El Blog de Acebedo: Violencia o injusticias contra mujeres

La larga historia del maltrato machista

Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
Concepción Paredes, directora del Archivo Histórico, recopila cinco casos, desde el siglo XVI al XX, donde se muestra de forma paradigmática cómo los hombres sometieron y humillaron a las mujeres
El antiguo hospital psiquiátrico de La Cadellada (Oviedo). ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL. La Nueva España.
La Nueva España
La mujer, a lo largo de la historia, ha sido víctima de una sociedad patriarcal. Esta realidad se refleja a muchos niveles: jurídico, social, laboral y familiar. La directora del Archivo Histórico de Asturias, Concepción Paredes, empleando los documentos a su alcance, ha reconstruido un recorrido histórico a través de cinco casos sucedidos en el concejo de Oviedo (uno del siglo XVI y el resto en distintas décadas del XX), en los que la mujer es víctima de situaciones de violencia o injusticia. Cinco casos en los que ellas fueron tratadas como simple mercancía, discriminadas en el trabajo, silenciadas a la fuerza, encarceladas, humilladas...

Mujeres trabajadoras. Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
Cerdeño, siglo XVI, el vergonzoso pacto del zapatero Florín

Corre el año 1568, una joven que vive en Cerdeño con su tío, conocido como el zapatero Florín, es raptada. Florín acude a la justicia y denuncia que el responsable es un poderoso de la zona, Pedro de Secades. Según el zapatero, Secades había ido a su casa, raptado a su sobrina, dejándola embarazada y encima se jactaba de ello con los habitantes del pueblo. El zapatero Florín se siente humillado y su honra resentida, por eso decide acudir al Juzgado. El magistrado llama a varios testigos de la zona para que confirmen la versión del zapatero. Entre medias, Pedro de Secades ha ido con sus hermanos y con su padre a la casa de Florín con lanzas y puñales, con el objetivo de asustarle para que retire la denuncia. El juez, después de interrogar a los testigos, le da la razón al zapatero Florín. Le entrega una real provisión, una sentencia para que vaya al corregidor y detengan a Pedro de Secades.

Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.

Pero antes de entrar a prisión, De Secades habla con el zapatero y llegan a un acuerdo. Le da una dote de 15.000 maravedíes, dos ropas para ella y ajuar, para que su tío le busque un marido. Con esto ambos se dan por contentos. Por su lado, Pedro de Secades se libra de prisión y el tío consigue la dote para poder casar a la sobrina que está embarazada y su honra quedaba resuelta. Incluso pactan que si ella muriese en el parto, algo habitual en el siglo XVI, le pagará igual la dote en compensación. "La víctima fue ella. La raptaron, la dejaron embarazada y la separaron de su familia. Con ella nunca se cuenta para nada, ni siquiera la llamaron para testificar en el Juzgado. Tenía una condición tan sumamente insignificante a nivel social que solo fue el objeto del juicio", reflexiona Paredes al respecto de este caso.

Año 1947, el triste destino de Elda y María
Año 1947. El director de la cárcel de Oviedo comunica al gobernador civil de la provincia que se libera a una reclusa tras estar quince días en la prisión. Había ingresado por practicar la prostitución. En primera instancia le pusieron una multa, pero como no tenía dinero para pagarla, la condenaron a quince días de cárcel. "Buscando más información sobre Elda (así se llamaba la mujer) metimos los apellidos en el servidor y encontramos otra chica con los mismos que se llamaba María. Como no son apellidos corrientes pensamos que a lo mejor se había cometido un error en la documentación", explica la directora del archivo histórico.

El acuerdo por el rapto de la sobrina del zapatero Florín, de Cerdeño
Al final, resultó que la hermana de la prostituta había estado en la cárcel diez años atrás, en 1937, por auxilio a la rebelión militar. Le habían impuesto una condena de doce años de prisión por no ser afín al nuevo régimen. Esta pena la completó hasta su totalidad en el Centro Penitenciario de Saturrarán, una prisión de mujeres en Motriku, Guipúzcoa, que antes era un viejo balneario y se reformó como prisión para féminas. "Por allí pasaron miles de ellas", añade Paredes, quien con la recuperación de este caso pretende poner de relieve "la historia de dos mujeres de la misma familia que son víctimas de la sociedad de su tiempo. Una por ejercer la prostitución en un Oviedo duro, de posguerra, y la otra cumpliendo una condena por una cuestión política, pero ambas rechazadas por la sociedad, estigmatizadas y condenadas a pasar por prisión".

