" Volumen II Fotos de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez |
Un mundo material y denso,
consistente, con su propio diccionario de vocablos hermosos y el código
humanista de una historia cruzada de solidaridades y arrebatos, de hechos y
sueños, de paisajes y canciones, de luchas y deseos. Un mundo en el que se
exploraba la vida en las mismas entrañas de la tierra y en los libros de los
clásicos de la justicia social; en los hospitales y los chigres; en las
lampisterías y al lado de las grandes turbinas; frente a los hastiales del
sudor y en las largas huelgas ganadas y perdidas; en las comisarías, los
destierros, las torturas y las cárceles; junto a los hijos que debían ir a la
escuela, al instituto, a la universidad... Junto a la muerte. Frente a la
muerte. Contra la muerte.
Teresa, trabajadora minera en labores exteriores. Pozo Monsacro, Morcín (1992). Foto del libro "Tierra negra" Volumen II Fotos de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez |
No, nadie vendrá a decir algo
sustancial ahora que aquel mundo nuestro se acaba. Listas las palas, el hoyo
dispuesto. Ahora que hemos aprendido a conjugar el verbo
"descarbonizar", casi palabra del año, y a sospechar que bajo el
ministerial sintagma "transición energética" se esconde un
apuñalamiento: el de unas comarcas minerales y vehementes; corajudas y
sentimentales; dinamiteras y cultivadoras de sus tradiciones; cantarinas en el
minuto feliz y silenciosas en las horas graves, camino de los cementerios;
ecuménicas en el entendimiento de la pasión por la ayuda mutua, la igualdad, la
misericordia... Un mundo se acaba, sí, y nadie vendrá
a sus exequias. El viento de la historia y la mano larga de los canallas, de
los desleales, de los suplantadores, de los mentirosos, han borrado todos los
discursos. ¿Qué consigna sindical no entendimos? Aquí no hay consuelo. El hoyo
dispuesto, listas las palas. Nos quieren librar de la contaminación por dióxido
de carbono, de los ríos sucios y los bosques cenicientos, de los tajos
subterráneos y la silicosis, de las escombreras y las chimeneas, de la sombra
transversal del sufrimiento y de la percha de la que cuelgan los bombachos
tristes de nosotros mismos. ¿No lo agradeceréis?
Casa de aseos del Pozo María Luisa (Langreo), año 1996. Foto del libro "Tierra negra" Volumen II Fotos de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez |
El hoyo dispuesto, las palas a mano.
Nos mira aterido el cuerpo inerte de una época que alimentó siderurgias y
hogares, buques y locomotoras, la realidad hodierna y la utopía con la que se
desalambraba el horizonte. Un sentido de la vida, que dijo Viktor Frankl:
"Sin embargo, es en su actitud ante el dolor donde reside la posibilidad
de conseguir un logro excepcional". Aquel mundo de la condición obrera,
según explicó Simone Weil. Todo eso que se acaba y que me silbó
un veterano minero por las calles de Mieres del Camino en un neblinoso amanecer
de tragos y barras, cuando los resistentes salían de las galerías para asaltar
las oficinas de un cielo trivial y encapotado de moqueta: "Se llama el
'Blues de los valles negros'; la música está, pon tú la letra".
Algo así:
"Nuestra muerte pagamos, / nada dejamos a deber / las gentes de los valles
negros. // Nada dejamos a deber. / Con las monedas del sudor, / pagamos y
pagamos siempre. // Las gentes de los valles negros / pagamos nuestra muerte. /
Nada dejamos a deber. // Con las monedas del dolor, / pagamos y pagamos
siempre. / Nada dejamos a deber. // Las gentes de los valles negros / pagamos y
pagamos siempre".
Asamblea de trabajadores en el Pozo Entrego (San Martín del Rey Aurelio), año 1991. Foto del libro "Tierra negra" Volumen II Fotos de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez |
Cerca las palas, el hoyo dispuesto. Y
la exasperante paradoja de que al cumplirse aquel sueño de muchos -el de un
mundo sin minas, sin grisú, sin penurias y con los hijos estudiados, que así no
tienen que bajar al pozo-, se nos aboca a un tiempo distinto que tampoco nos gusta.
Y un sentimiento hostil: la ácida sensación de que al final de esta época a
punto para la sepultura, sin funerales, sólo hay una autovía a ninguna parte y
la destrucción de las comunidades en las que aún teníamos un nombre.
Un mundo
que se acaba, pero sin el nacimiento de algo con que sustituir lo que perece.
Pizarra de la memoria. (Mina de Arnao). Castrillón. año 2018. Foto del libro "Tierra negra" Volumen II Fotos de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez |
Es, en fin, el temor a dejar de ser
lo que fuimos y a convertirnos en los vecinos de un parque temático presidido
por decenas de cruces e inscripciones junto a un castillete repintado; las
piezas de un enorme museo por el que irán los trenecitos turísticos en busca de
la experiencia de picar un poco de carbón con el que cargar el vagón del
entretenimiento dominical; los figurantes de una extensa arqueología industrial
que cantarán, finalmente, el "Blues de los valles negros" de aquel
veterano de las minas. ¿Recuerdas cómo y por qué lo silbaba? A este entierro no
vendrá nadie. Pagamos y pagamos siempre.
Portada del volumen 2 de la serie 'Tierra negra', que edita Luna de Abajo con diseño de Pandiella y Ocio.Foto del libro "Tierra negra" Volumen II Fotos de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez |
FUENTE: JOSÉ LUIS ARGÜELLES
José Luis Argüelles
(Mieres, 1960), redactor de LA NUEVA ESPAÑA, poeta y escritor. Argüelles
combina su tarea como poeta y antólogo con su profesión como periodista.
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