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Perros y útiles
de caza es un óleo sobre lienzo pintado por Francisco de Goya para la primera
de serie de cartones para tapices que diseñó con destino a los Reales Sitios.
El destino de este primer grupo de tapices era adornar el comedor de los
príncipes de Asturias, Carlos de Borbón y María Luisa de Parma. Como sus
compañeros de serie, fue entregado el 25 de mayo de 1775. Wikipedia |
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| Cazadores. Foto José Vallina. Enciclopedia de la Asturias Popular. Foto Archivo. |
Los perros y la caza
Respecto a la caza mayor, en Asturias al cazar en batida de ojeo se utilizan varios perros: algunos podencos o sabuesos que persigan el rastro, dos buenos perros de agarre (mastines o alanos) y otro más especialista en seguir los rastros de sangre. Para la caza menor, los cazadores usan diversas clases de perros (perdigueros, setter, pointer, etc) y sin duda lo más apreciado en ellos es su capacidad para pararse o detenerse cuando llegan junto al encame de la pieza perseguida. El perro debe quedar rígido, y a la indicación del cazador se lanzará para sacar al animal que es esperado ya por aquél con la escopeta preparada. También las aves pueden ayudar al hombre en la caza. Desde muy antiguo también el hombre buscó aves cazadoras para usarlas en su provecho.
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| Imagen de Portada del libro; Arte de cetrería en la naturaleza. Juan Carlos Gil Cubillo. Todocolección. |
De las dos aves por excelencia usadas en la cetrería, el halcón y el azor, sin duda éste último es el preferido en Asturias por adaptarse mejor al paisaje montañoso asturiano. La clave del arte de la cetrería está en la buena calidad del animal y el adecuado adiestramiento que del mismo haga el halconero, de forma que lanzado a la caza de otra ave o pequeño animal terrestre vuelva libremente a su amo. Por supuesto, se combinan el azor y los perros en la caza e incluso con otro animal, muchísimo menos usado en la ayuda al cazador, el furón, variante domesticada del turón.
El arte de la caza
El cazar es un arte que requiere habilidad e intuición, pero también aprendizaje, retención de la sabiduría acumulada tradicionalmente. El disparar sobre el animal es sólo uno de los momentos de la caza, sólo un instante, mientras que todo el proceso empieza mucho y termina más tarde. El buen cazador tiene algo de detective. Los animales abandonan siempre rastros en el monte; restos de comida, señales de frotamiento en los árboles y matorrales, deyecciones, encames y abellugos, revolcaderos (son muy significativos los del xabaril, el faisán o la nutria, xamuergos de llóndriga). El buen cazador seguirá, entonces, las pistas, especialmente las huellas de pisada, que a un buen entendedor le darán múltiples e insospechadas informaciones. También es una pista fundamental el olor, para lo cual el perro es realmente insustituible. Hay dos formas básicas de cazar: a rececho y a batida. En el primer caso se trata de seguir sigilosamente el rastro y las pistas dejadas por el animal, con el viento de cara para no ser delatado, hasta llegar a donde se encuentra el animal. La batida es muy diferente: se reúnen los cazadores, alguno va cortando rastros (buscando señales de entrada y no de salida en la mancha), se sitúan las escopetas en los puestos adecuados, se sueltan los perros y los monteros falan o afalan hasta que se llega cerca de la pieza, que es cuando los perros empiezan a latir.
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EL HURÓN. Es una
subespecie del turón. Este animal fue domesticado hace 2 500 años para cazar
conejos. Con su cuerpo largo y estilizado, están muy bien adaptados para entrar
en madrigueras. Amantes de los animales |
El cazar es un arte que requiere habilidad e intuición, pero también aprendizaje, retención de la sabiduría acumulada tradicionalmente. El disparar sobre el animal es sólo uno de los momentos de la caza, sólo un instante, mientras que todo el proceso empieza mucho y termina más tarde. El buen cazador tiene algo de detective. Los animales abandonan siempre rastros en el monte; restos de comida, señales de frotamiento en los árboles y matorrales, deyecciones, encames y abellugos, revolcaderos (son muy significativos los del xabaril, el faisán o la nutria, xamuergos de llóndriga). El buen cazador seguirá, entonces, las pistas, especialmente las huellas de pisada, que a un buen entendedor le darán múltiples e insospechadas informaciones. También es una pista fundamental el olor, para lo cual el perro es realmente insustituible. Hay dos formas básicas de cazar: a rececho y a batida. En el primer caso se trata de seguir sigilosamente el rastro y las pistas dejadas por el animal, con el viento de cara para no ser delatado, hasta llegar a donde se encuentra el animal. La batida es muy diferente: se reúnen los cazadores, alguno va cortando rastros (buscando señales de entrada y no de salida en la mancha), se sitúan las escopetas en los puestos adecuados, se sueltan los perros y los monteros falan o afalan hasta que se llega cerca de la pieza, que es cuando los perros empiezan a latir.
