El Blog de Acebedo: El legado intelectual del siglo XVIII (y II)

12 de diciembre de 2024

El legado intelectual del siglo XVIII (y II)

La contrariedad más importante del Instituto Jovellanos

Recreación. Ilustración de © Manuel Adolfo García Fernández. Adolfo García, es un historietista español, nacido en Oviedo el 12 de junio de 1945. Adolfo García trabajó como ilustrador publicando historietas en la prensa regional y otros medios asturianos. (El blog de Acebedo cuenta con la autorización expresa del dibujante ovetense Adolfo García para utilizar sus dibujos en sus artículos). Saber más…. Fuente WIKIPEDIA.
El problema más gordo, que Jovellanos se iba a encontrar en su Instituto, no iba a venir ni de Oviedo, ni de la Universidad, ni del obispo, sino de la Inquisición
Recreación. Ilustración de © Manuel Adolfo García Fernández. Adolfo García, es un historietista español, nacido en Oviedo el 12 de junio de 1945. Adolfo García trabajó como ilustrador publicando historietas en la prensa regional y otros medios asturianos. (El blog de Acebedo cuenta con la autorización expresa del dibujante ovetense Adolfo García para utilizar sus dibujos en sus artículos). Saber más…. Fuente WIKIPEDIA.
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Lo cierto es que;

"con Ilustración, despotismo ilustrado y todo lo que se quiera, la Santa Inquisición seguía siendo la gran fiscalizadora de todos los españoles, y más especialmente de lo que éstos leían".

Bien es verdad que el férreo control inquisitorial contra los libros incluidos en el índice se había paliado (especialmente durante el reinado de Carlos III) por el expeditivo sistema de traerlos del extranjero disfrazados con las pastas de las obras de San Agustín, San Benito, Santo Tomás o cualquier otro padre de la Iglesia. «Lo malo es que el cura de Somió, comisario de la Inquisición, no era de esos que dejaba pasar las cosas por las buenas, y provocó un grave incidente con Jovellanos al descubrir una de las obras de Locke en la biblioteca del Instituto». ¿Qué hubiese pasado si llega a encontrarse con alguna de Voltaire? Mejor será no pensar en ello.

Viendo lo anterior, ya podemos comprender que la enseñanza seguía contando con los mismos problemas de antes. «De poco servía que la Ilustración tratase de renovar el espíritu científico y cultural, si los inquisidores velaban para que tal cosa no fuese posible». Ya sabemos que la enseñanza universitaria adolecía de numerosos defectos, limitaciones e incompetencias entre el profesorado escolástico y tradicional. Pero, ¿había alguna enseñanza anterior en el siglo XVIII? ¿Algo parecido a las escuelas básicas o medias de ahora? Al comienzo de dicho siglo, «fueron autorizadas por una orden del rey Felipe V las escuelas elementales dirigidas por los jesuitas, para que se pudieran establecer en la segunda planta del edificio que estaban levantando en El Fontán para sus escuelas de Gramática, en lo que sería el colegio de San Matías y es ahora la plaza cubierta del mercado de Oviedo». El problema surgió en la ciudad cuando se decretó la expulsión de la Compañía de Jesús, lo que obligó a buscar y nombrar nuevos maestros.

Campomanes, en una carta dirigida en noviembre de 1768 al regente de la Audiencia, disponía que se les entregasen los correspondientes títulos a los que se encargaban de dar las clases en sustitución de los jesuitas. Indicaba, además, que el Ayuntamiento debería ser el único patrono de las escuelas y estudios, y que los cargos tendrían que ser provistos por oposición. Sin embargo, y previa solicitud, era posible conceder a los particulares el permiso para enseñar. Lo que sería necesario preguntarse es, dada la situación de la época, si habría muchas personas que estuviesen verdaderamente capacitadas para ello. Pero si la enseñanza primaria, a juzgar por la carta de Campomanes, se coloca en manos municipales desde el año 1768, la universitaria estaba en otras, tan diferentes, que tenían incluso la capacidad de excomulgar a alumnos y profesores. De hecho, «un vicerrector excomulgó (en 1639) al teniente gobernador del Principado, porque, siendo doctor, no quiso asistir a una reunión del claustro para tratar ciertos problemas de la Universidad».

A cambio de semejantes prerrogativas del rectorado, los estudiantes universitarios de entonces estaban exentos del servicio militar, lo que no quiere decir, de ningún modo, que fuesen precisamente pacifistas. Las peleas entre grupos de estudiantes eran plato habitual del día. Y cuando no se peleaban entre ellos, o los estudiantes de un concejo contra los de otro, lo hacían contra los paisanos. Eran muy frecuentes las agarradiellas entre «los de la polaina» y «los de la sotana», que era como popularmente se apostrofaban paisanos y estudiantes. Lo que no parece que haya abundado mucho en la Universidad de Oviedo eran los «sopistas», tan numerosos en otros lugares, como Salamanca, Alcalá o Compostela. Los estudiantes ovetenses no eran clientes muy habituales de la «sopa boba» (la que se servía a la puerta de los conventos), entre otras razones, porque la Universidad de Oviedo tenía una matrícula muy razonable y la mayoría de los estudiantes no eran pobres; o, al menos, no en la proporción que se daba en otras universidades.

