Este artículo forma parte de un amplio trabajo sobre el romance asturiano
¡Ay, un galán
de esta villa!, romance que ha sido estudiado por varios autores,
los cuales han aportado, de este modo, una cantidad considerable de
bibliografía
Grabado de La danza prima de J.Cuevas. (Archivo del Blog)
Quizás sea, de los romances
asturianos, el que más ocupa a los estudiosos debido a su amplia difusión por
el territorio astur, que ha hecho que algunos lo consideren un "canto
nacional" en Asturias; afirmación rebatida por aquellos que objetan el
desconocimiento de este romance en algunas zonas del Principado.
Pero,
cualquiera que sea la opinión, lo cierto es que se trata de un romance muy
difundido y con abundantes variantes -todas ellas de cierta antigüedad- que le
dan prestigio, valor y abolengo haciéndole así digno de ser objeto de estudio
de prestigiosos autores, a los que me atengo para un mayor conocimiento del
mismo, que fue el contenido que ocupó el trabajo en el que se inscribe este
artículo. Sin embargo, la danza en sí misma no
ha sido nunca tratada sino en relación con el romance, a pesar de su indudable
interés, por lo que creo sumamente interesante recoger los testimonios que
conocemos desde el siglo XVIII y, a partir de ellos, intentar seguir su
evolución formal y dar explicación a su origen y a cada uno de sus elementos. Con ello deseo situar la "danza
prima" en el contexto de la cultura oral y tradiciones españolas y, por lo
tanto, dentro de nuestro patrimonio etnográfico.
Fragmento de la danza prima de Martínez Abades. (Archivo del Blog)
La danza Prima
El romance ¡Ay!, un galán de esta
villa disfruta de una larga tradición en la historia del folklore asturiano. El
primero en hablarnos de su existencia es Jovellanos en su Carta VIII a Ponz;
carta que versa sobre fiestas asturianas y en la que el ilustrado astur trata
de indagar sobre su origen (1).Al estudiar este romance se nos
describe otro "elemento" que siempre, o la mayoría de las veces, le
va unido; se trata de la famosa y muy difundida danza prima. De ella es forzoso
hablar en cualquier trabajo que atienda al romance que nos ocupa, pues ambas
van tan unidas que una parece depender de la otra. Aunque convendría advertir
que este romance es sólo uno de los que se cantan en esta danza; no es el único
pero sí el favorito. Me parece oportuno tratar
primeramente las cuestiones y problemas que plantea la "danza prima"
y, posteriormente, incorporar el estudio del romance, pues así resultaría un
tratamiento más exhaustivo y completo de éste. Se considera esta danza como una de
las más antiguas y arraigadas en el folklore astur y de ahí el interés que
despierta en muchos estudiosos: Canella, Llano Roza de Ampudia, Benito Pérez
Valdés, Torner, Aramburu, Emilio Peña, etc. El primer problema que plantea es el
de su origen, sobre el que hay diferentes teorías. Para unos es una copia fiel de la
danza pírrica de los griegos, que concedían a la danza un lugar privilegiado
entre las artes. Esta danza pírrica se caracterizaba por una gran rapidez y por
ser guerrera e inspirar fieras pasiones; lo que hace que tal origen sea
improbable pues la "danza prima" es lentísima y tales pasiones son
inexistentes.
Retrato de Aurelio de Llano (Fuente. Enciclopedia de la Asturias Popular, La Voz de Asturias, 1994, tomo IV). (Archivo del Blog)
La opinión más común sigue a Menéndez
Pelayo, que ve en esta danza un parecido con la que refiere Homero al describir
la que talló Vulcano en el escudo de Aquiles. Apoya su creencia en los
movimientos de la danza, que considera vestigio de costumbres antiguas. El
citado texto homérico reza:
Una danza
después allí Vulcano
talló
artificiosa, y semejante
a la que
en otro tiempo en la ancha Creta
Dédalo
imaginó para la rubia
Aríadne.
Y allí danzar se veían,
unos y
otros asidos de las manos,
tiernas
doncellas y ágiles mancebos...
en
tirantes de plata suspendidos
cortos
estoques de oro. Y unas veces
a la
redonda en anchuroso cerco
danzaban
todos con ligera planta
en fácil
giro y en acordes pasos
así
imitando la voluble rueda
que el
alfarero con la mano agita
para que
ruede en torno; y otras veces
en
parejas bailaban divididos.
