Kaniska, el mago cordobés que se enamoró en Turón
El prestidigitador andaluz, estrella del circo, tuvo unas jornadas de magia en su honor en Mieres
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Kaniska, poco antes de su fallecimiento. FERNANDO GEIJO. (LNE)
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La Nueva España
Se ve, se descubre a primera vista, que en el ambiente familiar, representado por sus hijas Marta y Nieves, se respira admiración y un gran cariño por su padre, el prestidigitador cordobés que se enamoró en Turón y se enamoró de esta tierra, hasta el punto de quedarse para siempre sin abandonar su querida profesión y dejar sentada, con su mujer Nieves, la semilla de otros dos hijos, esta vez varones, Andrés y José Luis. Eran tiempos de los años cincuenta cuando Santiago Jaraba Leal, en el DNI, pero "Kaniska" como nombre artístico, viajaba por toda España con el circo del padre de Ángel Cristo, al igual que lo había hecho con el espectáculo de Manolita Chen o el Circo París, habiendo conocido a otros grandes de la "pista" como los hermanos Tonetti e incluso al superfamoso Andrés Pajares que por aquel entonces figuraba en nómina como payaso.