Violada e internada en La Cadellada para silenciarla, en 1965
En 1965 una madre quiere internar a su hija en el psiquiátrico de la Cadellada. Le dice al facultativo que las atiende que su hija tiene muy mal comportamiento, unas reacciones muy raras, contesta sin parar. Además, resalta que la adolescente se había fugado de casa, les ha robado mil pesetas, se ha comprado con ellas zapatos de tacón y un pintalabios y se ha marchado a Gijón, de donde la han tenido que traer de vuelta. El psiquiatra le hace una exploración a la chica y no ve alteraciones psicológicas o psiquiátricas, pero envía a una asistenta social a indagar y a entrevistar a la niña, la familia y el entorno.El informe de la asistenta social esclarece lo que había estado pasado. Demuestra que la versión de la familia no era verídica. El informe refleja que era cierto que la joven había huido a Gijón. La señora que la recoge en su casa la denuncia a la Policía. Cuando los agentes fueron a por ella les cuenta que se escapó de casa porque su padre, en ausencia de su madre, había intentado violarla. Cuando la llevan de regreso a Oviedo, se lo cuenta a su progenitora. Ésta, en vez de apoyarla, le dice que no denuncie a su padre porque le puede costar la cárcel para toda la vida y a ella la pueden meter en un hospicio.

La chica, de primeras, parece que acepta lo que dice la madre, pero la conmoción que le causa todo la lleva a intentar suicidarse tomando un bote de pastillas. Por suerte, la cogieron a tiempo y le salvaron la vida, pero la madre, antes del intento de suicidio, ya había pedido hora en el psiquiátrico para librarse de ella. A la chica se le diagnosticó una psicopatía. "A nosotros, viendo todos los informes y pruebas psicológicas que se le hicieron, y las entrevistas, no nos parece que sea correcto, más bien tenía una situación complicada de convivencia en casa", subraya Paredes. Su madre le pegaba, la insultaba e incluso la había internado en el colegio de las Ursulinas el año anterior. "Era un problema de falta de comunicación y comprensión de una adolescente de 14 años, por parte de su madre, que era una histérica. Y luego, aparte, su padre, que había intentado violarla", añade Concepción Paredes. Al final, la tuvieron quince días ingresada en el psiquiátrico, luego volvió a casa con ellos y cada diez días tenía que pasar por el psiquiátrico a ver cómo evolucionaba.

El envenenador de la fonda La Asturiana
En enero de 1934, en la calle Palacio Valdés de Oviedo había una fonda (pensión con un bar en el bajo) que se conocía como La Asturiana. La regentaba un matrimonio. La señora estaba enferma y había hecho un testamento que favorecía al marido en caso de que falleciera. Se lo legaba todo. Tenían muchos problemas conyugales, el señor era infiel y ella lo sabía. A la luz de las circunstancias decidió asesinar a su esposa empleando un veneno. El hombre es acusado de homicidio y al juicio se llama a veinte testigos, pero la declaración clave es la de una criada, Milagrosa, que llevaba con ellos tres años. Dice que tenían muchas riñas por las infidelidades y que la esposa estaba bastante enferma. Ella solía administrarle la medicina, pero los últimos días la fallecida se había quejado de que sabía distinto y le quemaba la garganta. El día de su fallecimiento, como cada jornada, le da la medicina. La mujer empieza a gritar "me muero, me muero". Los hijos del matrimonio acuden rápidamente, el mayor va porque le avisan de que su madre se está muriendo y él es quien pone una denuncia contra su padre.

En el juicio, el hombre reconoce que había comprado cianuro potásico, pero dice que era para matar a los ratones que tiene en el sótano de la fonda, que le están comiendo los chorizos, no para matar a su esposa. Asegura que tenía el cianuro en un bote que ponía "PR" ("para ratones") y que el frasco donde tenía la medicina estaba marcado con una "B" (de "bueno"). Culpa a la criada de cambiar los frascos. El juez no se lo creyó. Su estrategia posterior se basó en presentar dos testigos compañeros de presidio, porque cuando se producen los autos, en enero del 34, lo meten en prisión a espera del juicio. Presenta a dos presos de la cárcel de Oviedo que declaran a su favor. Dicen que estando un día de visitas, advirtieron cómo el hijo del homicida vino a verlo y afirman que le había tratado de chantajear para que cambiara el testamento a su favor. Si lo hacía retiraría la denuncia. El juez tampoco lo da por bueno, porque se percata de que les había pagado.

