17 de julio de 2017

El fatídico veintiocho de mayo de 1978 en Gijón

Siete vidas bajo el mar
Lucio Torrente el día del fatídico accidente
De todos los años que le quedaron por vivir (y murió hace diez), Lucio Torrente no olvidaría la tarde del domingo veintiocho de mayo de 1978

Aquel día, quizás por vez primera, acarició un cuerpo inerte y, con sus propios brazos, modelados a fuerza de batirse contra el mar, lo devolvió a la vida. Y eso que Torrente, a la sazón jefe de Salvamento de la playa de San Lorenzo, había acabado su turno una hora antes de que el Cantábrico decidiera tragarse a más de una decena de críos que, a escasos metros de la orilla, braceaban sin saber nadar. Ocurrió, como suelen hacerlo las desgracias, sin previo aviso, sin algaradas que advirtieran a los paseantes de lo que pasaba. A las cinco de la tarde de aquel día, Gijón entero se desperezaba de la siesta sin darse cuenta de que lo hacía vestido de luto.

16 de julio de 2017

Una parte de nuestra historia que se desmorona

La ruina de la casa de José Maldonado en Tineo

José Maldonado González. Nació en la villa de Tineo el 12 de Noviembre de 1900. Leer más en: https://www.tineo.es/personajes-ilustres/-/asset_publisher/3e050ac34bcc/content/municipio-historia-personajes-ilustres-jose-maldonado-gonzalez?inheritRedirect=false

Las tradiciones, las costumbres, conforman las señas de identidad de un pueblo. Las gentes le dan esa entidad que marca las diferencias, siempre más exiguas de lo que se piensa

La casa de Maldonado, en Tineo. https://www.lne.es/servicios/multimedia/imagenes.jsp?pRef=2017030600_118_2068223__Occidente-Opinion-parte-nuestra-historia-desmorona

La transformación del paisaje, la humanización del entorno, da también unas pautas que contribuyen a la comprensión de las formas de vida de una determinada zona. Otra de las referencias que permiten hacer una lectura del pasado -y del presente- es la arquitectura. El trazado urbano, lo público y lo privado, los edificios, nos dicen mucho. El paso del tiempo, la nula planificación, el desdén público y privado por conservar nuestro patrimonio arquitectónico -sí, es de todos- nos ha llevado a una homogeneización de nuestro entorno urbano, e incluyo el rural. Los gustos urbanos han empobrecido la estética de nuestros pueblos. Donde antes existía variedad, adaptación al medio, ahora impera la uniformidad y en muchos casos el mal gusto.

15 de julio de 2017

La ciénaga de Oviedo

El mercado creció en la laguna
El mercado del Fontan, fundamentalmente de frutas, que se celebraba delante del Palacio del Marqués de San Feliz en el llamado casco antiguo de Oviedo fue, durante mucho tiempo, uno de los emblemas o lugares representativos de la ciudad. (...). Saber más... Alonso Robisco.

La ciénaga que se encontraba en gran parte de la actual plaza de Daoíz y Velarde y el Fontán llegó a ser un notable foco de insalubridad denostado por los vecinos
Plaza de Daoíz y Velarde, con el palacio del Duque del Parque a la izquierda, donde estuvo la charca. M. G. C. La Nueva España.
La Nueva España.
El entorno del Fontán representa uno de los más bellos, emblemáticos y queridos de Oviedo. Pero no siempre fue así, hubo épocas en las que constituía un foco permanente de aguas putrefactas, acumuladas en una depresión del terreno de origen kárstico, provenientes de pequeños manantiales (el simbólico "cañu del Fontán" fue inaugurado en 1657), a las que se añadían las drenadas en una reducida cuenca hidrográfica existente al sur. Señala mi amigo Emilio Campos (firma con el seudónimo de Ernesto Conde), eminente conocedor de las crónicas referentes a Oviedo, que la hediondez del agua aumentó cuando se establecieron en la colindante calle del Fierro las primitivas carnicerías y se utilizaba la charca como un estercolero, arrojando en ella despojos y heces de las reses degolladas en el matadero situado en la calle homónima, hoy Marqués de Gastañaga. El degradado humedal ocupaba gran parte de la actual plaza de Daoíz y Velarde, y continuaba por la plaza del Fontán, estrechándose a la altura del Arco de los Zapatos hacia el norte hasta finalizar a la altura de la calle Rosal. El contorno de la poza era un lodazal bastante inhóspito que estaba cercado por una valla protectora para evitar el acceso del ganado.

11 de julio de 2017

La imaginación al poder de los gijoneses

La demolición de la pérgola de Los Campinos, un paraíso para los patos
La pérgola de los gatos- (Gijón en retrovisor)
El derribo se hizo para construir una plaza en homenaje a los Alféreces Provisionales
La plaza del Alférez Provisional, tras la demolición de la pérgola de Los Campinos de Begoña (Gijón)
La primavera había llegado en el año de 1968 con más esplendor que nunca a París, los estudiantes comenzaban a sacar los adoquines del bulevar de Saint Michel para romper los escaparates y desde la espectacular cúpula de las galerías Lafayette, al lado del teatro de "La Ópera", desconcertaban a los alumnos en viaje de estudios del Corazón de María al escuchar los versos en catalán del "La, la, la" del Dúo Dinámico y Augusto Algueró cantados por Joan Manuel Serrat, quien había sido designado para representar a España en el Festival de Eurovisión. En el Barrio Latino aparecieron históricas pintadas que dieron la vuelta al mundo y nos hicieron reflexionar sobre dónde estábamos y cuál era nuestro futuro: "La imaginación al poder", "Prohibido prohibir" y "Seamos realistas: pidamos lo imposible".