Manolín el de Llorío, el último guerrillero de Asturias (en memoria)
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Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del
Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012,
su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic.
Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
Manuel Alonso González, lavianés de 93 años, falleció el 16 de septiembre de 2011, se pasó ocho años en el monte antes de que lo hirieran y lo condenasen
a muerte, una pena que no cumplió |
La partida de guerrilleros, con Alonso en el centro, merendando con unas amigas. LNE |
La Nueva España
«ENTREVISTA DEL DIARIO LA NUEVA ESPAÑA A MANOLÍN EL DE LLORIO, SEÍS MESES ANTES DE SU FALLECIMIENTO».
-Comunista desde los 14 años, se pasó
dos décadas en distintas cárceles de España.
-Tiré una bomba que no explotó. Si lo
hubiera hecho, seguramente me hubiese matado a mí también. Pero sirvió para que
se tiraran al suelo. Salí corriendo de la cuadra, y al dar la esquina de una de
las casas me encontré con un moro que intentó cogerme, pero lo empujé y se
cayó. Había mucha nieve, un metro o más, y no podía correr deprisa. Quería
bajar, llegar a Barredos, tener una oportunidad para escapar. Pero iban detrás
de mí, corrí cuanto pude, oía los tiros, y al final me dieron en la pierna. Antes
de poder llegar a ningún sitio, dos policías me cogieron. En ese momento, el 15 de enero de
1945, se acabó la vida como guerrillero de Manuel Alonso González, «Manolín el
de Llorío».
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Manolín el de Llorío, a la izquierda, con Aurelio Caxigal, armados en el monte. LNE. |
Ocho años se había pasado deambulando por los montes de Asturias, luchando
«como se podía, sin apenas medios» contra el régimen franquista. El día que lo
capturaron lo tiene marcado a fuego en su memoria de hombre de 93 años. «Fue un
chivatazo», afirma. Cuando tiró la bomba, estaba encerrado en una cuadra con
dos de sus compañeros en el maquis asturiano: Joaquín Álvarez y Bautista
Álvarez. Al primero no lo volvió a ver nunca, porque no salió vivo de aquel
enfrentamiento. «Lo mataron a tiros», afirma. Al segundo también lo capturaron,
pero corrió peor suerte que el de Llorío. «Lo condenaron a muerte, como a mí.
Pero a él se la aplicaron». Han pasado sesenta y seis años después de aquel día
y ahora Manuel Alonso es el último guerrillero asturiano que sigue con vida, el
único que puede contar, de primera mano, cómo fue la resistencia antifranquista
en el monte. El pasado mes de febrero IU de Asturias le organizó un homenaje en
el que se le reconoció por dedicar toda su vida a un único objetivo: difundir y
defender el ideario comunista. |
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del
Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012,
su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic.
Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
-¿Que cómo entré en el partido? -Entonces los jóvenes estábamos más cerca de la política, la ideología estaba en
la vida misma. No teníamos apenas ropa, las alpargatas que no estaban rotas se
reservaban para los domingos. No era como ahora, que estamos sobrados de todo.
Yo me hice comunista pese a que tuve que ir a misa hasta los 12 años, «taba
amargáu». A los 14 entré en las Juventudes Comunistas. Nos reuníamos en El
Condao (Laviana), allí estaba el local en el que jugábamos al parchís, al
ajedrez, a las cartas. Y se apoyaban las reivindicaciones obreras. En 1934 se
respaldaron las acciones de los mineros. |
Manuel Alonso
González “Manolín el de Llorío” en do imágenes y el libro Cuaderno del paisaje.
De los cuatro guerrilleros (Aurelio Díaz González «Aurelio Caxigal»; Casimiro
Álvarez Álvarez «Carrizo»; Manolo Díaz González «Manolo Caxigal» y Manuel
Alonso González «Manolín el de Llorío»), sólo Manuel Alonso González, «Manolín
el de Llorío», sobrevivió al monte. Después de pasar más de veinte años en
diferentes cárceles y de una vida precaria al salir de ellas, en el año 2003 me
contó una historia que muy pocos pudieron contar. RAMÓN LLUÍS BANDE, Shangrila,
2016. Saber más…. Shangrila. |
Hasta los niños más pequeños lo
hacían: avisaban cuando venían los militares. A Manuel Alonso lo criaron,
principalmente, sus abuelos y una tía, hermana de su madre, que siguió a su
pareja a América cuando él era muy niño. Natural del pueblo lavianés de Soto de
Llorío, «siempre llevé los apellidos de mi madre, porque me tuvo de soltera»,
explica el guerrillero, que ahora reside en la residencia para personas mayores
de Pola de Laviana. Su infancia la recuerda «dura, como la de todos». Y como
todos empezó a trabajar en el campo, con las vacas y las cabras, ayudando a
cuidarlas, a que parieran, a darles de comer. Siendo ya más mayor añadió un
oficio a su vida, y comenzó a hacer mangos para herramientas. «Íbamos los fines
de semana a las ferias de San Antonio y San Miguel a Gijón, acudíamos al
mercado a ver si vendíamos algo y nos podíamos ganar la vida». La Guerra Civil sorprendió a Manolín
en el río, pescando truchas a mano «para poder comer». Las noticias del
alzamiento militar lo sobresaltaron e hicieron que tomase una decisión que
acabaría cambiando su vida para siempre. Con 18 años recién cumplidos, se
alistó como voluntario. «Cuando me apunté como miliciano no me dieron ni fusil.
