Una nueva biografía recuerda el sacrificio, optimismo y capacidad
dialéctica del histórico sindicalista de CC OO
Caricatura de
Juanín. Imagen coloreada. Ilustración de Pablo García Suárez (Gijón, 1964). Como ilustrador
publicó su primer dibujo en LA NUEVA ESPAÑA en 1982. Es un caricaturista
elegante y preciso y un ilustrador certero e ingenioso en su interpretación de
los textos que acompaña. En su larga trayectoria tiene varios premios. Fuente:
La Nueva España.
Camisa a cuadros, pantalones vaqueros
y mirada limpia. Ésa es la imagen que trasmite Juanín en las fotos que perduran
más de 40 años después de su trágica muerte. Tenía pinta de obrero porque lo
era, aunque si hablaba como sindicalista, como Juan Muñiz Zapico, hasta los
catedráticos enmudecían con su capacidad dialéctica. Su manera de explicar la
lucha, de hacer que «todo pareciera fácil de entender», es uno de rasgos de su
personalidad que destacan los que lo conocieron, pero no el único. La biografía
sobre el representante sindical que han dirigido los profesores Rubén Vega y
Carlos Gordón recoge todos los temas, esos que hablan de amistad, de unidad y
de democracia. El libro fue presentado el viernes 4 de
enero de 2008 en Pola de Lena, dentro de los actos del Club LA NUEVA ESPAÑA en
las Cuencas.
"La democracia no consiste, solamente, en poder acudir a las urnas para depositar un voto. Tal cosa ya se hizo en ocasiones durante el franquismo, y el régimen no era democrático" Juanín: un líder de CC.OO.Foto Archivo.
Lector inquieto, buen estudiante,
trabajador, amante del ciclismo y excelente comedor. El que fuera secretario
general de Comisiones Obreras en la década de los setenta nació en localidad
lenense de La Frecha el 25 de abril de 1941. Fue el primer hijo de Eloy y
Ángeles, un matrimonio humilde de Lena que no escatimó esfuerzos y cariño para
que al pequeño Juan Marcos no le faltara de nada. De niño estudió en la escuela
de La Frecha -«fue el mejor alumno que pasó por mis
aulas», llegó a decir su maestro-, pero la coyuntura social lo
obligó a iniciarse en el mundo laboral. El 5 de junio de 1957 entró en los
talleres Aguinaco de Mieres. Al final de la década de los cincuenta, compaginó
su labor con los estudios en la Escuela de Maestría Industrial. A Mieres bajaba
en bicicleta o en tren.
La entrada de Muñiz Zapico en la
metalurgia también fue la de su acercamiento a la lucha obrera. Tras su paso
por el servicio militar, donde conoció a la moscona Higinia Torre -su mujer-,
volvió a la factoría de Mieres. Su retorno coincidió con la huelgona del 62.
Más de 60.000 parados, estado de excepción y 200 despidos fueron una coyuntura
propicia para que el joven Juanín comenzara a materializar su interés por la
lucha obrera. En 1963 fue elegido enlace sindical de su empresa, un año después
entró a formar parte de las Comisiones Obreras. En 1967 llegó su primera
detención. Fue acusado, junto a sus compañeros, de asociación ilícita y de
propaganda ilegal. Tras pasar 45 días en lacárcel de Pola de Lena, llegó la sentencia: dos años de cárcel, que
pasaría en Oviedo, Jaén y Segovia. Su nombre ya traspasaba entonces la frontera
de las Cuencas, y pronto el movimiento obrero de toda Asturias oía hablar de un
chaval de Lena que apuntaba maneras dentro de las ilegales Comisiones Obreras.
Juanín en la mili en una foto enviada a sus padres. Foto del libro Juanín: un líder de CC.OO. de
Javier Román. Foto Archivo.
Lluvia en la celda
A últimos de diciembre de 1968 Juanín
ingresó en la prisión de Jaén, donde participó en una huelga de hambre por las
condiciones en las que se encuentran dentro de la cárcel. El sindicalista
confesó después a sus amigos que en la celda de castigo donde estaban llovía
dentro. El franquismo había recluido a
Juanín, pero en su cabeza las ideas de lucha y unidad de la clase obrera
seguían bullendo. La inquietud intelectual que tanto lo caracterizaba lo llevó
a proponer charlas entre los reclusos para compartir opiniones y experiencias.
En agosto de 1969 fue trasladado a la
cárcel de Segovia, donde compartió celda con un enlace sindical de La Camocha.
Lejos de amilanarse, el lenense dedicó su encierro a estudiar, a practicar
deporte y a hacer gala entre los presos de su «optimismo innato». En esa época
sus compañeros lo apodaron «Caciples», por lo mucho que le gustaba comer. La libertad llegó en junio de 1970.
Juanín volvió a La Frecha y, junto a su mujer, se trasladó a vivir a Gijón.
En
la ciudad el camino no fue fácil. Figuraba en las listas negras de la patronal
y de la Policía, y las oportunidades de encontrar un empleo fijo se
resistieron. Finalmente fue admitido en una subcontrata del Dique-Duro
Felguera. Sus compañeros y jefes en Gijón siempre destacaron «su capacidad y
laboriosidad», que le valieron incluso un ascenso a jefe de equipo. Pero la
situación volvió a tornarse complicada. «Estamos muy contentos con su trabajo,
pero la Policía nos presiona más que si fuese usted el Che Guevara para que lo
echemos», le llegó a decir uno de los responsables. En junio de 1972 volvió a ser
detenido en el convento de los Padres Oblatos de Pozuelo de Alarcón, y es
entonces cuando se inicia el proceso 1001. Juanín fue condenado a 18 años de
cárcel por el Tribunal de Orden Público el 20 de diciembre de 1973.