Y mucha
gente la graciosa danza
mirando
estaba, alegre y divertida (...)
J M. Pidal dice que "danza
prima" es voz puramente latina, que expresa ya la remota fecha de origen,
pero la raíz latina de esta palabra no se encuentra y no es aceptable suponer
que este nombre proceda de "prima" (primera), a no ser que se tratara
de un nombre culto dado a la danza más importante del folklore asturiano, lo
cual no parece probable cuando hay zonas en donde no recibe tal nombre.
Otros opinan que procede de la
"chorea" a que se refiere San Isidoro en las Etimologías y, para
apoyar tal teoría, se basan en la descripción dada por Jovellanos, que la
describe como dos ruedas: una de hombres y otra de mujeres, girando en rededor
con un movimiento lento y al compás del canto. Estas son una especie de
"choreas" parecidas a las danzas de antiguos pueblos -lo que prueba
la antigüedad del romance-, así como también lo prueba el hecho de que los
romances entonados por el coro de los hombres fueran alternados con deprecaciones
a la Virgen, que nos hacen relacionarlo con antiguas danzas en las que se
entonaban así mismo alabanzas a héroes alternadas con cantos a los dioses. También hay quien la supone parodia
de parte del ceremonial de los reyes visigodos, otros se inclinan a creer que
es vestigio de rito y costumbres célticas, como Aramburu y Zuloaga, apoyándose
-como J. M. Pidal- en la etimología del nombre. Para Aramburu "danza
prima" procede de la voz celta "dancz", que significa movimiento
acompasado del cuerpo.
Costa atribuye igual procedencia al
calificativo "prima", donde encuentra oculta la raíz "pra"
-herir o matar- o "bhr", de las que ha derivado el sánscrito
"pramatha" -carnicería-; encontrando así en "danza prima"
el significado "danza guerrera". Para ello se fundamenta en el hecho
de que antiguamente los mozos asturianos celebraban esta danza llevando
garrotes, palos o bastones gruesos y nudosos que usaban de ordinario y al
danzar llevaban erguidos en la dirección del cuerpo saliendo del hombro y que
eran utilizados al final de las romerías, cuando enardecidos por las canciones
de pique o conjunto de indirectas entonadas por las mujeres y con gritos de
desafío o vivas, también llamados "ijujús", como ¡Viva Pilona!, ¡Viva
Siero!, ¡Muera Pravia!, que iban dirigidos al otro bando, comenzaba una
verdadera batalla cuyo resultado eran numerosos heridos. En medio de fuertes
"ijujús" se descomponía la danza hacia el lado más flojo dando
tremendas palizas sólo con palos (2). Otros consideran que la danza tiene
un origen esencialmente religioso; ejemplo de ello es Torner, quien cree que
esta danza, como la mayoría de las asturianas, tiene un origen litúrgico
cristiano y se efectuaba -como se continua aún haciendo- en festividades
religiosas. Para ello se apoya en la conservación del constante estribillo que
es el entonado por los danzantes y en el que se invoca a la Virgen del Carmen.
Considera que en un principio el romance fue religioso y posteriormente fue
suplantado por el actual, no conservándose de aquel antiguo romance nada más
que el estribillo, la imprecación mariana. Además se atiene al hecho de que su
melodía tiene el mismo carácter que la del Rosario que se canta en Llanes
durante las procesiones de la Asunción y de la Resurrección y así la
denominación de "prima" se debe al momento de su ejecución o puede
ser debida a la hora canónica en que se canta -después de laudes, a primera
hora de la mañana-; es decir, se llevaría a cabo alrededor de la ermita después
de los oficios sagrados celebrados a primeras horas de la mañana. Pero esto
parece poco probable, pues los testimonios existentes concuerdan en que la
danza nunca se ejecutaba por la mañana, sino por la tarde o al final de la
fiesta. Cabría también la posibilidad de que
fuera una danza medieval de salón que pasó a ser pública y se efectuaba al
cierre de fiestas importantes. Otro de los problemas que la
"danza prima" presenta es el de la forma en que antiguamente se
realizaba y los pasos que se sucedieron hasta llegar a la forma actual de un
único corro. Jovellanos nos la describe como
dividida en dos coros, uno de hombres y otro de mujeres, cada cual con unos
cantos y movimientos diferentes. El coro de los hombres danza al son de un
romance octosilábico, cuyo tema era de guapos y valentones, que era entonado
por uno de sus componentes, preferentemente aquel que tuviese voz buena y
potente y gozase de buena memoria.
