A la conquista del Ateneo |
Imagen de Mieres, la entonces "Carretera de la Perra", (hoy calle Manuel Llaneza), hacia el año 1890. (Archivo del Blog) |
A comienzos del siglo XX se multiplicaron las asociaciones de tipo cultural en Asturias |
Ilustración de Alfonso Zapico
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En las primeras décadas del siglo XX se produjo en Asturias una
multiplicación de asociaciones de carácter cultural. Bibliotecas,
centros y sociedades populares del mismo tipo fueron abriéndose en todos
los núcleos de población, incluso en los más pequeños, de manera que,
por ejemplo, sólo en la cuenca del Caudal llegaron a contarse 43
establecimientos con características parecidas. Al seguir la pista de estos colectivos resulta frecuente encontrar que
con el tiempo y los relevos en sus directivas cambiasen también de
nombre, pero entre las diferentes denominaciones que adoptaron, la
preferida fue la de Ateneo.
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Ilustración de Alfonso Zapico
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En algún momento los hubo en Ujo, Santa
Cruz, Ablaña, Sueros, Turón, Vegadotos, Santo Emiliano, Figaredo,
Urbiés, La Rebollada, La Peña, Los Pontones, Cardeo, Siana, Loredo,
Rioturbio, Entrerríos y Mieres. También en Malvedo, Vega del Ciego y La
Pola, en Lena. Y lo mismo en Cabañaquinta y Moreda. Por no hablar del
Nalón: Langreo, La Felguera, Lada, Riaño, Barros, La Gargantada,
Ciaño-Santa Ana, La Canga, Cotorraso, La Nisal, Blimea o Pola de
Laviana. La mayoría nacieron o tuvieron su esplendor en los años republicanos,
pero hubo sociedades mucho más antiguas, como el Centro Instructivo de
Siana, de 1909; la Sociedad Obrera de Instrucción y Recreo de Blimea, de
1911; La Montera de Langreo, de 1912 o el Centro de Instrucción y
Recreo de Ujo, de 1915, por citar algunos, y aún en el siglo XIX
encontramos también asociaciones tan dispares en sus objetivos,
dimensiones e historia como el Casino de Mieres y el Círculo de Recreo
de Turiellos, La Felguera, que ya aparece en documentos oficiales de
1882... Con estos datos no quiero agobiarles, sólo pretendo que se sitúen en el
ambiente de la última fecha que les doy: el 7 de abril de 1928, día en
que se constituía el Ateneo Popular de Mieres, para que vean que su
fundación no fue nada original y seguía la moda que se había extendido
por toda Asturias. Pero en nuestra sociedad había una circunstancia que
la distinguía de las demás: desde la Casa del Pueblo socialista ya se
organizaban con frecuencia actos culturales, con lo que los usuarios
habituales de este tipo de locales -mineros, obreros de la fábrica y
ciudadanos de izquierdas- tenían allí su sitio, pero la pequeña
burguesía, que ya se reunía en el Casino para sus celebraciones y
actividades lúdicas, carecía del suyo a la hora de satisfacer sus
inquietudes intelectuales.
Llenar ese espacio fue el objetivo que se propusieron desde un principio
los fundadores del Ateneo. El principal impulsor del proyecto fue el
conocido y prestigioso maestro Juan Vicario, un quirosano que había
dedicado toda su vida a la enseñanza en Mieres, primero en la Escuela
Municipal, abierta entonces en los bajos del Ayuntamiento, y más tarde
como director del Grupo Escolar Aniceto Sela y profesor en el Instituto
de Segunda Enseñanza. Con él figuraron en la primera directiva otros dos
maestros, dos médicos, un abogado, cinco funcionarios municipales y
cinco empleados de la Fábrica, todos de tendencia conservadora, lo que
en un principio ocasionó las esperadas críticas de los socialistas. Pero Juan Vicario supo a base de sabiduría y mano izquierda reconducir
inmediatamente la situación. En el primer curso del Ateneo hizo desfilar
por su sala a conferenciantes de tan distinto pelaje intelectual como
el sacerdote obrerista Maximiliano Arboleya, nuestro viejo conocido Roso
de Luna, el musicólogo Eduardo Martínez Torner o los profesores
Leopoldo Alas Argüelles y Benito Álvarez Buylla y a la vez también se
organizaron clases de diferentes materias, incluyendo el esperanto, una
lengua que a partir de aquí tendría su propia historia en Mieres, y a
las que se apuntaron 70 alumnos. El éxito fue tal que en unos meses se logró reunir a 700 socios que
pagaban una cuota de una peseta mensual, algo bastante económico si
tenemos en cuenta que en el Ateneo de Turón se cobraba el doble e
incluso existían asociaciones como la Sociedad Cultural Ablañense -la
más cara- donde se llegaba a las 3 pesetas, después de haber entregado
10 por la tasa de afiliación.
