León Trotsky. (Editorial Txalaparta) |
El revolucionario ruso recaló en España en 1916, causando temor en el
marqués de Comillas, que trató de comprarle para que dejara el país
https://www.lne.esIlustración de Alfonso Zapico |
El martes 31 de octubre de 1916 el II marqués de Comillas, viejo conocido
de los lectores de estas historias por su vinculación con la Sociedad Hullera
Española y el poblado de Bustiello, se sobresaltó leyendo la prensa matinal: León Trotsky, expulsado de Francia,
había cruzado la frontera por Irún y se encontraba en San Sebastián.
Ilustración de Alfonso Zapico |
En los días siguientes los temores
del marqués fueron aumentando al saber que Trotsky había pasado por Madrid
siendo detenido en una casa de huéspedes y trasladado a la Cárcel Modelo sin
más acusación que sus antecedentes internacionales, por lo que la prensa socialista
solicitó su inmediata libertad y los activistas españoles empezaron a
movilizarse por su presencia en España. Luego llegó un momento de respiro
cuando supo que había sido puesto en libertad y en la noche del domingo 12 de
noviembre dos agentes lo habían llevado hasta Cádiz en tren para embarcarlo
allí con destino a La Habana.
Seguramente don Claudio pensó que se trataba de
una buena estrategia conjuntada con la policía zarista para poder detenerlo en
aguas internacionales y llevarlo de regreso a Siberia, pero los socialistas y
también Trotsky sospecharon lo mismo y cuando el gobernador de la provincia le
comunicó que debía embarcar al día siguiente de su llegada, el revolucionario
se negó y consiguió dilatar su estancia en la capital andaluza unos días. Cádiz era una capital especialmente
querida por el II marqués de Comillas. Su padre había querido que él se
encargase allí del despacho de los vapores-correo
oficiales hacia Cuba y Puerto Rico mientras dejaba en Barcelona a su
hermano Antonio para ayudarlo en la gerencia de sus empresas. De Cádiz era
también María Gayón Barrié, su
esposa, con la que se había casado en 1881 cuando ella tenía 17 años, y aunque
en 1914 se había vendido a otra empresa el complejo de construcción naval que
la Compañía Trasatlántica tenía en Matagorda, el aristócrata mantenía intacta
su influencia en la ciudad.
Claudio López Bru visto por Alfonso Zapico |
Maria Gayón Barrié, la esposa de Claudio López Bru. (GAUDÍ Y MÁS... por Ana Mª Ferrin) |
Trotsky pudo evitar la cárcel y se
hospedó bajo vigilancia en el Gran Hotel Roma, en el número 11 de la calle
Buenos Aires, y allí estuvo desde el 16 de noviembre al 20 de diciembre de 1916
haciendo una vida de relativa libertad mientras frecuentaba la Biblioteca
Provincial , donde aún se conservan las anotaciones con sus peticiones de
libros, pero al mismo tiempo, según un carta publicada en la revista editada en
Comillas Unión Fraternal en mayo de 1953, también trató de iniciar aquí unos
preparativos revolucionarios, por lo que el marqués envió a un emisario para
que le ofreciese una cantidad a cambio de que abandonase el suelo español.
Según esta revista Trotsky solicitó 5.000 pesetas y un pasaje para Méjico y don
Claudio accedió inmediatamente. La información hace agua, primero
porque no consta más actividad política de Trotsky en España que el contacto
con Daniel Anguiano y otros
compañeros socialistas que se encargaron de acompañarlo en varias ocasiones, y
segundo porque cuando partió de Cádiz su destino no fue México sino Nueva York.
De cualquier forma, esto fue lo que se repitió durante años con pocas
variantes. Hay quien añadió posteriormente otros datos basados en testimonios
orales que tampoco eran ya de primera mano.
Daniel Anguiano en 1916. (bermemar) |
El capitán Deschamps y el vapor Montserrat, vistos por Alfonso Zapico |
Postal pintada del vapor MONTSERRAT. (mmb.cat) |
Pero la historia volvió a llamarlo en
1917, y tras unos meses en Estados Unidos se colocó nuevamente al lado de Lenin
para encabezar la revolución bolchevique. Con él participó después en el
intento de extender el comunismo por todo el mundo organizando la III
Internacional, y tras la muerte de su compañero y la degeneración de la idea
que trajo Stalin, volvió a intentar reconducir el camino revolucionario
fundando en 1938 la IV Internacional.
Pero Trotsky era tan peligroso para
los capitalistas como para aquellos que se aprovecharon del empuje del comunismo
creando un estado burocrático y dictatorial que los benefició personalmente: el
21 de agosto de 1940, el impulsor del Ejército Rojo murió en México asesinado
con un piolet por el estalinista español Ramón Mercader. Mercader, nacido en Barcelona, obtuvo
así la ciudadanía de la URSS y fue premiado con el nombramiento oficial de
Héroe de la Unión Soviética. Don Claudio había fallecido quince años antes y no
pudo felicitarlo, aunque para mi sorpresa he podido leer que ignorando ese dato
todavía hay quien lo sitúa detrás del asesinato. Ya lo ven, rigor histórico.
León Trotsky en el lecho de muerte (1940) - Fotos de Ciudad de México, Distrito Federal, México. (mexicoenfotos.com) |
Ramón Mercader, tras su detención en México en 1940. (El País) |
FUENTE: ERNESTO BURGOS-HISTORIADOR
Artículo con dibujos de Alfonso Zapico
Ernesto Burgos Fernández nació en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957.
Licenciado en Geografía e Historia
por la Universidad de Oviedo (1979). Diploma de Estudios Avanzados en
Arqueología Histórica («La romanización en las cuencas mineras del sur de
Asturias» 2006).Profesor de Educación Secundaria, ha trabajado en los
institutos «Juan de Herrera» (Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino
de La Miranda» (Palencia), «Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES
«Mata Jove» de Gijón. En el año 2016 el reconocido historiador mierense fue
distinguido con el reconocido galardón anual de
“Mierense del año”.
Alfonso
Zapico (Blimea, Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance.
Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del
Principado de Asturias (Aula Didáctica de
los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros educativos de
Asturias y Poitou-Charente (Francia). Realiza ilustraciones, diseños y campañas
para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es
ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…).
Se estrena en 2006 con un álbum de corte
histórico para el mercado franco-belga, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo
publicado directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una ficción
determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto
palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James
Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011),
que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno
de viaje La ruta Joyce (Astiberri, 2011).
Vive en la localidad francesa de
Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri,
2013) a caballo de su Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se
encuentra preparando su nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que
constará finalmente de tres tomos.
Esta magnífica obra es un autentico
tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros
de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador
de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos
y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a
la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte".
Sus libros han sido traducidos al
inglés, francés, alemán o polaco. (…) http://alfonsozapico.com
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