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Calendario de
bolsillo de serie año 2008. Caza jabalí con perros. Todocolección |
Se sueltan entonces los perros perseguidores para llevar la pieza a los puestos previstos. Si se acierta con el disparo, llega el primer perro y muerde la pieza. Los cazadores informan que hay que dejar a los perros morder la pieza, porque si el perro no muerde caza se estropea. Al consultar a los cazadores, unos prefieren cazar a rececho y otros de batida. Quienes, por ejemplo, prefieren esta segunda técnica, dicen que para ellos la caza es realmente emocionante cuando ven los perros en acción y ladrando. La práctica de la caza tiene que ver también, por supuesto, con la evolución tecnológica. Antes de las armas de fuego en Asturias se usaban chuzos o lanzas. Uría Ríu recoge unas líneas de Ambrosio de Morales al visitar Cangas de Onís en 1571: "...parecía que estaba allí el Real del Rey D. Pelayo, pues había al derredor de la iglesia más de doscientas lanzas hincadas de los que venían a misa. Y dan su razón a traerlas que, como vienen a misa por aquellas brañas, pueden encontrar un oso..." (En Uría Ríu, Los vaqueiros de alzada. De caza y etnografía, 1976, página 281). Es evidente que hoy día un buen cazador es un experto en armas de fuego.
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| Corzo. Dibujo de Gonzalo Gil. Láminas entregadas por la Voz de Asturias en colaboración con el Banco de Asturias en la primavera-verano de 1992. Coincidiendo con la publicación de la enciclopedia de la Naturaleza de Asturias. Sobre el autor de las láminas: arteinatura.es·@gonzalogil90226·Ilustración de Naturaleza - Wildlife art. - Saber más. |
El corzo
Pero la caza siempre es la caza de un animal determinado, de una especie concreta. Los cazadores asturianos saben que los corzos suelen acostarse próximos unos a otros y cuando sufren el levante los machos tienden a disimular y a quedar rezagados por el monte. Gracias a su agilidad son capaces de romper en sentido opuesto al de la dirección de la batida, en reacciones a menudo sorprendentes para el cazador. En caso de que los perros agarren al corzu (y esto vale para cualquier otra pieza de caza mayor) los cazadores consideran que lo más noble es rematarlo a mano con el cuchillo en vez de usar la escopeta, pues, entre otras cosas, si se hace esto último puede provocarse algún daño a los perros. Una vez abatido el corzo o cualquier otra pieza de caza mayor, los cazadores proceden inmediatamente a sangrarlo y a castrarlo para que la carne no se estropee en cuanto a sabor.
Pero la caza siempre es la caza de un animal determinado, de una especie concreta. Los cazadores asturianos saben que los corzos suelen acostarse próximos unos a otros y cuando sufren el levante los machos tienden a disimular y a quedar rezagados por el monte. Gracias a su agilidad son capaces de romper en sentido opuesto al de la dirección de la batida, en reacciones a menudo sorprendentes para el cazador. En caso de que los perros agarren al corzu (y esto vale para cualquier otra pieza de caza mayor) los cazadores consideran que lo más noble es rematarlo a mano con el cuchillo en vez de usar la escopeta, pues, entre otras cosas, si se hace esto último puede provocarse algún daño a los perros. Una vez abatido el corzo o cualquier otra pieza de caza mayor, los cazadores proceden inmediatamente a sangrarlo y a castrarlo para que la carne no se estropee en cuanto a sabor.