Tuvimos que ir hasta el edificio del Ayuntamiento de Laviana, que era el único
sitio en el que repartían el material». El bautismo de fuego de Alonso se
produjo en el mismo valle del Nalón en el que nació, en su parte alta, en la
defensa del puerto de Tarna. El grupo de milicianos lo dirigía Antonio García,
vecino de Llorío. Tras los primeros choques con el enemigo, el grupo de
lavianeses se desplazó a Oviedo, y luego al puerto de La Espina, en Tineo. Allí
fue donde se regularizaron como miembros del Ejército republicano. Por aquel
entonces La Espina era la primera línea de combate, donde el Ejército nacional,
llegado desde Galicia, golpeaba con más fuerza para alcanzar Oviedo cuanto
antes. El cerco a la capital de Asturias acabó quebrándose, y junto con otros
muchos asturianos el devenir de la guerra lo llevó al frente vasco. En Bilbao,
la ciudad cambiaba de manos cada día. |
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
-Con la derrota en el País Vasco, y otra
vez en Asturias, en el batallón de Flórez, trató de defender las últimas
ciudades del Norte que aún no habían sucumbido al avance fascista: Gijón y
Avilés.
-Apenas teníamos armamento y munición
con la que disparar. Y con los de Franco estaban los alemanes, los italianos.
En octubre de 1937 quedamos en el monte. La desorganización de la retirada
republicana propició que muchos de sus soldados no pudiesen zarpar en los
barcos que los tenían que llevar lejos de Asturias. Otros, directamente, no
querían irse de lo que era su tierra natal. «El caso es que entonces quedamos
miles de hombres en el monte», rememora. En los días que siguieron a la caída
del frente Norte, el Ejército de Franco hizo circular un anuncio por todas las
ciudades y pueblos de Asturias: quien se entregase sería perdonado, pero los
que quisieran seguir su lucha bajarían del monte «con los pies por delante». Fue entonces cuando, ante la perspectiva de poder retomar una vida más o menos
normal, muchos de los soldados y milicianos retornaron a sus pueblos. «Decían
que no teníamos nada que temer, que no nos preocupásemos. |
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
Yo al final no me
presenté. Conozco a gente que lo hizo y acabó ante un paredón, fusilada»,
afirma el último maquis asturiano. Los primeros meses en los montes los
vivió «casi a lucha diaria. Había mucho guerrillero, pero también había mucha
fuerza franquista». A Manolín nunca le gustaron los grupos grandes. «Siempre se
dejan más huellas y podían saber por dónde habías ido», afirma. Así, al
principio, «si no conocías el terreno, te arriesgabas a andar a tiros cada
poco. Había tiendas de campaña con Guardia Civil y contrapartidas cada cuatro o
cinco kilómetros, en las carreteras, también en el monte». Ente 1937 y 1945
Alonso vivió perseguido, como una alimaña a la que había que eliminar. Tras
participar en acciones de lucha y golpes económicos (con los que conseguían
financiación) con varios grupos, acabó formando parte de una de las partidas
más conocidas y activas de toda España: la de los Caxigales, con Casimiro «el
Canijo» y los hermanos Aurelio y Manolo Caxigal. |
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
-¿Cómo se las arreglaban para conseguir comida?
-Pues como podíamos. En el propio
monte se podía conseguir algo, según la época del año. Al principio podían
ayudarte los familiares, los amigos, pero luego la represión acabó por
presionarlos de tal manera que los únicos con los que podíamos contactar eran
los enlaces. Eran ellos los que traían harina, patatas, maíz. Luego
cocinábamos, con mucho cuidado para que no saliese humo. Utilizábamos leña de
«ablano» (avellano) y fresno, cortado muy menudo. Es la madera que menos
señales dejaba. Comíamos como «paxarinos», muy poco y muy de vez en cuando. |
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
-¿Qué le pasó a tu familia mientras estabas en el monte?