El resto del coro respondía cada cuarteto
con dos versos, que eran deprecaciones a la Virgen o a algún santo. Por su parte el coro de las mujeres
entona un canto que consta de un cuarteto o copla de ocho sílabas, que alterna
con un largo estribillo que se repite en determinadas pausas: "Hay un
galán de esta villa..." El tema del canto de las mujeres es el amor y el
tema del estribillo (nuestro romance) lo describe como una retahíla alusiva a
los amores y galanteos, o placeres y ocupaciones de la vida rústica, cuyos
tonos son tiernos y patéticos. El canto es entonado por tres o cuatro mozas de
buena voz, además de buena figura, y el resto del coro repite el estribillo a
la mitad de la copla. Estos son los datos que nos aporta
Jovellanos y en los que percibimos errores, pues lo que es romance él lo
entiende como estribillo y también se equivoca en la transcripción del primer
verso del romance: Hay un galán de esta
villa... (Jovellanos) - ¡Ay! un galán de esta
villa... (correcto). También es un error considerar que el
romance trata "placeres y ocupaciones de la vida rústica", pues el
tema es el amor en todas las versiones existentes. Todo ello demuestra lo que Jovellanos
constata en su obra, que no entendió el romance, pero sí la danza al
explicarla, pues también nos la describe en forma de círculo doble, siendo el
interior de mujeres y el exterior de hombres y cada bando con sus respectivos
guías que iniciaban las palabras del canto.
D. Benito Pérez Valdés en el
Romancero de Riego cuenta cómo en Candas presenció, en 1819, una danza de unos
quinientos mozos con otra dentro de mozas; y Fermín Canella afirma que había
danzas de hombres solos, dentro otras de mujeres y más adentro todavía, una de
niños, lo que también afirma Aurelio Llano Roza(3).Vemos así, mediante testimonios, cómo
la danza fue evolucionando siendo en un principio dos corros separados y posteriormente
estos distintos corros se unirían en una rueda formada por dos o tres
circunferencias. Esquemáticamente sería del siguiente
modo: En principio: Ruedas separadas por
sexos. Esta existencia de dos ruedas en la
ejecución de la "danza prima" también está documentada por Juan
Menéndez Pidal, que afirma la existencia de los dos coros, uno de hombres y
otro de mujeres, formando una especie de "danza hebrea", en la que
entonaban unos un verso y replicaban otros con el siguiente (4).Sin embargo, el paso del tiempo llevó
consigo la evolución de la danza y también el considerarla como una actividad
bárbara, así aparece en el prólogo del Romancero de Riego, de 1849; las dos
danzas se reducen a una, lo que supuso la pérdida de elementos de una danza
para aceptar elementos de la otra. Así quedó establecido como estribillo la
deprecación de los hombres (¡Válgame el señor san Pedro!, ¡Nuestra Señora me
valga!, ¡Viva la Virgen del Carmen!), y como canto central el que era entonado
por las mujeres. Este canto lo constituían diferentes romances, de entre los
cuales el más conocido y el que más arraigo tuvo fue "¡Ay, un galán de
esta villa!".