Afortunadamente, ni él ni el resto de encarcelados por el proceso 1001
cumplieron la condena. El 30 de noviembre de 1975 un indulto real los dejó en
libertad. Juanín, siempre preocupado por la situación general más que por la
propia, aseguró en esos momentos que tenía sentimientos «contradictorios» por
todos los presos políticos queaún
quedaban en la cárcel.
El líder de CC OO volvió a Asturias el 4 de diciembre,
festividad de Santa Bárbara. Los cientos de personas que se congregaron esa
jornada en Mieres y Gijón para mostrar su apoyo a Juanín sufrieron una fuerte
represión policial. En la estación de tren gijonesa los agentes impidieron el
paso a los manifestantes, y las carreras «y los palos» se sucedieron durante horas.
En el 76 Juanín fue reelegido secretariado general de CC OO. A finales de ese
mismo año, con motivo de una «jornada de lucha», fue detenido por última vez a
la salida de la Universidad de Oviedo. Y llegaron las Navidades, esta vez
«medio tranquilas» porque estaba en casa. Pero un fatídico final lo aguardaba
inexorable.
El 2 de enero de 1977, justo antes de
viajar a Madrid con Gerardo Iglesias, Juan Muñiz Zapico viajaba en coche con
unos amigos por la calle de El Huerna. De regreso a casa, sufrieron un
accidente, en el que el líder de CC OO perdió la vida. El dolor contenido de la
familia de Juanín se unió al de toda Asturias. Las crónicas de la época apuntan
que hasta 20.000 personas se dieron cita en La Frecha para despedir al histórico
dirigente. «Era patrimonio de los demócratas; por eso estábamos todos allí»,
dicen sus compañeros, que aquel día, además de despedir a un amigo, alzaron el
puño y cantaron «La internacional». Juan Muñiz Zapico fue, y sigue siendo, un
hombre clave en la transición española. Juanín, un recuerdo dulce y admirable
para todos los que lo conocieron.
El 2 de enero de 1977 fallecía en accidente de tráfico, en Lena, Juan Muñiz Zapico.
Entierro de Juan Muñiz Zapico el La Frecha (Lena), Portando el féretro Manuel Nevado Madrid, Marino Altos Fernández,Gerardo Iglesias.Foto Archivo.
Se truncaba la vida de uno de los principales líderes obreros antifranquistas y dirigente de las Comisiones Obreras y el PCE. el Asturiano del Proceso 1001, el Home de la Unida. Tras años de cárcel y lucha por la libertad y derechos sociales y laborales, moría a falta de pocos meses para la legalización del PCE, CCOO y la vuelta de la democracia a España. Su entierro el 4 de enero se convertiría en la mayor manifestación del final de la dictadura en Asturias. Fuente: YouTube.
Aitana Castaño (Langreo, Asturias, 1980) es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido redactora de La Nueva España y La Voz de Asturias y jefa editorial de La Cuenca del Nalón. Ha colaborado en la redacción de A7, Asturias 24 y ha escrito para diversas revistas y publicaciones sobre minería, las cuencas mineras, el movimiento obrero o el periodismo en Asturias y Galicia. Junto al ilustrador Alfonso Zapico, en Pez de Plata ha publicado Los niños de humo (2018) y Carboneras (2020). Con Rastros de ceniza cierra su Trilogía Minera. Como columnista colaboró en el blog satírico Fundición Príncipe de Astucias y en la revista de humor Gurb. Su trayectoria literaria incluye diversos premios de narrativa breve, entre ellos el Concurso de Microrrelatos Mineros «Manuel Nevado Madrid», y ha participado en antologías como Filando Cuentos de Mujer. Actualmente coordina la sección de noticias de Radio Televisión del Principado de Asturias (RTPA) y sigue siendo una niña de humo. FUENTE: Editorial Pez de Plata. FOTO: RTPA.
FUNDACIÓN JUAN MUÑIZ ZAPICO. La
Fundación Juan Muñiz Zapico es una fundación cultural creada en 1990 a
iniciativa del sindicato español Comisiones Obreras de Asturias. Su fin
principal es preservar la memoria del movimiento obrero y difundir la cultura
del sindicalismo. Lleva el nombre de Juan Muñiz Zapico, dirigente de Comisiones
Obreras, fallecido en accidente de tráfico en 1977. Fuente:
WIKIPEDIA. Foto: Facebook Fundación Juan Muñiz Zapico.
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.
“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE.El Blog de Acebedo.
NOTA:Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada
imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que
se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se
ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo figurar o para borrarla si es su
deseo, porque es justo reconocer a los autores
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comentar o aportar algo al respecto, puedes dejar un comentario o escribir a mi
dirección de “correo del blog” con la seguridad de ser prontamente atendido.
Yo estuve allí, soy de Campomanes y lo recuerdo vivamente, tanta gente por aquella carreteruca de Herías, el cementerio a lo lejos, desde el lavaderu porque era imposible acercase. Fue excepcional, lo nunca visto, comunista sí, pero con tanta gente a su alrededor que no había miedo y eso que estaba tan cerca el recuerdo de Franco.
Yo estuve allí, soy de Campomanes y lo recuerdo vivamente, tanta gente por aquella carreteruca de Herías, el cementerio a lo lejos, desde el lavaderu porque era imposible acercase. Fue excepcional, lo nunca visto, comunista sí, pero con tanta gente a su alrededor que no había miedo y eso que estaba tan cerca el recuerdo de Franco.
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