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| Ciervo. Dibujo de Gonzalo Gil. Láminas entregadas por la Voz de Asturias en colaboración con el Banco de Asturias en la primavera-verano de 1992. Coincidiendo con la publicación de la enciclopedia de la Naturaleza de Asturias. Sobre el autor de las láminas: arteinatura.es·@gonzalogil90226·Ilustración de Naturaleza - Wildlife art. - Saber más |
El ciervo
El ciervo autóctono de Asturias desapareció entre finales del siglo pasado y principios de éste. Pero posteriormente se realizó una repoblación exitosa en la Cordillera y hoy abundan los buenos ciervos en Asturias. Saben los cazadores que en el período de celo los ciervos se colocan alrededor de las hembras y abundan las peleas amorosas y La cuerna del ciervo es particularmente bella para el cazador, más bella que la de otras especies. Se caracteriza por su armonía, su presentación y su adecuada estructura para luchar, defenderse y abrirse camino. El ciervo puede cazarse al baqueo, esperándolo al amanecer cuando se retira del pasto al encame. Pero lo más habitual de la caza del ciervo es hacerlo en batida o practicando el rececho. La caza del ciervo al rececho es muy emocionante para el cazador. Al usar perros se ha de hacer con uno muy bien entrenado y capaz de seguir el rastro sin ser delatado. A veces, aunque no es fácil, puede sorprenderse al ciervo pastando en un claro del bosque y se trata de acercarse sin ser descubierto y disparar en el momento oportuno. Más frecuente es encontrarse con el ciervo cuando salta de repente del encame y entonces hay que disparar de manera inmediata.
El ciervo autóctono de Asturias desapareció entre finales del siglo pasado y principios de éste. Pero posteriormente se realizó una repoblación exitosa en la Cordillera y hoy abundan los buenos ciervos en Asturias. Saben los cazadores que en el período de celo los ciervos se colocan alrededor de las hembras y abundan las peleas amorosas y La cuerna del ciervo es particularmente bella para el cazador, más bella que la de otras especies. Se caracteriza por su armonía, su presentación y su adecuada estructura para luchar, defenderse y abrirse camino. El ciervo puede cazarse al baqueo, esperándolo al amanecer cuando se retira del pasto al encame. Pero lo más habitual de la caza del ciervo es hacerlo en batida o practicando el rececho. La caza del ciervo al rececho es muy emocionante para el cazador. Al usar perros se ha de hacer con uno muy bien entrenado y capaz de seguir el rastro sin ser delatado. A veces, aunque no es fácil, puede sorprenderse al ciervo pastando en un claro del bosque y se trata de acercarse sin ser descubierto y disparar en el momento oportuno. Más frecuente es encontrarse con el ciervo cuando salta de repente del encame y entonces hay que disparar de manera inmediata.
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| Rebeco. Dibujo de Gonzalo Gil. Láminas entregadas por la Voz de Asturias en colaboración con el Banco de Asturias en la primavera-verano de 1992. Coincidiendo con la publicación de la enciclopedia de la Naturaleza de Asturias. Sobre el autor de las láminas: arteinatura.es·@gonzalogil90226·Ilustración de Naturaleza - Wildlife art. - Saber más |
El rebeco
La caza del rebezu o robezu se toma difícil si se le permite orientarse y, por tanto, los cazadores tratan de sorprenderlos y no dejarlos reaccionar. El rebeco es uno de los animales de caza mayor más fácil de contemplar a la luz del día. Es un animal al que hay que disparar desde lejos, de manera que generalmente puede prepararse el tiro con tranquilidad y disparar cómodamente. (Parece que existió en Asturias una especie similar al rebeco llamada mueyu, especialmente por la zona oriental (Cf. Uría Ríu, op. cit., pág. 323-345).
El oso
Muchos cazadores están de acuerdo con la opinión de Ricardo F. Fernández de la Faeda de que "el oso como trofeo es la máxima atracción" (En La caza, placer inefable, 1968, pág. 152). No sólo porque es una caza con sus dosis de peligro, sino porque "a nosotros la caza del oso nos llega del alma; nace de nuestra propia tierra, con sus bosques salvajes, vertientes abruptas, ríos impetuosos... de la lucha noble y constante que hemos sostenido con él, a través de los tiempos y de las huellas indelebles que ha dejado en los cazadores más intrépidos, culminando en la muerte de nuestro rey Favila" (Ibid. pág. 152). Desde siempre en las zonas pobladas por los osos y sus crías (llamadas en Asturias esbardos, esgaños o albarcios) los habitantes se dedicaron a capturarlos y matarlos con trampas. Pero también utilizaron las lanzas como armas letales y, por supuesto, el cuchillo. Concretamente el dar muerte al oso a cuchillo ha construido leyendas y cristalizado en la imagen heroica de este tipo de cazadores. El más conocido de todos es, sin duda, Xuanón de Cabañaquinta, que se dice que consiguió matar casi cien osos. La caza del oso en montería o batida suelen hacerla en Asturias los cazadores como sigue.
