11 de noviembre de 2015

Añoranzas del pasado industrial de Mieres

Asociación de Aprendices de Fábrica de Mieres  
Vista panorámica de Fábrica de Mieres años 60 del pasado siglo XX.  InfoAsturias.
Casi quinientos operarios salieron de esta escuela. Ver artículo del blog de 21 de octubre de 2012: "La Asociación de Aprendices de Fábrica de Mieres (ASAFM)"
Construcción del tren de chapa de Fábrica de Mieres, que vemos en pleno funcionamiento al fondo, aproximadamente en 1950. Con el desmantelamiento de Fábrica de Mieres, se convirtió en “Perfrisa”, luego en “Mieres Tubos” y por último en “Grupo TYC la Mata”, empres de la localidad asturiana de Grado. Colección de Joaquín García González. Facebook: “Mieres Años 80 y 90” de José R. Viejo.

La Nueva España
Ya no suena el rítmico estruendo de engranajes en la que fue vieja "fabricona", ni el turullo de los horarios de laboreo, ni tampoco el traquetreo de trenes, por el centro de Mieres, procedentes de Polio, Tres Amigos o Barredo. Han pasado años, los últimos cuarenta o cincuenta y Mieres perdió, en ese tiempo -más o menos- su peso específico de centro neurálgico de producción siderometalúrgica, mientras que la minería permanece ya de una forma testimonial, todo como consecuencia de ciertas políticas de concentración industrial en dos gigantes sectoriales, Ensidesa y Hunosa, que a la larga, como consecuencia del fuerte desfase económico que producían a las arcas estatales y a las "órdenes" del entonces llamado Mercado Común, rompieron filas para dejar esta santa tierra de la cuenca del Caudal, en una especie de solar bonito y agradable, desde luego, pero exento casi de actividad productiva, con el correspondiente éxodo humano y la población envejecida.

10 de noviembre de 2015

La extraña muerte de un vecino de Ablaña (Mieres)

El suicidio de Carlos Fernández Miranda
Paso a nivel junto a la estación de Ablaña (Mieres). Estudios Jubar. LNE.
La extraña muerte del vecino de Ablaña, detenido tras la Revolución de 1934, que apareció estrellado sobre el suelo del colegio-prisión
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
En el museo del Prado puede verse un cuadro terrible en el que Goya representó a Saturno devorando a uno de sus hijos. Saturno era un dios clásico que se comía a sus vástagos según nacían ante el temor de que alguno de ellos lo destronase: Saturno es el tiempo que se alimenta con nosotros y hace desaparecer nuestros recuerdos en el olvido eterno de sus entrañas. El más cruel de los dioses se ha llevado este año entre sus fauces la memoria del octubre de 1934. Nada; ni un acto; ni una mención para el acontecimiento que, guste o no guste, -como he dicho otras veces- seguramente será el único capítulo del siglo XX asturiano que se siga estudiando cuando llegue el XXII. Prácticamente ya no quedan testigos que puedan evitar como se extiende la manipulación tendenciosa de aquellos hechos que hoy molestan incluso a quienes pasean las mismas siglas que los protagonizaron.

8 de noviembre de 2015

La asturiana inspectora de Sanidad en Haría, Lanzarote

Elisa Álvarez, la descubridora del trago mortal
Persona afectada por el consumo de alcohol. Ver enlace... charquesblog.

En 1963 hubo miles de muertos en España sin una causa aparente. El régimen franquista solo reconoció 50 muertes en Galicia y Canarias
 

María Elisa Álvarez Obaya (1934-2010). Nueva Revolución. Periodismo alternativo.

Búscame en el ciclo de la Vida
Los que no fallecieron, quedaron ciegos. De repente, veían caer nieve ante sus ojos en pleno agosto, y luego, el blanco total. Una joven farmacéutica asturiana, inspectora de Sanidad en Haría, Lanzarote, descubrió la raíz del problema, las familias enterraban a sus seres queridos sin saber qué había apagado sus vidas. María Elisa Álvarez Obaya nació en Villaviciosa, Asturias, el 21 de enero de 1934. Era hija de una familia acomodada y siempre quiso dedicarse a la investigación. Tras superar una oposición, fue destinada a Lanzarote y llegó al municipio de Haría en el año 1961, en calidad de Inspectora Municipal de Farmacia. Dos años después de su llegada comenzaron a producirse en el pueblo una serie de muertes por causas desconocidas, concretamente la de Jesús Barreto Barreto, Santiago Betancor Méndez y María Zerpa Álvarez, enterradora del municipio. Todos ellos habían sido inhumados y en su certificado de defunción figuraba la misma frase: “Muerte natural”.

7 de noviembre de 2015

Los represores de los últimos años de la Dictadura en Asturias

Torturadores que dejaron una huella de sangre en Asturias
El comisario franquista Claudio Ramos. La Comuna.

Luchadores contra el franquismo como Gerardo Iglesias o Antonio Masip rememoran a los represores de los últimos años de la Dictadura “Entre ellos destaca el infame Pascual Honrado, que trabajó para el siniestro comisario Claudio Ramos, de la Brigada Político Social”
Gerardo Iglesias. (La Cerezal, Asturias, 1945) Político español. Trabajó como minero hasta 1960, año en el que ingresó en el Partido Comunista de España (PCE) y en el sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.), en plena etapa de clandestinidad. En 1971 fue elegido miembro del Comité Central y del Comité Ejecutivo del Partido Comunista de España y en 1978 fue designado secretario general del PC de Asturias, cargo que renovó en 1981. Seguir leyendo…. Biografías y Vidas.

La Comuna
Algunos de ellos fueron promocionados tras la llegada de la Democracia y mantuvieron sus empleos e incluso fueron ascendidos. Ser obrero o estudiante con ideas propias en los últimos años de la dictadura franquista tenía un coste. Apoyar unos panfletos, participar en una huelga ilegal, formar parte de un partido, grupo autónomo o de un sindicato clandestino, o simplemente ser amigo o familiar de algún enemigo del Régimen, podía ser motivo suficiente para acabar en la comisaría en manos de la temible Brigada Político Social, la policía política del caudillo, una especie de Gestapo a la española. Y cuando uno era detenido por la “brigada”, como se la conocía “familiarmente” podría o no ingresar en la cárcel, pero lo que tenía garantizado seguro era una paliza, unas cuantas patadas y todo tipo de vejaciones. Durante los años setenta del siglo XX salió a la luz un siniestro nombre: Luis Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño.