27 de enero de 2019

Señor Feudal Gonzalo López de Coalla

Un allerano de armas tomar

La vieja catedral de Oviedo según Juan Pablo Moratiel. Fernando Álvarez de las Asturias, obispo de Oviedo entre 1302 y 1323. Posiblemente el hecho más famoso de este obispo del medioevo asturiano sea que comenzó la construcción de la catedral gótica de Oviedo, encargando las obras de reforma del claustro para sustituir el antiguo de carácter románico (…). Saber más… aquerasturias.

El allerano Gonzalo López de Coalla, un típico ejemplo de señor feudal, soberbio, fanático y analfabeto que gozaba de la protección del obispo de Oviedo Fernando Álvarez y aterrorizó durante años a nuestros ancestros desde su castillo de Tudela
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
En la actualidad, basándose en los documentos que de vez en cuando van apareciendo por los últimos rincones de los archivos, se revisan capítulos de la historia que todos habíamos dado por buenos y se ponen del revés personajes y situaciones que con esa nueva luz resucitan con un nuevo aspecto. Nada que objetar cuando las cosas se hacen bien, pero en otras ocasiones se trata simplemente de una disculpa para vender libros o intentar destacar en el gris y monótono mundo de los investigadores. Una de las épocas en las que se quieren introducir más novedades es la Edad Media y así venimos leyendo que aquélla no fue una época tan oscura ni sus coetáneos tan bárbaros. Yo aquí discrepo: es indudable que la forma de tallar la piedra o de construir catedrales no ha vuelto a tener parangón, pero también lo es que fueron tiempos confusos y violentos. Por ejemplo en los caminos, donde los salteadores hacían lo que les venía en gana.

24 de enero de 2019

Ministros asturianos en la II República

Asturias, semillero ministerial republicano
Madrid el 12 de abril de 1931. Los resultados de las elecciones municipales en España provocan el exilio de Alfonso XIII y la posterior proclamación de la II República. Saber más… hipertextual.

El Principado aportó once ministros a la II República, una cifra sólo superada en el largo reinado de Isabel II y que muestra un elevado peso de la región en los sucesivos gobiernos
Segunda República. Desde 1923 España vivía bajo el régimen dictatorial de Primo de Rivera, régimen que perduró hasta 1930, año de su caída. Saber más… croma cultura.

La Nueva España
Desde el punto de vista de las carteras ministeriales, la República fue un período convulso, guerra civil incluida, con 136 ministros en ocho años. Por si sirve de comparación, en los más de 40 años de transición y democracia , bajo el mandato del Rey Juan Carlos I y su hijo Felipe VI, ha habido unos 282 ministros; en los 36 años de Franco, 118; bajo Alfonso XIII, 142; 91 con Alfonso XII; 75 en el Sexenio Revolucionario; 240 en el largo reinado de Isabel II; 148 con Fernando VII; y 60 a lo largo del siglo XVIII. En total, unos 1.292 ministros de los que 71 han sido asturianos y 11 (Once), lo fueron durante la República, el período de mayor aportación del Principado a las carteras nacionales, si se restan los habidos durante la etapa de la longeva Isabel II, que fueron 13 (trece).

22 de enero de 2019

Agustín Domínguez García, "Tinso" (1930-2022)

Tinso, el retrato de un singular artista
Agustín Domínguez García, "Tinso". Ayuntamiento de Mieres.
Agustín Domínguez, conocido por restaurar la basílica de San Juan el Real de Oviedo, recibio un homenaje en Mieres
Agustín Domínguez "Tinso" en Mieres delante del cartel de su homenaje. La Nueva España.
La Nueva España.
Es muy posible, incluso lógico, que si le preguntamos a un grupo de mierenses quién es Agustín Domínguez responderán con un rostro de duda para terminar negando el conocimiento de esta persona. Sin embargo, si la pregunta se refiere a "Tinso", su contestación será terminante y sin duda alguna: "¡Sí, hombre, Tinso, el que pinta!". Ahí está la clave porque, en cualquier rincón de la villa de Mieres, en el vehículo comercial de carga menos pensado podrá aún descubrirse la huella del trabajo esmerado de este pintor rotulista y artístico que un día cayó por estos lares desde tierras gallegas. Y es que muchos habitantes de la localidad, después de cincuenta años, deben estar convencidos de que Tinso es de esta tierra.

