Barco Monte
Naranco en el puerto de Buenos Aires, Enero de 1943, para traer grano a España.
Todocolección. |
Estampa
marinera del "Monte Naranco" atracando en el puerto de Santander. La
Nueva España. |
El totémico monte Naranco de los carbayones, que domina Oviedo desde su cota más alta -la del Pico el Paisano sobre el que se asienta en gigantesco monumento al Sagrado Corazón- sirvió a navieros asturianos y vascos para dar nombre a mercantes que surcaron los siete mares y que tuvieron una vida azarosa en unos casos, desgraciada en otros, y en el resto marcadas por los lógicos cambios de la bandera que ondeaba en su popa. Esta es la historia de estos cuatro barcos. El "Naranco", de la Naviera Ángel Álvarez, de Avilés, fue el más desgraciado de todos ellos. El pequeño mercante, que había sido construido en Gijón en el año 1919 con un desplazamiento que le permitía cargar 1.750 toneladas se hizo por última vez a la mar desde la ría avilesina el 19 de agosto del año 1959, a las 18.30 horas con buen tiempo y con destino al puerto holandés de Rotterdam. En sus bodegas transportaba un cargamento de 1.200 toneladas de residuos de pirita que había cargado en Bilbao, antes de entrar en la ría asturiana para carbonear. Hasta llegar a la entrada del Canal de la Mancha, la navegación se realizó sin incidencias. Fue entonces cuando apareció la temida niebla, tan frecuente en estas aguas, que además son de las más transitadas del mundo.