17 de septiembre de 2014

Cuatro barcos mercantes llevaron el nombre del monte ovetense "Naranco"

Cuando el Naranco surcaba los siete mares

Barco Monte Naranco en el puerto de Buenos Aires, Enero de 1943, para traer grano a España. Todocolección.

Cuatro barcos mercantes llevaron el nombre del monte ovetense transportando toda clase de materiales y protagonizando naufragios y huidas durante la Guerra Civil

Estampa marinera del "Monte Naranco" atracando en el puerto de Santander. La Nueva España.

La Nueva España
El totémico monte Naranco de los carbayones, que domina Oviedo desde su cota más alta -la del Pico el Paisano sobre el que se asienta en gigantesco monumento al Sagrado Corazón- sirvió a navieros asturianos y vascos para dar nombre a mercantes que surcaron los siete mares y que tuvieron una vida azarosa en unos casos, desgraciada en otros, y en el resto marcadas por los lógicos cambios de la bandera que ondeaba en su popa. Esta es la historia de estos cuatro barcos. El "Naranco", de la Naviera Ángel Álvarez, de Avilés, fue el más desgraciado de todos ellos. El pequeño mercante, que había sido construido en Gijón en el año 1919 con un desplazamiento que le permitía cargar 1.750 toneladas se hizo por última vez a la mar desde la ría avilesina el 19 de agosto del año 1959, a las 18.30 horas con buen tiempo y con destino al puerto holandés de Rotterdam. En sus bodegas transportaba un cargamento de 1.200 toneladas de residuos de pirita que había cargado en Bilbao, antes de entrar en la ría asturiana para carbonear. Hasta llegar a la entrada del Canal de la Mancha, la navegación se realizó sin incidencias. Fue entonces cuando apareció la temida niebla, tan frecuente en estas aguas, que además son de las más transitadas del mundo.

15 de septiembre de 2014

La historia de un pueblo ejemplar, Gallegos de Mieres

Iribar y Urbina, dos nombres en Gallegos
Autoridades regionales y locales con Silvino García, en Gallegos Mieres-Asturias.  La Nueva España. 

Las singularidades y los históricos visitantes de un emblemático pueblo del valle de Cuna. Hubo un tiempo en el que la laboriosidad de las gentes del medio rural recibía una especie de reconocimiento, al estilo de "Pueblo Ejemplar" de los Premios Príncipe de Asturias, que respondía a la denominación de "Pueblo más Bonito de la Región"
Luis Estévez, "Cholo" (a la derecha), entrevista a Iribar en el pueblo de Gallegos (Mieres). La Nueva España. 

La Nueva España
El Valle de Cuna, cuya capital de pleno derecho es Cenera, guarda en sus entretelas buena muestra de ello. Primero fue Insierto, después Gallegos y finalmente Paxío que también pertenece a esa área. Del primero y del tercero se hablará aquí, si las circunstancias lo permiten, en un tiempo cercano. Hoy corresponde traer, por su singularidad y anecdotario, a San Pelayo de Gallegos, el más cercano a los confines con el concejo de Riosa, que fue así declarado en 1974, siendo alcalde de Mieres Celso Antuña y gobernador civil de Asturias Anguera Ansó. Y como portavoz ante el cronista, un hombre harto conocido, Raimundo García, quién, pese a vivir en Mieres, todos los días, acompañado de su esposa, eleva sus andares hacia las alturas del rincón que lo vio nacer, donde disfruta del ambiente cuya esencia lleva muy dentro. Este mierense, facultativo de minas y paisano de pueblo de pura cepa, fue concejal de la primera corporación democrática en la capital del concejo. Duró solo tres años formando parte de la comisión de ganadería, con Tino Ordiales de Presidente y demás representantes, caso de Andrés el Taxista, Gonzalo el Maestro, y la única mujer, Encarnita Lamelas. Como secretario Manolín, un funcionario, según Mundo, "de lo mejor del ayuntamiento". 