Hoy las mejores danzas de las que
toman parte hombres y mujeres unidos se bailan en Llanes para la fiesta de la
Magdalena, S. Roque y Santa Marina; en Pola de Siero el día del Carmen; en
Mieres el día de S. Juan y en Cudillero el día de S. Pedro, acompañados de
romances entre los cuales figura el que estamos estudiando. La forma actual más común de la danza
prima es la forma circular en la que las personas se colocan convenientemente
trabadas por el dedo meñique, la mano o el brazo y giran con lentitud. El
movimiento consiste en pasos de avance y retroceso del pie derecho, mientras
que el izquierdo se mueve en sentido horizontal hacia la derecha; además del
movimiento de brazos que acentúa el compás del canto. Unos pocos llevan el hilo musical de
la danza y el resto repite una frase o realiza una invocación religiosa. Esta forma circular, ya sea doble o
único el corro, es para Aramburu una representación del círculo consagrado de
los celtas. Cuando la danza se organiza en doble círculo o cuando rodea una
hoguera situada en el centro, es cuando con más intensidad sugiere el recuerdo
de los menhires, llamados "cromlechs" (templos, lugares de reunión y
cerros funerarios). Así la danza prima resulta un "cromlech" viviente
y, tanto por esto como por los sitios y ocasiones en que se realizan, por lo
grave y lo lento de su marcha, por la índole del canto, invocaciones, etc.,
parece tener un origen religioso. Pero este origen sería doble si nos atenemos
al hecho persistente de que los hombres lleven palos, que reemplazarían las
antiguas lanzas; origen guerrero, por tanto, que también estaría respaldado por
el rudo "ijujú" que da lugar a batallar al finalizar la romería y que
serían la causa de la prohibición de esta danza por parte del orden público,
como aparece en Jovellanos (5).
Danza Prima de Mieres. Transcripción de José Ángel Llaneza. http://www.actiweb.es/danzamoderna/archivo8.pdf
A pesar de ello es esta danza una especie
de hermanamiento entre los danzantes que la llevan a cabo en determinadas
noches, bien en un rito pagano o celebración religiosa que se acompaña con el
canto de distintos romances. Pero así como el romance, la danza varía, y
tenemos danzas primas abiertas y cerradas (las danzas de S.Roque, de la Guía,
de S. Juanón, la de Cabranes, la de Caso, son abiertas; las de Mieres, Aviles,
Cadavedo, Teverga, etc., son cerradas), melódicas o mono-rítmicas, de forma
circular o paralela, etc. Además hay que añadir que esta danza con ser la más
arraigada de las de Asturias, no es exclusiva de esta región, sino que se
encuentra en otros lugares de la geografía hispana. Sin embargo, estas
variantes, diferentes en la forma, canto, etc., parecen tener un mismo origen,
una tradición común que las hermana. En conclusión, hemos visto distintas
teorías acerca del origen y la forma de una tradición popular e íntimamente
ligada al pueblo astur: la danza prima, cuyos orígenes creo que podríamos
situar en el ámbito de lo religioso, atendiendo a las manifestaciones actuales.
Esta afirmación puede avalarse con el hecho de que esta danza se ejecuta en
distintos lugares de la geografía astur en festividades religiosas, marianas o
de algún santo (fiestas de San Roque, la Virgen del Carmen, etc.) y, aunque con
distintos romances como letra, siempre aparecen imprecaciones dirigidas a
santos o a la Virgen, que son cantadas por las dos ruedas mixtas o paralelas
(resultado de la unión de la rueda de hombres y mujeres que atestigua Jovellanos),
como respuesta de la voz masculina que va entonando la letra del romance. Estas ruedas, como ya dije antes, se
mueven de forma lenta y acompasada, con pasos de avance y retroceso del pie
derecho mientras que el izquierdo se mueve en sentido horizontal hacia la
derecha. Los danzantes van unidos bien por el dedo meñique, una mano o un
brazo, y va a ser este hecho el que me ayude a afirmar la idea de una especie
de hermanamiento entre los participantes en la danza; ya que es de orden
natural en el hombre la tendencia a la unión, a la manifestación conjunta, ante
hechos de alegría, de dolor o de tipo religioso. He tratado de plasmar en este
artículo la íntima ligazón que existe entre esta manifestación popular y un
pueblo concreto, pudiendo afirmar que la danza prima constituye un elemento
sustancial de la identidad cultural de los asturianos.
Danza prima la noche del día ocho de septiembre, cuando se
celebra la fiesta de la Virgen de La Guía en Llanes. La foto fue hecha
en la Calle Las Barqueras, calle principal de Llanes, hacia 1950. (Foto nº 8645
aportada por laportilla - laportiella). Memoria Digital Asturias.
(1) JOVELLANOS: Obras en prosa. Ed.
de J. Caso González. Madrid, Clásicos Castalia, 1976, p. 143.
(2) COSTA, J.: Poesía popular
española y literatura celto-hispanas, Madrid, 1931.