21 de enero de 2019

Teorías arqueológicas de un minero mierense

Los megalitos de César Rubín (02/11-1920- 15-02-2008)
Cesar Rubín. Foto Alonso. Ayuntamiento de Mieres
El prolífico legado escrito de este minero no ha tenido el reconocimiento que merece, incluidas sus teorías arqueológicas
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
César Rubín nació en Yenu La Cuba, un lugar cercano a La Faidosa, o Fayosa como él prefería decir, que convirtió en el epicentro de sus 87 años de vida, hasta su fallecimiento el 15 de febrero de 2008. Fue minero, vigilante de interior en Mina Llamas durante más de cuatro décadas, colaborador en todas las revistas locales de su época y prolífico escritor de novelas y versos. Incluso el RIDEA le publicó en 1981 su "Diccionario minero-astur", que con el tiempo y el auge de la filología asturiana ha crecido en valor aunque lo olviden aquellos que deberían defenderlo. Según un cálculo aproximado. Su archivo guarda más de 22.000 folios mecanografiados y casi trescientas obras concluidas, la mayor parte de ellas inéditas. Quienes hayan leído alguno de los libros que sí pudo editar, sabrán que su legado debería tener mayor reconocimiento. Cuando murió, traje hasta esta página sus interpretaciones arqueológicas sobre el monte Llosorio, y ahora, después de una década, quiero volver a recordar este asunto porque me parece que es bueno para que veamos como la historia de la Montaña Central no puede quedarse en los tópicos de siempre. 

18 de enero de 2019

Las "vicisitudes" del levantamiento asturiano contra los franceses

El paquete del puente de Santullano
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La guerra de la Independencia planteó un dilema a muchos españoles. Por un lado, el corazón mandaba luchar contra el francés invasor, pero muchos sabían que Francia en aquel momento significaba progreso y defender a los Borbones españoles era apoyar el retraso, la crisis y la condena del país a seguir anclado en el Antiguo Régimen
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
En esa tesitura estuvo el mismo Jovellanos, quien finalmente se inclinó por Fernando VII, y la mayor parte de sus amigos, que también dudaron en un principio entre las dos orillas. Este fue el caso de José Antonio Mon y Velarde, conde del Pinar, y el poeta Juan Menéndez Valdés. Luego veremos como acabaron tomando distintos caminos, pero al inicio de la contienda, en mayo de 1808, los dos eran consejeros de Castilla y compartieron una aventura que casi les cuesta la vida y que ahora les voy a contar. Aunque antes debo señalar los antecedentes. Los primeros incidentes registrados en Asturias al saberse que las tropas napoleónicas estaban invadiendo el país se produjeron el 27 de abril en 1808, en Gijón, cuando una manifestación respondió tirando piedras contra la casa del cónsul francés, quien previamente había cometido la imprudencia de lanzar desde allí unos panfletos contra la monarquía española. 

16 de enero de 2019

Acciones bélicas durante la invasión napoleónica en la Montaña Central

El heroico otoño de 1810
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Montaña Central de Asturias fue escenario de numerosas acciones bélicas durante la invasión napoleónica, según los partes de guerra firmados por Diego Fernández del Barrio y Pedro de la Bárcena
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
Se dice que la guerra de guerrillas es un invento español que nació para combatir a los invasores franceses en 1808. El dato, aunque no es exacto, está bien traído. De hecho, aquí fue donde se empezó a emplear este término y también donde se demostró lo eficaz que resulta atacar a un enemigo superior con pequeños golpes de desgaste; hasta el punto de que la derrota de las tropas francesas nunca habría sido posible sin la presión constante que ejercieron los guerrilleros. Por su parte, los ejércitos regulares también supieron emplear esta táctica cuando la diferencia numérica hacía imposible el enfrentamiento en campo abierto, una circunstancia que se dio en Asturias en muchas ocasiones, donde no hubo grandes batallas y, en cambio, se repitieron constantemente las escaramuzas. En otro orden, la Guerra de la Independencia también se caracterizó por la facilidad que tuvo la población para saber lo que estaba sucediendo en los distintos frentes, algo que ya no pudo verse en contiendas más modernas: por toda la Península surgieron numerosos periódicos que fueron recogiendo en sus páginas los acontecimientos de la guerra, que se daban a conocer sirviendo eficazmente a la propaganda constitucional. 