-A mi tía, María Alonso, la mataron.
Me contaron cómo cada poco tiempo la visitaban, le pegaban palizas, le hacían
la vida imposible. A ella, que era tan católica, que era la que insistía en que
fuese a misa. Un día la cogieron y la llevaron a la casa que hacía de cuartel
en El Condao. Allí la tiraron por la ventana, o la hicieron tirarse. La
represión contra los familiares fue terrible. En el monte, los fugaos tenían que
cambiar de refugio cada poco tiempo. Hacían chozas con ramas y con piedras, y
las cubrían con tejas que «cogíamos de los corrales». Por encima se ponía una
capa de musgo para que quedara camuflada. «No pasábamos más de un mes en un
mismo lugar, se hacía peligroso. Lo peor era cuando nevaba, porque las huellas
nos podían descubrir. A veces nos quedábamos días enteros en las chozas,
esperando a que la nieve se derritiera, racionando la comida que teníamos»,
recuerda Manolín. |
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
La lucha se acabó haciendo cada vez más difícil. La escasez
de armamento y balas limitaba las posibilidades de acción. «A veces, cuando nos
enfrentábamos con las contrapartidas, no podíamos ofrecer resistencia porque no
había suficiente munición. Las balas nos las traían enlaces que habían estado
haciendo la mili, o las que conseguías arrebatar a las fuerzas franquistas. Era
como en la Guerra Civil: ellos tenían las armas y nosotros no». La gente de los pueblos acabó
teniéndoles miedo. «Se implantó un régimen de terror. Si te cruzabas con una
persona por el camino, se escapaban corriendo. Si los franquistas pensaban que
alguien nos había visto se lo sacaban a golpes», apunta Manuel Alonso. Al
final, un chivatazo, un día de nieve y una contrapartida los acorraló en
Esteyeru.
-Manolín tiró una bomba, pero no explotó, y tras apresarlo estuvo 20
años en la cárcel. FUENTE: LUISMA DÍAZ. Publicado por La nueva España el 27-03-2011. Ver enlace._______________________________________________________________________
AUTORES.
Luisma Díaz. Redactor
del diario asturiano La Nueva España.
Alfonso
Zapico (Blimea, Asturias,
1981). Historietista e ilustrador freelance. Profesional gráfico desde el año
2006. Trabaja en proyectos educativos del Principado de Asturias (Aula
Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros
educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia). Realiza
ilustraciones, diseños y campañas para diversas agencias de publicidad,
editoriales e instituciones. Es ilustrador de prensa en diarios regionales
asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…). Se
estrena en 2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga,
La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado
directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de
lleno en una ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto
conflicto palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida
de James Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del
Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce
(Astiberri, 2011). Vive en la localidad francesa de Angouléme,
donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su Asturias
natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su nueva y
ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de cuatro
tomos. Esta magnífica obra es un auténtico tesoro de la novela
gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros de Asturias de los
que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador de las minas de
carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos y nuevos
tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a la
Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte". En un
paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de La balada del norte, Zapico
completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018), para mostrar de nuevo su faceta
como reportero gráfico al poner el micro al diálogo entre el político Eduardo
Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus libros han sido traducidos al inglés,
francés, alemán o polaco. (…). Foto Wikipedia - Twitter
LA NUEVA ESPAÑA ha sido testigo de la historia de
Asturias durante los últimos 80 años. El rigor y la calidad de la información
ha situado este medio de comunicación como el líder indiscutible, a gran
distancia de sus competidores, de la prensa escrita diaria en el Principado de
Asturias. LA NUEVA ESPAÑA es el periódico de referencia de Asturias, los
asturianos de todas las edades lo prefieren según reflejan todas las encuestas,
y al elegirlo cada día no sólo lo han confirmado como líder indiscutible de la
prensa asturiana, sino que lo han convertido en uno de los principales
periódicos de España, pues así lo expresan su difusión y su número de lectores.
DELEGACIONES. LA NUEVA ESPAÑA cuenta con 6 ediciones; General, Gijón, Avilés,
Cuencas, Oriente y Occidente, que se confeccionan en las redacciones de Oviedo,
Gijón, Avilés y Mieres y Langreo, a las que se suman una amplia red de
corresponsales. FUENTE.
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.
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NOTA: Los nombres de los
autores aparecen en el pie de cada imagen o al final de cada artículo, si no es
así, se debe a que es un dato que se desconoce, así que, si algún autor la ve
en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo
figurar o para borrarla si es su deseo, porque es justo reconocer a los
autores.
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