Lo que cuesta asaltar el cielo |
Captura de pantalla de la portada de la Revista Mierense "Minería" (septiembre de 1929). Director, Pancracio García López. (Archivo del blog) |
Las cuentas de la Revolución de Octubre de 1934 y sus repercusiones |
Ilustración de Alfonso Zapico |
La Nueva EspañaEn 1977, el grupo Teatro Margen se dio a conocer al público con una obra de mucho éxito y título llamativo: "Y los cíclopes salieron de las entrañas de la tierra para asaltar el cielo". Estaba claro que los cíclopes eran los mineros que se ayudaban de su único ojo luminoso para desplazarse por las galerías subterráneas y también que el asalto al cielo se refería a la revolución de 1934. Sin embargo, la expresión no era nueva y estaba tomada de Karl Marx, quien la empleó por primera vez en una carta al doctor Ludwig Kugelmann para referirse de esa manera a la Comuna de París de 1871. Como ustedes conocen, actualmente sigue recurriéndose a la frase porque es rotunda y poética, aunque el cielo que ahora se busca ha tomado forma física y cabe en una buena finca con piscina. Sin embargo, los cíclopes que protagonizaron el asalto de Octubre de 1934 tenían un horizonte colectivo y salieron de las entrañas de la tierra para lograr un mundo más igualitario, sin clases sociales y donde el trabajo, la cultura y la riqueza estuviesen repartidos entre todos. Dejaron en su intento unas 2.000 víctimas mortales sumando a sus propias bajas los caídos de las fuerzas armadas que tuvieron en frente y los representantes de la burguesía y del otro cielo (el de los cristianos) que persiguieron expresamente.