El Blog de Acebedo: Morir por «sensual y bella»

Asesinada por guapa: el guardia que quedó libre tras matar a su “voluptuosa” novia

Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La defensa del asesino aseguró que la lavianesa Consuelo Alonso “enloqueció” al agente con sus “curvas de pompa extraordinaria”
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.

La Nueva España
A Consuelo Alonso Martínez, de Laviana, la mataron dos veces en el año 1907. La primera: su novio, Gerardo Otero –un guardia civil despechado–, le disparó dos tiros por la espalda. La segunda: un consejo de guerra decidió que el hombre era inocente, ella merecía morir porque era “voluptuosa y muy bella”. La defensa del capitán Sicardo, durante aquel proceso, hoy pone los pelos de punta. Incluso entonces, en un mundo totalmente patriarcal, sus palabras conmocionaron a la sociedad: “Un casi acabado tipo caucásico; negros sus grandes ojos, negro su cabello, negras sus largas castañas, de un color castaño muy claro los pequeños rizos voladores sobre sus sienes, nariz fina de proporciones clásicas y roja, muy roja su boca y pequeñita, su busto soberbio”.

Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.

De este caso, que hizo historia por la sentencia, se conserva poca documentación. “Las actas del consejo de guerra se quemaron en un incendio, pero sí que aparecen reflejadas en la prensa de la época”, explica Arantza Margolles, historiadora y comunicadora. El periódico “Noroeste” recogió en sus páginas un largo artículo sobre el proceso contra el acusado. Pero detrás de ese consejo de guerra, había toda una historia. Poco se sabe de Consuelo, más que la belleza que describió el capitán Sicardo durante el consejo de guerra. Lo que es seguro, es que llevaba todo el peso del machismo sobre los hombros. Su madre la amenazaba y le prohibía que viera a su novio, el guardia civil Gerardo Otero. Él era de La Coruña, aunque trabajaba en Laviana. El historiador lavianés Luis Benito García explica que “casi con total seguridad, era una joven de familia obrera”. “Los guardias civiles eran vistos como los opresores, los que venían a machacar a los trabajadores”, añade. “Seguramente la madre se oponía a la relación por esto. Cabría la posibilidad de que la familia le rechazara por el bajo sueldo que percibían entonces, pero esta teoría es menos probable por la repercusión que tuvo la noticia. Todo indica que era una familia humilde, que rechazaban al opresor”, matiza el historiador. Diarios entonces republicanos, como “Noroeste”, no permitieron que el suceso pasara desapercibido.

“Es algo que llama mucho la atención, ya que los procesos contra las autoridades, o los cuerpos de seguridad, entonces solían recibir un trato especial y pasaban prácticamente desapercibidos”, coincide Margolles. Consuelo era, casi con total seguridad, una chica de familia humilde. No había cumplido los veinte años cuando conoció a Gerardo, primero su amor y luego su asesino. Según la lectura del sumario del juez: “Hacía aproximadamente dos años que sostenían relaciones amorosas el guardia Gerardo Otero y la joven Consuelo Alonso, pero tales relaciones se hallaban continuamente amargadas por la tenaz oposición de la madre de la muchacha, que puso en juego cuantos resortes consideró convenientes para distraer a su hija de aquella intensa pasión”. El acusado, en su declaración, también achacó lo sucedido a la familia. Aseguró que había estado hablando con Consuelo para casarse, pero que tenían problemas: “Dice que, el día 20, se acercó a hablarle (…) y solo recuerda que, arrebatado y sin poder contenerse, le hizo dos disparos. Y, al verla caer al suelo, volvió el arma contra sí haciéndose otro disparo. Cayendo tendido en el suelo sin sentido, sin que desde aquel momento recuerde nada más del suceso, hasta después de un gran rato”.

“Agrega que no tenía resentimiento alguno con ella, antes bien la profesaba un gran cariño; y que la perturbación sufrida por él, fue debida a la contrariedad de la familia”, añadía el acta que recogió la prensa de la época. Pero si hubo un momento del consejo de guerra que dejó a la sociedad conmocionada, fue la intervención del capitán Sicardo. Era el encargado de la defensa de Otero. Subió el tono en una intervención en la que aseguró que su defendido “enloqueció por la pasión”: “De contornos vagos e indeterminados, por curvas de pompa extraordinaria, palpitando bajo los encajes transparentes y la batista casi diáfana, su carne sonrosada que protesta en sus intensas y rebeldes vibraciones de la inacción que la consume...”, señaló en el proceso. Unas palabras que algunos diarios recogieron y que ya entonces recriminaron, aunque sin contundencia. “Es un alegato casi literario, que recuerda a ‘La aldea perdida’”, señaló Luis Benito García. Si bien la sociedad hizo alguna crítica templada, la prensa de la época tildó de “enajenado de amor” al guardia civil y de “brillante” la defensa: “Manifestó que los rigores del Código Militar deben tener el contrapeso de la misericordia hacia los infelices que matan sin conciencia, arrastrados por motivos que, si no tienen perdón, deben tener al menos un resto de compasión en los hombres y en los jueces”.

FUENTE: C. M. BASTEIRO. Publicado por La Nueva España el 14·03·21. Ver enlace.

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AUTORES.

Carmen Basteiro (@Carmenbasteiro). Periodista. Máster Social Media en la UCM.

La Nueva España ha sido testigo de la historia de Asturias durante los últimos 80 años. El rigor y la calidad de la información ha situado este medio de comunicación como el líder indiscutible, a gran distancia de sus competidores, de la prensa escrita diaria en el Principado de Asturias. LA NUEVA ESPAÑA es el periódico de referencia de Asturias, los asturianos de todas las edades lo prefieren según reflejan todas las encuestas, y al elegirlo cada día no sólo lo han confirmado como líder indiscutible de la prensa asturiana, sino que lo han convertido en uno de los principales periódicos de España, pues así lo expresan su difusión y su número de lectores. DELEGACIONES. LA NUEVA ESPAÑA cuenta con 6 ediciones; General, Gijón, Avilés, Cuencas, Oriente y Occidente, que se confeccionan en las redacciones de Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres y Langreo, a las que se suman una amplia red de corresponsales. FUENTE.

Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance. Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del Principado de Asturias (Aula Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia). Realiza ilustraciones, diseños y campañas para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…). Se estrena en 2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce (Astiberri, 2011). Vive en la localidad francesa de Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de cuatro tomos. Esta magnífica obra es un auténtico tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte". En un paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de La balada del norte, Zapico completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018), para mostrar de nuevo su faceta como reportero gráfico al poner el micro al diálogo entre el político Eduardo Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán o polaco. (…). Foto Wikipedia - Twitter

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