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El sacerdote obrerista Maximiliano Arboleya. (Archivo del Blog) |
Con todo, las aportaciones de los socios eran insuficientes para hacer
frente a los gastos, que sólo por los costes de las conferencias
ascendieron en el primer año a 1200 pesetas, a los que había que sumar
las otras actividades y las compras de libros para nutrir una biblioteca
que se fijó el objetivo de tener al menos el doble número de volúmenes
que de lectores. La importancia del Ateneo en la vida cultural mierense
se hizo evidente, de forma que a la subvención de 250 pesetas que
otorgaba la Diputación provincial se sumó otra de 1000 aprobada por el
Ayuntamiento y se creó la figura del socio protector, con el doble de
cuota, para equilibrar la afiliación gratuita de los parados de larga
duración, que, como se ve, no son cosa de ahora. La eclosión política y social que supuso la llegada de la República
trajo el despegue definitivo del Ateneo mierense que siguió creciendo y
adaptándose a las novedades que se extendían por el país, pero al mismo
tiempo los diferentes grupos políticos que habían surgido en las Cuencas
se dieron cuenta de que la institución era una plataforma fenomenal
para sus actividades propagandísticas y una cantera potencial de
afiliados con inquietudes culturales como no se podía encontrar en otra
parte. Los socios fundadores, anclados en su conservadurismo asistían
perplejos a la evolución de la institución, mientras los socialistas que
seguían empeñados en potenciar sus propios centros no acababan de creer
en los Ateneos, con lo que la puerta quedó abierta a otras
organizaciones. Quienes primero se dieron cuenta fueron los comunistas, que empezaron a
tomar posiciones en los de Moreda, Turón y Mieres, aunque aquí quien se
llevó el gato al agua fue el pequeño grupo de trotskistas que habían
organizado Manuel Grossi y Marcelino Magdalena bajo las siglas del
Bloque Obrero y Campesino, un partido de gran implantación en Cataluña,
pero en el que en el resto del país apenas tenía influencia. Dicho sea
de paso, conocer como se produjo el contacto de los mierenses con esta
organización es un asunto pendiente que seguramente acabará llamando la
atención de los historiadores que últimamente se interesan por la figura
de Grossi y la importancia que acabó teniendo tanto en la Revolución de
Asturias como en el posterior desarrollo del POUM, en el que él y
Magdalena se integraron desde su fundación.
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Manuel Grossi Mier nació en Oviedo el 17 de junio de 1905 y vivió en Mieres desde los tres años, donde trabajó desde los catorce en mina Mariana. Comunista opuesto al estalinismo, fue vicepresidente de la Alianza Obrera en Asturias cuando comenzó la Revolución de Octubre y se convirtió en uno de sus máximos responsables. (…). Leer más. http://www.fan-asturies.com/personajes_asturianos/m_grossi.html |
Llama poderosamente la atención como ejercieron su influencia en sus
actividades desde aquel momento: se organizaron ciclos de conferencias
con títulos tan significativos como «Cultura popular y cultura
proletaria» y en los meses que siguieron desfilaron por Mieres
intelectuales que entonces gozaban del mayor interés, como Victoria
Kent, del Partido Radical Socialista, y famosa por haberse opuesto en el
Congreso español a que diese el voto a las mujeres afirmando que sería
tanto como entregar la República a la derecha; Augusto Barcia, otro
republicano y maestro masón de gran peso político que había dirigido el
Gran Oriente de España en los años 20; o los teóricos comunistas
Wenceslao Roces e Isidoro Acebedo, éste último bestia negra del SOMA
desde la publicación en 1930 de una novela de ambiente minero «Los
topos» en la que criticaba abiertamente a Manuel Llaneza. Pero lo más sorprendente fue la presencia en las Cuencas de
Joaquín
Maurín y Andreu Nin, llamados expresamente por Grossi y que constituían
en aquel momento la máxima representación del trotskismo peninsular
dividida en dos partidos. Maurín dirigía la Izquierda Comunista y Nin el
Bloque Obrero y Campesino. Andreu Nin, amigo de otro mierense que los
habituales de esta página conocen de sobra, Jesús Ibáñez, con el que
había vivido en Moscú, defendía en aquel momento el «entrismo"», una
táctica consistente en infiltrarse en partidos u organizaciones de mayor
tamaño para acabar controlándolas desde dentro. Precisamente fueron las
diferencias sobre la aplicación de esta estrategia con el PSOE las que
acabaron alejándole del mismísimo Trotsky, pero a lo que parece, cuando
Grossi lo hizo en el Ateneo mierense el resultado fue inmejorable. Tras la revolución de 1934 el Ateneo Popular de Mieres fue clausurado
por la autoridad militar que relacionó sus actividades con aquellos
hechos y aunque pudo volver a abrir sus puertas cuando llegó la calma,
apenas fue un espejismo: la Guerra estaba encima y la caída de Asturias
en poder del Ejército nacional puso el punto final a su historia.
