Covadonga foco
por excelencia del turismo en Asturias. En la fotografía se ve la Basílica de
Covadonga en construcción. Foto coloreada. Fuente: RTPA. |
Excursión a Covadonga en una "camioneta". La Nueva España. |
El primero de septiembre de 1932 la revista "Covadonga" abría con una comparación entre el santuario asturiano y el de Lourdes. Había diferencias. Nada tenían que enseñar allende los Pirineos de tradiciones, antigüedad ni hermosura. Aquí sobraba de todo eso, pero llegaban menos peregrinos. Muchos menos. ¿Por qué? Lourdes tenía "milagro". La única forma de adelantar al santuario francés consistía, precisamente, en tener más milagro que él. "Actos de sobrenaturalismo", decía, y para mayor precisión explicaba que: "Hay que rodear a Covadonga de ambiente religioso, sobrenatural, y entonces vivirá aquí el milagro y las muchedumbres acudirán fervorosas y Covadonga brillará en el mundo entero por su nombre y alcanzará la supremacía que no tiene". Hasta entonces nadie se había atrevido a decir que a Covadonga le faltase milagro. Su tradición y su mito se asentaban, precisamente, en un milagro. Uno que vinculaba la fundación de Asturias a la de España como inicio de la reconquista cristiana contra el Islam. Pero el tiempo había pasado y era necesario sacarle brillo.