14 de enero de 2019

Siniestro del tren en Villallana (Lena) en 1950

La catástrofe del Expreso de Madrid
Descarrilamiento del Exprés en Villallana donde hubo una veintena de fallecidos. (Jueves santo , día 06 de abril de 1950). Ver pueblos.
Faltaban 10 minutos para las nueve y media de la mañana del jueves 06 de abril de 1950 cuando el tren Expreso que hacía la ruta Madrid-Gijón se salió de la vía en las proximidades de Villallana (o Villayana, como ustedes prefieran), casi al término del concejo de Lena, provocando una de las mayores matanzas que se recuerdan en la historia de los accidentes de circulación asturianos
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
El descarrilamiento se produjo exactamente sobre las «casas de Auxilio Social», llamadas así porque en una de ellas se había instalado este servicio al acabar la guerra. Se trata todavía de una curva suave y poco cerrada en sentido descendente, que en 1950 no tenía ningún tipo de protección sobre la vieja carretera nacional que unía la región con Castilla; de manera que en su caída, los vagones arrastraron unos postes de telégrafos y varios árboles pequeños de las huertas que los vecinos labraban en estos lugares comunes y que sirvieron para frenar un poco el arrastre. A tres metros de la fachada posterior de estas casas quedó el vagón de primera, volcado y formando «un enorme sandwich»; a su lado, el de segunda, también destrozado, ya que ambos eran de madera, y finalmente el de tercera, acostado sobre un lateral a mitad del terraplén y menos dañado, porque su exterior era metálico. Mientras, sobre los raíles, estaban la locomotora, el coche-correo, el coche-cama y el vagón-restaurante. 

12 de enero de 2019

El héroe de "la batalla de Casabona" en 1921

Senén, un héroe de las Cuencas
Tropas rumbo a Melilla. Una de los pocos dibujos que se conservan de Rey Vila durante la Guerra del Rif. Del libro SIM. Dibujante de la Revolución. (...). Saber más... El Independiente.

Hace ya más de la mitad de mi vida tuve la mala suerte de hacer el servicio militar en África y la buena de licenciarme con el informe habitual que incluía aquel ridículo formulismo «valor: se le supone», lo que indicaba que nunca había tenido que enfrentarme a un enemigo real
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España.
Senén González Roces, sin embargo, también estuvo por aquellas tierras, aunque le tocó nacer primero -el 24 de marzo de 1883 en Pola de Siero- y por ello llegó al Rif en plena guerra de Marruecos donde pudo demostrar que tenía el valor (que a mí todavía se me sigue suponiendo) para regresar a Mieres convertido en un soldado condecorado y reconocido: el héroe de Casabona. Senén vivió su gesta cuando ya no era joven; pero antes ya había sido un personaje popular, conocido por sus anécdotas sobre todo en el ambiente del fútbol, un deporte que estaba naciendo en Asturias y que por ello aún carecía de toda la parafernalia que lo rodea en nuestro tiempo. En 1914 Luis Sampil, uno de los primeros aficionados, había traído de Madrid un reglamento con el que pudo echar a andar el Sporting de Mieres, que aunque no tuvo tiempo de ser reconocido por la Federación, pasa por ser nuestro primer equipo estable. A pesar de la ilusión que ponían sus componentes, decían los antiguos que su juego era tan malo y sus derrotas tan habituales, que la desmoralizada formación acabó por desaparecer.