(3) LLANO ROZA DE AMPUDIA, A. de: Del
folklore asturiano. Mitos, supersticiones, costumbres. Oviedo, IDEA, 1924.
Madrid, pp.249-262.
(4) Poesía popular. Colección de los
viejos romances que se cantan por los asturianos en la danza prima, esfoyazas y
filandones. Madrid, 1885, pp. 147-151.
(5) Memoria sobre los espectáculos y
diversiones publicas en España. BAE, XLVI, p. 492.
Danza Prima en la Atalaya de Luarca durante las fiestas de La
Blanca del año 1956. Memoria Digital Asturias. Fotografía cedida por Claudia Madelón
de su colección particular. https://memoriadigital.asturias.es/resultados-buscador?p_p
BIBLIOGRAFÍA.
ARAMBURU y ZULOAGA, F.: Monografía de
Asturias. Oviedo, 1899, p. 107.
BELLMUNT, O. y CANELLA, F.: Asturias.
I. pp. 331-35
CASO GONZÁLEZ, J.: "Ensayo de
reconstrucción del romance ¡Ay!, un galán de esta villa". Archivum. IV
(1954). pp. III-XL
CANELLA Y SECADES, F.: Historia de
Llanes y su concejo. Gijón. Mases Ediciones, 1984, p. 432.
COSTA, J.: Poesía popular española y
literatura Celto-hispanas. Madrid, 1881.
DEVOTO, D :”Un no aprehendido
canto". Abaco. I (1969), pp.11-44.
JOVELLANOS: Obras un prosa. Ed de J.
Caso González. Madrid, Clásicos Castalia, 1976, pp. 143-55.
LLANO ROZA DE AMPUDIA, A. de: El
libro de Caravia. Oviedo. 1919.p. 216.
LLANO ROZA DE AMPUDIA, A. de: Del
folklore asturiano. Mitos, supersticiones, costumbres. Oviedo, 1919 I.D.E.A,
1924, pp.249-62
LLANO ROZA DE AMPUDIA, A. de:
Bellezas de Asturias de Oriente a Occidente. Oviedo, Imp. Gutemberg, 1928, pp.
396-397.
MENÉNDEZ PELAYO, M.: Antología de
poetas líricos castellanos Madrid. C.S.I.C., VI. p. 89.
MENÉNDEZ PIDAL, J.: Poesía popular.
Colección de viejos romances que se cantan por los asturianos en la danza
prima, esfoyazas y filandones. Madrid, s.e., 1885, pp. 147-151.
MENÉNDEZ PIDAL, R.: Flor nueva de
romances viejos Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1967, pp. 89-90.
FUENTE: Mª MARTA VILLA BASALO. Textos extraídos de Revista de Folklore. Fundación Joaquín Díaz. Publicado en el año 1995 en la
Revista de Folklore número 173.
Algunos
autores mantienen que la disposición en círculo de los danzantes puede
estar en relación con los cultos que se hacían a los dioses en los
cambios de solsticio. De cualquier modo es opinión establecida que
las danzas son las fórmulas por las que las comunidades y grupos
sociales hacen exhibición guerrera , religiosa y sobre todo simbolismo
de alarde sexual. No obstante y por lo que respecta la Danza Prima de
Mieres parece ser que relacionado con los mandatos clericales que
impedían la danza tocándose hombres y mujeres , durante muchas
generaciones la danza tuvo como formato la figura de dos círculos
concéntricos el exterior de mayor tamaño formado por los "paisanos" y el
de dentro exclusivo p´a "les muyeres". ( Podría llegarse a un tercero
interior con los "guajes) Generalmente la Danza Prima , no sólo en Mieres , acababa a estacazos después de que los mozos lanzaban al aire "ixuxus" acompañados de vivas y mueras según la parroquia o concejo al que pertenecían .
Bailando la Danza Prima en el Patio del Liceo en 1930 con D. Ramón Menéndez Pida como testigo de excepción. (Archivo del blog)
La primera descripción de la danza prima
nos la ofrece Jovellanos en carta dirigida a Ponz: “Estas
danzas no son menos sencillas y agradables que los demás regocijos del día.