Al saber que un oso se encuentra en un bosque, se procede al ojeo, que tiene que ser realizado por buenos conocedores tanto del oso como del terreno. Se bate el bosque procurando hacer gran ruido con voces, golpeando con palos y piedras los matorrales, hasta conseguir sacar al animal del encame en que se encuentra. Para el oso no es fácil el uso de los perros, que difícilmente pueden enfrentarse a él. Una vez levantado el oso, se trata de encaminarlo a los pasos donde está el cazador armado, que debe tener en cuenta que de no lograr matar al animal puede verse en una situación comprometida. También se caza el oso a rececho. Uno o dos cazadores tratan de localizar la cueva donde está el oso esnarciáu y una vez que lo consiguen hacen todo lo posible para que salga y así poder matarlo. La piel del oso es muy valiosa y bien pagada y su “untu” muy apreciado por sus virtudes curativas. Además de éstos y otros acicates, solía recibirse una recompensa de las autoridades por liberarse de un animal que perjudica a los campesinos asaltando el cortín y sus truébanos (para apoderarse de la miel), matando y comiendo ganado y destruyendo también, por ejemplo, los maizales.
El jabalí
La caza del jabalí siempre fue bastante atractiva, por sus especiales dificultades y también por la posibilidad de tropezarse con él y generarse una situación peligrosa. En el caso del jabalí el perro es especialmente importante y ha de ser de clase para localizarlo, ha de ser tenaz para perseguirlo (el jabalí es menos visible para perro y cazador que otras especies) y ha de ir directo a la pieza. El xabaril o xabalín no ataca a menos que se sienta acorralado o que se interponga alguien en su camino. Lógicamente, también resulta peligroso cuando el cazador se acerca a rematarlo con cuchillo en el momento del agarre. Para cazarlo al rececho es necesario ir con buenos perros de rastro para levantarlo del encame. También puede cazarse (a la espera) esperándolo en los pasos del amanecer o del oscurecer. Otra forma de matar estos animales, y otros como los osos o los corzos, es hacerlo recurriendo al uso de cebaderos. En un lugar del monte se deposita comida no manipulada con las manos para que el animal se acerque a comerla y se confíe al prolongarse durante días el hecho. Cuando el animal está allí, confiado, el cazador, camuflado y con el viento de cara, puede abatirlo con comodidad. (Continua).
FUENTE: ENCICLOPEDIA DE LA ASTURIAS POPULAR. ROBERTO GONZÁLEZ-QUEVEDO GONZÁLEZ. EL BLOG DE ACEBEDO.
La caza del rebezu o robezu se toma difícil si se le permite orientarse y, por tanto, los cazadores tratan de sorprenderlos y no dejarlos reaccionar. El rebeco es uno de los animales de caza mayor más fácil de contemplar a la luz del día. Es un animal al que hay que disparar desde lejos, de manera que generalmente puede prepararse el tiro con tranquilidad y disparar cómodamente. (Parece que existió en Asturias una especie similar al rebeco llamada mueyu, especialmente por la zona oriental (Cf. Uría Ríu, op. cit., pág. 323-345).
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Dibujo Oso
pardo cantábrico de Josechu Lalanda que muestra un oso pardo alzado sobre sus
patas traseras. Revista Quercus (Revista Decana de Información Ambiental).
Saber más. |
Muchos cazadores están de acuerdo con la opinión de Ricardo F. Fernández de la Faeda de que "el oso como trofeo es la máxima atracción" (En La caza, placer inefable, 1968, pág. 152). No sólo porque es una caza con sus dosis de peligro, sino porque "a nosotros la caza del oso nos llega del alma; nace de nuestra propia tierra, con sus bosques salvajes, vertientes abruptas, ríos impetuosos... de la lucha noble y constante que hemos sostenido con él, a través de los tiempos y de las huellas indelebles que ha dejado en los cazadores más intrépidos, culminando en la muerte de nuestro rey Favila" (Ibid. pág. 152). Desde siempre en las zonas pobladas por los osos y sus crías (llamadas en Asturias esbardos, esgaños o albarcios) los habitantes se dedicaron a capturarlos y matarlos con trampas. Pero también utilizaron las lanzas como armas letales y, por supuesto, el cuchillo. Concretamente el dar muerte al oso a cuchillo ha construido leyendas y cristalizado en la imagen heroica de este tipo de cazadores. El más conocido de todos es, sin duda, Xuanón de Cabañaquinta, que se dice que consiguió matar casi cien osos. La caza del oso en montería o batida suelen hacerla en Asturias los cazadores como sigue.