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AUTORES.
Ernesto
Burgos Fernández (historiador). Nació
en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957. Historiador, columnista y biógrafo,
éstas son algunas de las facetas de un Ernesto Burgos que rescata con talento
personajes y anécdotas de nuestra historia. Un notorio investigador y gran
divulgador. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo
(1979). Diploma de Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La
romanización en las cuencas mineras del sur de Asturias» 2006). Profesor de
Educación Secundaria, ha trabajado en los institutos «Juan de Herrera»
(Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia),
«Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el año
2016 el reconocido historiador mierense fue distinguido con el reconocido
galardón anual de “Mierense del año”. Secretario General de Izquierda
Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III
República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de
Asturias. Coautor de los libros de texto «Entre amigos» (Conocimiento del
Medio) para Asturias y Cantabria (2002); coordinador de la revista de Ciencias
Sociales «Cuadernos de Mieres» (2001-2002); experto en la cultura y la historia
de las cuencas mineras asturianas. Ha impartido varios cursos sobre el
patrimonio arqueológico de Aller, Lena y Mieres y defendido ponencias sobre su
temática en jornadas y congresos. Desde los años 70 escribe desinteresadamente
artículos para numerosas publicaciones, álbumes y periódicos locales (Esquisa,
Mieres 30 días, La Voz de Ujo, Camín de Mieres, Mieres, El Carbón, Por tierras
del Caudal, Aula de Paz…). Ha sido pregonero en las fiestas de Santa Bárbara
(2002); La Teyerona (2006); San Xuan de Mieres (2007) y Santa Cruz (2011).
Histórico militante republicano. Secretario General de Izquierda Republicana en
Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y
actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Biógrafo de los
revolucionarios mierenses Manuel Grossi Mier («Cartas de Grossi». 2009) y Jesús
Ibáñez («Y el verbo se hizo furia». Semana Negra 2010), también ha prologado a
varios autores asturianos. Colaborador del diario asturiano La Nueva España,
donde ha firmado las series: «El patrimonio de Las Cuencas» (1998-2000); «100
años de historias y andanzas» (2000-2002) y «Los personajes de nuestra
historia» (2003-2004). Desde febrero de 2005 mantiene ininterrumpidamente la
página semanal «Historias heterodoxas». FUENTE:
Alfonso
Zapico (Blimea, Asturias,
1981). Historietista e ilustrador freelance. Profesional gráfico desde el año
2006. Trabaja en proyectos educativos del Principado de Asturias (Aula
Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros
educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia). Realiza
ilustraciones, diseños y campañas para diversas agencias de publicidad,
editoriales e instituciones. Es ilustrador de prensa en diarios regionales
asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…). Se
estrena en 2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga,
La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado
directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de
lleno en una ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto
conflicto palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida
de James Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del
Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce
(Astiberri, 2011). Vive en la localidad francesa de Angouléme,
donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su Asturias
natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su nueva y
ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de cuatro
tomos. Esta magnífica obra es un auténtico tesoro de la novela
gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros de Asturias de los
que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador de las minas de
carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos y nuevos
tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a la
Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte". En un
paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de La balada del norte, Zapico
completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018), para mostrar de nuevo su faceta
como reportero gráfico al poner el micro al diálogo entre el político Eduardo
Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus libros han sido traducidos al inglés,
francés, alemán o polaco. (…). Foto Wikipedia - Twitter
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.
“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.
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NOTA: Los nombres de los
autores aparecen en el pie de cada imagen o al final de cada artículo, si no es
así, se debe a que es un dato que se desconoce, así que, si algún autor la ve
en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo
figurar o para borrarla si es su deseo, porque es justo reconocer a los
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