18 de julio de 2019

La Historia del Gijón romano

GIGIA O NOEGA: HISTORIA DE UNA CIUDAD
Guerrero astur (asturweb). Pinterest
Al igual que la mayoría de los pueblos, el origen de Asturias se pierde en la noche de los tiempos, y las primeras páginas de su Historia están entre nieblas, como lo están sus altas cumbres
El Gijón Romano. (mercadoartesanoyecologico.com)
Para no interpretar hechos y darles un nuevo matiz equivocado, vamos a beber en las fuentes primeras de donde brota la historia. De la historia de Gijón, la antigua Gigia o Noega, apenas nos quedan algunos textos que hacen mención de lo acaecido en esta villa en tiempos pasados. Gigia, según las crónicas, era, junto con Lancia, la ciudad más importante de los astures. Dicen los historiadores romanos: "Esta tierra se encuentra fortificada por poderosos elementos naturales, montañas de agreste relieve y un mar poderoso que golpea contra sus costas. Toda esta tierra es de exuberante belleza, donde late un torbellino de lucha constante, un continuo manantial de vida, que nace de las entrañas mismas de la tierra y de las aguas que la fecundan. Desde los helados vientos de las cumbres nevadas, hasta los tibios vientos húmedos de los valles y las costas, desde los saltarines ríos hasta los solitarios acantilados donde el mar se esfuerza por arrancar con cada golpe de su aliento un pedazo de las rocas, se nota la fuerza de una presencia que vive en cada rincón".

17 de julio de 2019

Las mujeres de la monarquía asturiana (y III)

Adosinda, una mujer clave en la historia de la monarquía astur
Retrato imaginario de Usenda o Adosinda, reina consorte de Asturias por su matrimonio con el rey Silo. Isidoro Lozano. Museo del Prado. Adosinda (¿728? - después de 785) fue una reina de Asturias. Era hija de Alfonso I el Católico, y de la reina Ermesinda y media hermana del rey Mauregato y nieta de Don Pelayo. (...) Saber más... WIKIPEDIA 

Jugó un papel fundamental en el desarrollo de la monarquía astur y movió ficha para elevar al poder a su sobrino, el futuro Alfonso II 'El Casto'
Adosinda, una mujer clave en la historia de la monarquía astur. El Comercio
El Comercio
De ella no sabemos más de lo que quisieron contarnos. El principal freno -pero también acicate- que el historiador se topa a la hora de profundizar sobre los inciertos orígenes de la monarquía astur es, irónicamente, que antes que él se decidiera a hacerlo solo habían escrito sobre ello los cronistas regios. Los más cercanos a la Corte y los más interesados en pervertir la historia. ¿Recuerdan la última escena de la Lord Comandante Brienne de Tarth en 'Juego de Tronos'? Algo así. Porque poco tiene que envidiar la emocionante, quizás trágica y, desde luego, oscura historia de Adosinda, Reina de las Asturias de 774 a 783, a los devenires de Poniente.

16 de julio de 2019

Las mujeres de la monarquía asturiana (II)

Reinas fuera de las crónicas
Froiliuba, esposa de Favila. La Nueva España
Documentos y epígrafes auténticos dan testimonio y nos han transmitido, al menos, el nombre de algunas de las reinas no citadas en las más viejas crónicas
Gaudiosa en una litografía del siglo XIX Gaudiosa es un personaje no verificado de la historia a quien se le atribuye ser la esposa del rey don Pelayo, y madre del rey Favila de Asturias. Su existencia no está atestiguada. (…). Saber más... WIKIPEDIA.
La Nueva España
El silencio de éstas es suplido a veces con las adiciones que el obispo Pelayo hizo en la versión "Sebastianense" de la "Crónica de Alfonso III". La fama de falsario que este obispo ha adquirido con el tiempo ha hecho dudar de la veracidad de esos datos por él añadidos, aunque quizá no habría por qué cuestionarlos, pues no cabe duda de que el prelado ovetense dispuso de información que no ha llegado a nosotros, y normalmente sus falsificaciones iban dirigidas a engrandecer su iglesia ovetense. Si se concede veracidad en este aspecto al obispo Pelayo, tendríamos gracias a él el nombre de la primera reina astur, Gaudiosa, la esposa de Pelayo, de quien dice que fue enterrada con éste en la iglesia de Santa Eulalia de "Velanio", lugar que se ha interpretado como Santa Eulalia de Abamia, donde efectivamente existe la tradición de este enterramiento. Ambrosio de Morales visitó esta iglesia en 1572 y dejó escrito que en el exterior, pero arrimada a ella, estaba la sepultura del rey Pelayo "y algo más apartada la de su mujer", que carecía de cubierta. En alguna ampliación de la iglesia los supuestos sepulcros de Pelayo y Gaudiosa pasaron a estar dentro de la iglesia, y en el de la reina un epitafio con letras del siglo XVIII señalaba: "Aquí yace la reina Gaudiosa, esposa del rey Pelayo".

15 de julio de 2019

Las mujeres de la monarquía asturiana (I)

El olvido de las reinas
Ermesinda, reina consorte de Asturias, por Francisco Joaquín Gutiérrez de la Vega. 1854 (Museo del Prado, Madrid). Saber más... WIKIPEDIA.

La discriminación histórica de la mujer se manifiesta también claramente en el caso de las reinas del período de la Monarquía Asturiana
Retrato de doña Nuña, esposa del rey Ordoño I. (LNE)  

La Nueva España
Frente a los trece monarcas que ocuparon el trono en los dos siglos de su vigencia, los textos más antiguos, las conocidas como "Crónicas asturianas", es decir, las dos versiones de la "Crónica de Alfonso III" (las llamadas "Rotense" y "Sebastianense" o "A Sebastián"), y la "Crónica Albeldense", sólo citan a tres reinas y lo hacen por su fundamental importancia en la transmisión de los derechos al trono.Ermesinda, la hija del rey Pelayo, es la primera mujer a la que las llamadas "Crónicas asturianas" citan por su nombre. Éste aparece escrito como Ermesinda en la "Rotense", y Bermesinda, en la "Crónica Albeldense", quizás por un error de copia de un previo Hermesinda. Su mención se explica por la importancia que tuvo su matrimonio con Alfonso, hijo del duque de Cantabria Pedro, que constituye el primer ejemplo de enlace político en la Monarquía Asturiana. Según la "Crónica Albeldense", la unión de Ermesinda con Alfonso se había realizado "por iniciativa del propio Pelayo", sin duda para sellar una estrecha alianza entre los dos pueblos o comunidades vecinas. Ese matrimonio tuvo una importancia trascendental, pues legitimó el linaje descendiente del duque de Cantabria, Pedro, en la sucesión en el trono de Asturias, lo que fue facilitado por la prematura muerte de su cuñado Favila, que despejó el camino de Alfonso I al trono astur.