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| Foto Francisco Márquez. Fotógrafo en el libro 'El oso Pardo Cantábrico de la Fundación Oso Pardo. Ver Facebook: Fundación Osos pardo. |
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| Agarre del jabali con perros. Dibujo de Fernando García Herrera. Ver Láminas "Arte Herrera" |
La caza del jabalí siempre fue bastante atractiva, por sus especiales dificultades y también por la posibilidad de tropezarse con él y generarse una situación peligrosa. En el caso del jabalí el perro es especialmente importante y ha de ser de clase para localizarlo, ha de ser tenaz para perseguirlo (el jabalí es menos visible para perro y cazador que otras especies) y ha de ir directo a la pieza. El xabaril o xabalín no ataca a menos que se sienta acorralado o que se interponga alguien en su camino. Lógicamente, también resulta peligroso cuando el cazador se acerca a rematarlo con cuchillo en el momento del agarre. Para cazarlo al rececho es necesario ir con buenos perros de rastro para levantarlo del encame. También puede cazarse (a la espera) esperándolo en los pasos del amanecer o del oscurecer. Otra forma de matar estos animales, y otros como los osos o los corzos, es hacerlo recurriendo al uso de cebaderos. En un lugar del monte se deposita comida no manipulada con las manos para que el animal se acerque a comerla y se confíe al prolongarse durante días el hecho. Cuando el animal está allí, confiado, el cazador, camuflado y con el viento de cara, puede abatirlo con comodidad. (Continua).
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| Dibujo de cabeza de Jabali, de Gonzalo Gil. Láminas entregadas por la Voz de Asturias en colaboración con el Banco de Asturias en la primavera-verano de 1992. Coincidiendo con la publicación de la enciclopedia de la Naturaleza de Asturias. Sobre el autor de las láminas: arteinatura.es·@gonzalogil90226·Ilustración de Naturaleza - Wildlife art. - Saber más. |
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AUTORES.
Roberto González-Quevedo
González es un filósofo, antropólogo y lingüista español, nacido en Palacios
del Sil, provincia de León, Castilla y León, en 1953. Actualmente vive
en Oviedo. Es licenciado en y doctor en antropología con su tesis doctoral
Roles sexuales y cambio social en un valle de la Cordillera Cantábrica y
también en Filología Hispánica con su tesis La Fala de Palacios del Sil.
Roberto González-Quevedo es hijo de la escritora palaciega Eva González
Fernández. Colaboraron escribiendo una serie de libros, poesías e historias en
pal.luezu, el habla leonesa de Palacios de Sil; Poesías ya cuentus na nuesa
tsingua (1980), Bitsarón: Cousas pa nenus ya pa grandes na nuesa tsingua
(1981), Xentiquina (1983), Xeitus: poesías ya cuentus (1985) y Branas d’antanu
ya xente d’anguanu: poesías ya cuentus (1990). En 1981 logró el premio conocido
como Premiu de Narraciones Curties de la Diputación d’Asturies, (antecesor del
premio Josefa Jovellanos) con su relato: Pul sendeiru la nueite, un libro de
carácter iniciático que recrea Pesicia, una tierra de origen prerromano, patria
de los astures más occidentales, los pésicos. Una tierra que conjuga el
occidente de Asturias con el de León. Siempre atento a la evolución cultural
conjunta de las dos franjas más occidentales de esos antiguos reinos, viene
colaborando en los espacios creados en común entre las dos tierras desde la
Transición Española. González-Quevedo es miembro de número de la Academia de la
Lengua Asturiana y director de la revista Cultures, editada por la Academia
asturiana y dedicada a temas antropológicos y etnográficos. Fuente: Wikipedia
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AUTORES.
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.
“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.
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NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada
imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que
se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se
ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo figurar o para borrarla si es su
deseo, porque es justo reconocer a los autores
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Esta página se editó por última vez el 16 de noviembre de 2023 a las 08:46 horas.
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