Cada sexo forma las suyas separadamente (…) Aunque las danzas de los hombres se
parecen en forma alas de las mujeres, hay entre unas y otras diferencias bien
dignas de notarse. Seméjanse en unirse todos los danzantes en rueda, asidos de
las manos, al son del canto, sin perder ni interrumpir jamás ni el sitio ni la
forma…” y continua “Los
hombres danzan al son de un romance de ocho sílabas, cantado por alguno de los
mozos que más se señalan en la comarca por su clara voz y por su buena memoria,
y a cada copla o cuarteto del romance responde todo el estribillo el coro con
una especie de estrambote que consta de dos solos versos o media copla. Los
romances suelen ser de guapos y valentones, pero los estrambotes contienen
siempre alguna deprecación a la Virgen, a Santiago, San Pedro u otro santo
famoso, cuyo nombre sea asonante con la media rima general del romance” Esto le a hecho presumir a jovellanos
que tales danzas vengan desde el tiempo de la gentilidad y que en ellas se
cantarían alabanzas a los héroes, alternadas con himnos a los dioses. Aunque
tampoco le parece extraño que pudieran haber sido traídas por los romeros
porque tienen cierto sabor a usos y estilos litúrgicos de la Edad Media.
D. Ramón Menéndez pidal y Autoridades de Mieres dirigiéndose a la danza prima en 1930. (Archivo del Blog)
Y continúa: “Como quiera que estas danzas varoniles suelen rematar muchas veces en
palos, única arma que usa nuestro pueblo; y como nunca lo sueltan vería V. a
todos los danzantes con su garrote al hombro, que sostienen con los dos dedos
de la mano izquierda libres los otros para enlazarse en la rueda y seguir
danzando en ella con gran mesura y seriedad. Sucede, pues, frecuentemente que
en medio de la danza algún valentón caliente de cascos empieza a vitorear a su
lugar o concejo. Los del concejo confinante y por lo común rival, vitorean al
suyo; crece la competencia y la gritería y con la gritería la confusión; los
menos valientes huyen, el más atrevido enarbola su palo: lo descarga sobre
quien mejor le parece, y al cabo se arma tal pelea de garrotazos que pocas
veces deja de correr la sangre”.El
"problema social" llegó a ser de tanta envergadura que los decretos y
bandos imponiendo castigos durísimos fueron notables.
La foguera de San Xuan,
colocada en la plaza del Ayuntamiento se prendió a medianoche como marca la
tradición. Este año contó con la presencia del actor mierense Alberto
Rodríguez, conocido por su papel de La Marquesina en el programa "Terapia
de Grupo" de la tpa, y ahora presentador del programa "De Folixa en
Folixa", que enseña las fiestas más interesantes de Asturias.https://www.youtube.com/watch?v=pwUKA0Ncwq4
Como muestra
copiamos un Decreto de Carlos IV en 1803 recogido por Julio León
Costales en su libro "Noticias históricas sobre Mieres y su concejo"
(Edición Ayuntamiento de Mieres, 1988)y citando a Aurelio de Llano : "Por
haberse notado que los asturianos... se juntan en quadrillas con palos y
estacones a bailar la danza prima en el prado..., de que resultan
quimeras, alborotos y otros escándalos : Se prohíbe que en cualquier día
o noche se junten en quadrilla los asturianos u otras personas con
palos o sin ellos, así en el prado de ..., como en otro paraje ,.. con
el motivo de tener bayle de la danza prima ,....ni susciten quimeras o cuestiones , formando bandos en defensa de sus concejos ni sobre otro
asunto; pena de aquel que contraviniere se le destinará a uno de los presidios de África por seis años y se le tratará como perturbador de la seguridad pública"Cuando en 1930 D. Ramón Menéndez Pidal fue invitado a ver la Danza Prima en Mieres en el Liceo Aniceto Sela parece que los ánimos ya estaban más suavizados a tenor de las fotografías de la época
Imagen
tomada el 3 de agosto de 1930, con ocasión de la Danza Prima celebrada en honor
de Menéndez Pidal en el patio del Grupo Escolar Aniceto Sela (Mieres). https://www.zendalibros.com/la-indescifrable-historia-del-galan-de-la-villa/
FUENTE: EL BLOG DE ACEBEDO ______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________
NOTA:Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada
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se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se
ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo figurar o para borrarla
si es su deseo, porque es justo reconocer a los autores.
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