14 de junio de 2017

Las desgracias marítimas en el litoral llanisco a principios del siglo XX

El rescate del "Pedrosa", 225 pesetas
Restos de un naufragio (San Juan de Luz), Carlos de Haes
"La mar llegó a donde no recuerdan los vivos": así describió Lorenzo Anca, jefe de salvamento de Llanes, un temporal que asoló la villa en septiembre de 1905
Lorenzo Anca Freire
"La mar llegó a donde no recuerdan los vivos". Así describe en su diario personal el que fuera jefe de la Brigada de Salvamento de Náufragos de Llanes y cabo mayor del puerto a comienzos del pasado siglo, Lorenzo Anca Freire, el temporal acontecido en la villa de Posada Herrera el 30 de septiembre de 1905. La joya bibliográfica, escrita de puño y letra por el marinero nacido en la localidad gallega de Cabañas, abuelo del periodista y recuperador local de patrimonio histórico José Antonio Anca, ha sido donada por este último a la cofradía de pescadores de Llanes. Las anécdotas de todo tipo que recoge el manuscrito en sus 116 páginas (dirigidas muchas de ellas al Ayudante de Marina en forma de correspondencia remitida) no tienen desperdicio y abarcan del 9 de abril de 1905 al 1 de septiembre de 1916.

13 de junio de 2017

Antonio Martínez Fernández, “Meana”

La reacción de Meana
Ilustración de Alfonso Zapico
La historia de cómo el mierense Antonio Martínez Fernández ajustició de un disparo a un falangista que pretendía matarlo tras la Guerra Civil
Ilustración de Alfonso Zapico
Para hablar de Meana en la posguerra había que bajar la voz. Su historia le convirtió en un mito para quienes sufrían cada día los abusos de los matones que habían ganado la guerra. La he oído contar muchas veces y no siempre de la misma forma, pero la versión que hoy traigo a esta página es seguramente la que más se acerca a la realidad, puesto que sale del testimonio de su propio entorno gracias a su sobrino Celso Fernández Martínez, uno de los históricos reorganizadores de la UGT en los años de la transición 

12 de junio de 2017

El salmón récord de España salió del río Narcea en Asturias

Goyo Alonso y su salmón récord
Salmón. El Comercio.
El mayor ejemplar capturado en España salió del Narcea en 1962 tras una jornada épica de un pescador gijonés: alcanzó los 16,100 kilos de peso
Gregorio Alonso, a la derecha, con el ejemplar de 11,5 kilos; a su lado, un camarero del bar Corona de Gijón sostiene la pieza de récord. La Nueva España.
La Nueva España.
Alonso Cabo, Goyo capturó, en marzo de 1962, en aguas del Narcea, un salmón de 16,100 kilos que actualmente sigue siendo récord de España de la especie. Después de 55 años ningún ejemplar ha conseguido superar esta marca, hecho que deja bien claro la importancia de aquella captura. Se han pescado varios salmones que han superado los 15 kilos, pero ninguno ha sido capaz de arrebatar a Goyo un récord que bien merece ser recordado. Gregorio Alonso nació en Gijón en 1925 y falleció a los 83 años de edad. Abogado de carrera, siempre se dedicó al negocio ferretero familiar. Su gran pasión, desde temprana edad, fueron la pesca, principalmente de salmones, y la caza en la modalidad de pluma.

9 de junio de 2017

El disfrute de las pequeñas cosas

Cuando Oviedo era una danza
Oviedo, Paseo del Bombe (postal antigua). Todocolección.

En la dramática penuria de la posguerra la diversión de los ovetenses se concentró mayoritariamente en el cine, el deporte (con modalidades como el fútbol, el ciclismo y los bolos), y en los bailes, que siempre estaban abarrotados

Paseo del Bombé. Postal blanco y negro, sin circular. Impresa c. 1925. Todocolección.
La Nueva España.
A pesar de la hambruna de aquellos años la juventud disfrutaba de ver una película, ir al fútbol a Buenavista o bailar en las salas que ofrecía la capital y sus alrededores. El filósofo Julián Marías declaró en más de una ocasión, que de su experiencia de ocho décadas, la de los años 40 fue a pesar de todo, en la que observó el mayor disfrute de las pequeñas cosas. De las salas de baile del concejo de Oviedo y de los municipios limítrofes merece la pena hacer una breve antología. En los años 20 del pasado siglo existían salas mixtas de cabaret y baile popular como el "Dancing Astur" en la calle Independencia y el "Pabellón Bombé" en el paseo de su nombre en el campo de San Francisco, sustituido después por "La Granja", santo y seña de la noche ovetense durante décadas hasta su cierre el uno de abril de 1967.