Le condenan a 28 años de prisión, cumple dos en Oviedo y tiene la suerte de que en febrero de 1936, al ganar las elecciones el Frente Popular, Dolores Ibarruri abre las puertas de la cárcel con intención de que los presos políticos queden libres. Se fue a Bilbao, empezó a trabajar en una fábrica de armas republicana. Cuando llega Franco al País Vasco se tiene que ir a otra fábrica de armas en Valencia, con la mala fortuna de que cuando los sublevados ganan la guerra le interrogan por asociación con los republicanos y por estar sindicado. Él asegura que no es afecto a la República, si no al nuevo régimen. Le aceptan esto, pero se dan cuenta de que estaba cumpliendo condena en febrero del 36 por homicidio. Lo mandan de vuelta a Oviedo a acabar la condena. Luego lo trasladan a la prisión de Bilbao. Pidió el indulto en la década de los cuarenta, pero no se le concedió. Finalmente, hubo un indulto general en 1954 y le perdonaron los seis años de condena que le quedaban. Cumplió 22. "Está claro que la víctima de todo esto sólo es la mujer", sentencia Paredes.

La mujer, denostada en el trabajo
"Examinamos un libro registro de la Magistratura de Trabajo de Oviedo. Nos fijamos en un periodo de cinco años, desde 1939 hasta 1944. Había 1.307 demandas laborales interpuestas, de las cuales sólo 154 fueron promovidas o interpuestas por mujeres", dice Concepción Paredes, directora del Archivo Histórico. En relación con los datos, surgen varias preguntas: ¿había tan pocas mujeres asalariadas en comparación con hombres?, ¿era menos conflictiva, había menos enfrentamiento patrono-trabajadora, que en el caso de los hombres?, ¿no interponía denuncias por cuestiones sociológicas, que no estuviera bien visto que una mujer fuera reivindicativa?, ¿jurídicamente estaban menos protegidas? De esas 154 demandas registradas, sólo un 12 por ciento del total de las que se pusieron, tenían que ver con viudedad, reclamaban un subsidio para ella y para sus hijos o, en menor número, con mujeres asalariadas. En este segundo caso, los trabajos que desempeñaban eran todos manuales y no cualificados. "Lo que llamamos labores propias de su sexo, trabajos bien vistos para ellas", agrega Paredes.

Esos empleos eran camarera, sastra, hilandera, cocinera, empaquetadora, cajera, criada, portera? Siempre trabajos de esa índole. Examinando las sentencias se observa que las que reclamaban un subsidio casi siempre fueron desestimadas, y cuando se conceden alcanzan como mucho el 25 o el 50 por ciento del sueldo del marido difunto. Cuando se fallaba a su favor, que era muy pocas veces, siempre era porque el trabajo se había desempeñado en grandes empresas. "Si sus maridos habían fallecido en pequeños talleres ni lo reclamaban, sabían que se iba a desestimar", aclara Paredes. Cuando reclaman en sus trabajos muchas eran desestimadas de manera directa. En cinco años, de 55 demandas por despido, sólo siete fueron readmitidas en su puesto de trabajo y únicamente 19 recibieron una indemnización. "Nuestra conclusión al respecto es que la mujer en ese momento, aunque también pasa ahora, era una víctima de la legislación laboral, del modelo productivo", destaca la directora del Archivo.

FUENTE: ANDRÉS ILLESCAS. Publicado por la nueva España el 23-09-2018. Ver enlace.

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RESEÑA.

Dña. María Concepción Paredes Naves Directora del Archivo Histórico de Asturias. Foto: Tertulia 17 de Mieres.

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AUTORES.

Andrés Illescas. Periodista en Grupo Mediapro. Redactor de la Nueva España. Fuente: Linkedin.

LA NUEVA ESPAÑA ha sido testigo de la historia de Asturias durante los últimos 80 años. El rigor y la calidad de la información ha situado este medio de comunicación como el líder indiscutible, a gran distancia de sus competidores, de la prensa escrita diaria en el Principado de Asturias. LA NUEVA ESPAÑA es el periódico de referencia de Asturias, los asturianos de todas las edades lo prefieren según reflejan todas las encuestas, y al elegirlo cada día no sólo lo han confirmado como líder indiscutible de la prensa asturiana, sino que lo han convertido en uno de los principales periódicos de España, pues así lo expresan su difusión y su número de lectores. DELEGACIONES. LA NUEVA ESPAÑA cuenta con 6 ediciones; General, Gijón, Avilés, Cuencas, Oriente y Occidente, que se confeccionan en las redacciones de Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres y Langreo, a las que se suman una amplia red de corresponsales. FUENTE.

Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance. Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del Principado de Asturias (Aula Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia). Realiza ilustraciones, diseños y campañas para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…). Se estrena en 2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce (Astiberri, 2011). Vive en la localidad francesa de Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de cuatro tomos. Esta magnífica obra es un auténtico tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte". En un paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de La balada del norte, Zapico completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018), para mostrar de nuevo su faceta como reportero gráfico al poner el micro al diálogo entre el político Eduardo Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán o polaco. (…). Foto Wikipedia - Twitter

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