17 de diciembre de 2017

Prensa antigua «El Mediodía de Asturias»

Para qué sirve un periódico
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
Los ejemplares de prensa antigua permiten a los historiadores entender mejor cada época: "El Mediodía de Asturias" nos lleva a mayo de 1896
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
La principal utilidad que siempre ha tenido la prensa escrita es la de transmitir noticias con inmediatez, aunque ahora la competencia de las nuevas tecnologías ha hecho que los artículos de fondo y las opiniones vayan ganando importancia en sus páginas frente a la información puntual, que ya buscamos por otros medios. Así las cosas, puede parecer que los periódicos, como los alimentos frescos, caducan a los pocos días y deben tirarse, porque ni siquiera las ferreterías despachan ya puñados de puntas en sus hojas plegadas, ni a nadie se le ocurre en estos tiempos usar sus páginas como papel higiénico o para envolver un bocadillo. Error. Los periódicos viejos son como los buenos vinos y con el tiempo aumentan su precio, y a la vez crecen en interés, porque sirven a los historiadores mejor que la lectura de muchos manuales para entender una época.

16 de diciembre de 2017

El peculiar personaje Gijones, Manuel Valdés, "Pulgarín"

El limosnero republicano de San Pedro
La iglesia de San Pedro en 1907- (Filatelia Santos)
"Pulgarín", que vivía en Cimavilla, era de baja estatura y tenía unos pulgares enormes, tiene una historia, que es la de Gijón, con colectivos tan peculiares como los pescadores y las cigarreras
Caricatura de Manuel Valdés, "Pulgarín"
Los playos usaban un habla especial, una jerga que llamaban hablar al resve, al revés ("chesmu ciesgra", por "muches gracies"), tiene himno ("Cimadevilla, tu eres el barrio mejor, tú te destacas en fútbol y en natación?"), tiene bandera (tres franjas azules y dos amarillas), equipo de fútbol y cientos de personajes populares que llenaron sus calles, sus dos barrios, La Soledad y Los Remedios.
Nos detenemos en uno de sus personajes, en Manuel Valdés, "Pulgarín", que así era conocido no solamente por su corta estatura -"para llegar al metro y veinte centímetros tenía que ponerse en una banqueta", escribió Víctor Labrada- sino por el gran desarrollo de sus dedos pulgares, que le impedían poner guantes. Mitones llevaba nuestro limosnero. Porque limosnero era Pulgarín. A la puerta de San Pedro, hablamos de finales del siglo antepasado, se colocaba los domingos con un cepillo muy particular que llamaban el petitorio, o alcancía. Era un cepillo de madera que en su frente tenía, protegidas por un cristal, tres estampas. Una de la virgen del Rosario, otra de las Ánimas del Purgatorio, y la tercera de San Antonio. El diminuto Pulgarín, con voz plañidera, pregonaba la cuestión, "una limosna para la virgen del Rosario, una limosna para las Ánimas?"

13 de diciembre de 2017

Asturias «punta de lanza» industrial

Cuarenta años, crónica regional (1937-1975)
Vista de Mieres desde La Rebollá, se ve la Fábrica de Mieres. Foto: Jubar. La Nueva España
El régimen de Franco en el Principado, que pasó de la represión a convertirse en la punta de lanza industrial del país
Franco, durante la inauguración de un alto horno de Ensidesa el 10 de agosto de 1966. LNE
La Nueva España
El franquismo fue implacablemente uniforme en toda España, pero eso no quiere decir que este período histórico de casi cuarenta años no tenga sus notas diferenciadoras en Asturias. La región fue quizá la que con mayor brutalidad sufrió la saña de la represión. No en vano, la Asturias roja se había convertido en uno de los mitos del movimiento obrero, tras la Revolución de 1934 y la Guerra Civil. Pero el régimen de Franco no cometió el error de abandonarla a su suerte, sino que recibió una atención especial que hizo de Asturias una de las puntas de lanza industriales del país, todo ello acompañado de un paternalismo del que la región tardó en desprenderse. Fue, sin embargo, en Asturias donde se reavivó el problema obrero en los años sesenta y donde creció uno de los polos de oposición en los últimos años del régimen.

12 de diciembre de 2017

El gigante que desbordó el marco empresarial asturiano

Ensidesa, el difícil empeño
1952. Aéreo de Avilés. A la izquierda relleno de MARISMAS para la instalación de ENSIDESA. (Foto gentileza de Ricardo García Iglesias). Foto coloreada. El Comercio.

Está reiteradamente escrito que el nacimiento de ENSIDESA se produce por el Decreto de la Presidencia del Gobierno de 15 de Junio de 1950, firmado por Francisco Franco, por el que se encomienda al INI la organización de un Centro Siderúrgico con capacidad de producción de hasta 600.000 toneladas de productos terminados
Un documental dirigido por Isaac Bazán Escobar, estrenado en Avilés el 7 de febrero de 2015, cuenta las penurias de la generación de obreros inmigrantes que trabajaron en la construcción de ENSIDESA en los años cincuenta del pasado siglo, y que en algunos casos dejaron la vida en aquella peligrosa tarea. RTPA.

Asturias Mundial.
El Decreto tiene solamente 4 artículos y en la parte expositiva se reitera, en el difícil empeño, la necesidad de una importante industria siderúrgica para el desarrollo del país así como la voluntad de traspasarla a la iniciativa privada cuando alcance su pleno desarrollo. El bautismo legal se recoge en escritura pública del 15 de julio y el denominado Centro Siderúrgico pasa a titularse Empresa Nacional Siderúrgica S.A., con un capital de 1000 millones de pesetas, cifra realmente importante para la época. Eustaquio Fernández Miranda fue nombrado vicepresidente, en funciones de presidente desde 1950 hasta 1957 y Félix Aranguren fue designado Consejero gerente, cesando en 1956, siendo sustituido por Manuel Ocharan. Félix Aranguren fue un experto siderúrgico adelantado a su época. Estrecho colaborador de Suances, le corresponde el mérito de la planificación de la primera etapa y de la dirección de las obras y montaje de las instalaciones en tiempos especialmente difíciles. Director de la Escuela de Ingenieros de Minas de Madrid, trajo a ENSIDESA a sus alumnos más aventajados, enviándolos al extranjero para su especialización. Nombres de momento fueron Ricardo Díez Serrano, Juan Carlos Paredes, Antonio Fernández Miranda, Alfonso Targetta y otros.