14 de septiembre de 2014

La historia de un turones destacado


Quevedo, el tenor de San Francisco
El tenor Genaro Quevedo de Turón (Mieres). Dibujo de José Luis Varela. La nueva España.
La vida de un destacado turonés, apasionado de la música y que trabajó activamente por su tierra. Podemos afirmar que la figura de la que hoy nos vamos a ocupar, nació cantando y aunque parezca una fantasía, esta frase nos sirve para definir su afición por este arte como algo innato, pues siendo poco más que un niño ya formó con algunos amigos del barrio un Ochote a dos voces que "sonaba" muy bien y estaba dirigido por Guillermo "el chato"
Genaro Quevedo fue el artífice del resurgimiento del Coro Minero después de su desaparición. (…). Saber más... HISTORIA DE TURÓN.

La Nueva España 
Genaro Quevedo nació en el poblado minero de San Francisco y su infancia se desarrolló en plena posguerra. Estamos hablando de tiempos de excepción: escasez de suministros, enfermedades y muerte. El reducido tiempo de ocio que le permitían aquellos años oscuros, los dedicaba al canto, tanto en casa como con los amigos o en la propia calle. Es su verdadera válvula de escape. En 1944 coincidiendo con las Bodas de Plata del colegio La Salle se celebró una gran fiesta alrededor de la misa cantada al mediodía (segunda pontifical de Perosi). La formación musical estaba integrada por el Coro de Hulleras de Turón que dirigía Aurelio Pardo y por algunos de los alumnos mas cualificados para participar en el evento. Entre los primeros se encontraban importantes coristas que procedían del Orfeón turonés de anteguerra como Cotti, Dalmacio, Floro del Visu y Enrique Burguet, y entre los segundos, como no, estaba Genaro con tan solo doce años. Algún tiempo después, una vez concluidos los estudios primarios, ingresa en la mina "Fortuna" de Antonio Aza siendo destinado a los planos inclinados donde tenía que sufrir las inclemencias climatológicas (lluvia, frío, nieve) durante buena parte de la temporada. 

13 de septiembre de 2014

El puente «La Perra» y sus problemáticos accidentes

Punto negro de la ruta de la muerte

Foto del Archivo Luis Fernández Cabeza. El puente de la perra fue una «trampa mortífera» durante una importante parte de la historia reciente de Mieres. Facebook Mieres Años 80 y90 de José R. Viejo.

Los accidentes en el cruce de la Perra y las protestas para acabar con ellos
Manifestación en Mieres con los máximos dirigentes políticos y sindicales en la cabecera pidiendo solución para el cruce del Puente La perra. La Nueva España
En la fotografía (de la parte superior), se puede observar, al frente de la demanda ciudadana, a los máximos dirigentes políticos y sindicales, entre ellos el alcalde Álvarez-Buylla, Gerardo Iglesias (PCA), Maximino Vicente (PSOE), Miguel R. Muñoz (MCA), Padilla (UGT), Pedro Álvarez (CC OO), Berto Barreo (PCA), Mario Martínez, presidente de la Unión de Comerciantes del Caudal, y Zapico, que más tarde sería consejero del Principado de Asturias, junto con dirigentes vecinales y otras representaciones. Hay lugares, escenarios determinados, medios concebidos en su día, que pudieron haberse quedado simplemente en la autenticidad de un servicio prestado y pare usted de contar. Otros sobrepasaron ese listón para bien y alguno lo hizo para mal. Todo tiene su historia y el puente de la Perra, vía obligada en su día para acceder a la margen izquierda del río Caudal, llegó a convertirse en el "punto negrísimo" de un tramo de carretera que también fue bautizado como la "ruta de la muerte" entre Oviedo, capital del Principado, y Mieres, capital de esta comarca minera. Y como los relatos tienen un principio y un final, vayamos con la correlación temporal de los hechos.