Eso no quiere decir que, en ocasiones, no repartiesen los frailes de San Francisco sopa a los estudiantes que iban a sentarse, para ello, bajo la sombra del famoso Carbayón, en tanto que los estudiantes de la escuela tomista (la de Santo Tomás de Aquino) recibían sus condumios de los frailes dominicos en El Campillín. Lo que sí está claro es que, en el siglo XVIII, la Universidad de Oviedo, posiblemente por su apego a las viejas enseñanzas, pasa por grandes dificultades, entre las que predominan las puramente económicas. "En el año 1733, la Junta General del Principado ha de crear un nuevo impuesto, además de conseguir que el que se cobraba sobre la sal, destinado a obras en la Catedral, se dedicase al alivio de la penuria universitaria". Con ese dinero pudo crearse una nueva cátedra, pero, sobre todo, fue posible pagar los muchos sueldos atrasados de los catedráticos. En cualquier caso;

"la Universidad de Oviedo mantenía, en pleno siglo de la Ilustración, un nivel intelectual tan vergonzosamente bajo como las demás universidades españolas de la época"

De hecho, la Universidad raramente tenía que ver con el mundo de la ciencia y la cultura del siglo XVIII, por paradójico que ahora nos parezca.

El asturiano conde de Campomanes luchó denodadamente (y hasta a veces con algún éxito, fuera de Asturias) para dar nueva vida a la anquilosada Universidad del siglo XVIII español. Pero parece que el claustro de la Universidad de Oviedo de su época no debía de sentir (de manera colectiva, al menos) demasiadas inquietudes por ese problema, por lo que mantuvo una resistencia (casi una cerrazón) a los avances de la nueva época. "En 1767 había en la Universidad asturiana cinco cátedras de Teología, cuatro de Cánones, cuatro de Leyes y cinco de Artes. Las cátedras de Teología, en concreto, eran una magnífica muestra de lo que Jovellanos llamaba «escenario de infecunda controversia»". En ellas participaban miembros del clero secular y del regular, normalmente en abierta y fiera pugna entre las diferentes órdenes religiosas, cada una de las cuales defendía a ultranza sus propias ideas y principios, sin la menor intención de transigir con las de los demás.

La vida académica se caracterizaba en el siglo XVIII, todavía, por su fuero académico, por el que la Universidad tenía jurisdicción en causas civiles y criminales de los universitarios. Estas ventajas hacían que muchas personas que no seguían estudios de ninguna clase se matriculasen en alguna de las facultades, con el fin de sustraerse así a la jurisdicción ordinaria, mucho más dura y rígida. De todos modos, el fuero académico tenía unos límites: los de su propio territorio, constituido por el edificio de la Universidad y los sitios próximos, delimitado todo ello por poyos y cadenas, así como por un enlosado que lo rodeaba. «De esa época son todavía los poyos y cadenas de ambos lados de la puerta principal de la Universidad de Oviedo, en la calle de San Francisco». Y aún no están muy lejos los tiempos en que, si alguien perseguido por la fuerza pública se agarraba a las cadenas citadas, no podía ser detenido. Al menos, en teoría.

Otro de los temas interesantes de la vida universitaria de esos años eran las graduaciones, llenas de ceremonia y pompa. El graduado iba acompañado hacia la capilla de San Gregorio, y las campanas debían repicar al entrar y salir del examen. El tercer repique era la señal de que había aprobado. «La votación de los doctores era absolutamente secreta y, tras ella, en la ceremonia del doctorado, había incluso un desfile a caballo y se pintaba en la pared del edificio universitario el ¡víctor! con sangre de toro. Incluso había una especie de contra-ceremonia, por así decir, denominada gallo, en la que el graduado más reciente podía burlarse públicamente del candidato al doctorado; y en esa burla valía todo: sacar a relucir los defectos físicos o morales suyos, de sus padres y sus antepasados, e incluso, en el caso de los clérigos, del ama del cura. La costumbre fue finalmente suprimida en 1795, para descanso y satisfacción de mucha gente».

Recreación. Ilustración de © Manuel Adolfo García Fernández. Adolfo García, es un historietista español, nacido en Oviedo el 12 de junio de 1945. Adolfo García trabajó como ilustrador publicando historietas en la prensa regional y otros medios asturianos. (El blog de Acebedo cuenta con la autorización expresa del dibujante ovetense Adolfo García para utilizar sus dibujos en sus artículos). Saber más…. Fuente WIKIPEDIA.
FUENTE: © CARLOS MARÍA DE LUIS. HISTORIA DIBUJADA DE ASTURIAS. Tomo 3. Edad Moderna. Págs. 177 a 192. Dibujos de © Adolfo García. © Ayalga Ediciones. Esta obra completa, dado su interés cultural, se editó con la colaboración del Banco de Asturias. El Blog de Acebedo.

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AUTORES.

Carlos María de Luis García-Montoto. Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo, periodista y dibujante. Nació en Salas, en noviembre de 1934. Desde 1963 a 1969 fue jefe del Servicio de Investigaciones Arqueo-lógicas de la desaparecida Diputación Provincial, y director del Museo Arqueológico Provincial de Oviedo. Dejó la arqueología por el periodismo, pasando a la redacción del diario ovetense La Nueva España, donde trabajó hasta 1984, año en que fue privatizada la prensa del Estado. A partir de esa fecha y hasta su jubilación, presta sus servicios en el Gabinete de Prensa de la Dirección Provincial de Asturias del Ministerio de Educación y Ciencia. Ha publicado en la prensa regional y en diversas revistas multitud de trabajos y reportajes, en serio y en clave de humor, sobre la historia, la arqueología, el arte medieval, el pasado de la Iglesia, y también sobre la historia de los diversos ferrocarriles asturianos, que son otra de sus debilidades. Colaboró en diversas publicaciones nacionales e hispanoamericanas con trabajos sobre temas asturianos. También ha publicado varios artículos de investigación en el Boletín del Instituto de Estudios Asturianos y en revistas de distintas universidades, y dos guías didácticas para escolares, dentro del programa «Conocer Asturias», del Ministerio de Educación y Ciencia y la Consejería de Cultura del Principado. FUENTE: Carlos María de Luis. Foto: El Comercio. Foto: tebeosfera /autores. Jordi Manzanares (2020): "Carlos María Luis García-Montoto" en Tebeosfera.

Manuel Adolfo García Fernández. Historietista - Dibujante - Humorista Gráfico. Nace en Oviedo Asturias) el 12 de junio de 1945. Se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo y trabajó como decorador e ilustrador en una agencia publicitaria ovetense en el comienzo de su trayectoria profesional, aunque siempre le atrajo el dibujo humorístico y la historieta e hizo sus primeros pinitos en la prensa regional. Se pluriempleó dibujando historietas de corte infantil para Bruguera, con un estilo deudor del de F. Ibáñez, comenzando en el inicio de la década de los años setenta en cabeceras como Din Dan, a la que destinó sus series Pepe Murciélago y Maratón, ambas sobre guion de Francisco Alonso. Entró en litigio con Bruguera, por impago de una obra, a raíz de su historieta San Juanín de la Lumbre, primeramente, aparecida en La Nueva España y que Bruguera rescató en un Zipi Zape Especial en 1984. Publicó brevemente en la revista Trinca y siguió dibujando, pero la mayor parte de su obra posterior quedó sin publicar en España debido a que fue dirigido al mercado exterior por mediación de la agencia Bardon-Art. De su producción patria nos quedaron sus colaboraciones con empresas asturianas, como Chocolates La Herminia, La Nueva España, La Pega Tina, Trabe y otros emprendimientos, entre ellos algunas autoediciones. En el siglo XXI ha recuperado algunas de sus obras a través del sello Madú (como Xuanón) y por mediación del periódico La Nueva España (Pelayo). FUENTE: TEBEOSFERA

Editorial "Ayalga Ediciones S. A.". Empresa asturiana radicada en Salinas (Castrillón). Fundada por el periodista Agustín Menéndez Prendes, conocido por Agustín Santarúa, en mayo de 1976 (financiada en su creación por el industrial Francisco José Sitges). Ayalga ediciones rompió moldes en Asturias. Se vivía una época diferente, con un ansia por conocer la tierra, desenterrar una cultura y una lengua ocultas e ilusión por construir la democracia de la que hoy disfrutamos. Además, la editorial intentaba abarcar los más variados aspectos de la historia y de la cultura del Principado. Fuente: El Blog de Acebedo.

Wikipedia, la enciclopedia libre, fue creada el 15 de enero de 2001 como proyecto de edición abierta que pretendía agilizar y flexibilizar el desarrollo de la hoy extinta enciclopedia con revisión por pares Nupedia, y ha crecido continuamente en número de artículos y de ediciones idiomáticas hasta la actualidad. (…). En marzo de 2000 Jimbo Wales creó Nupedia, un proyecto de enciclopedia libre basado en un ambicioso proceso de revisión por pares, diseñado para hacer sus artículos de una calidad comparable a la de las ASTURES(principalmente doctorandos y académicos), a los que se proponía colaborar de modo no remunerado. Debido al lento avance del proyecto, el 15 de enero de 2001 se creó un wiki (UseModWiki) vinculado a Nupedia cuya finalidad inicial era agilizar la creación de artículos de forma paralela, antes de que estos pasaran al sistema de revisión por expertos. Existe cierta polémica entre los fundadores de Nupedia sobre quién propuso originalmente la idea de usar un wiki a Jimbo Wales, si Larry Sanger o bien una tercera persona, pero el caso es que el éxito de aquel "pequeño proyecto paralelo" (Wikipedia) acabó eclipsando a Nupedia, que dejó de funcionar en 2003. (...). Seguir leyendo.... Wikipedia.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.

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