Las herrerías de «el 7 de julio»
Es una ocasión para descubrir o releer, según los casos, la mejor obra de don Benito Pérez Galdós
Es una ocasión para descubrir o releer, según los
casos, la mejor obra de don Benito Pérez Galdós. Se trata de una serie
de cuarenta y seis novelas en las que se recogen los intensos
acontecimientos ocurridos en España desde 1805 hasta 1880 narrados a
través de protagonistas ficticios con historias atractivas para hacer
que la cosa no se limite a una pesada relación de hechos y batallas
añosas.Benito Pérez Galdós.Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843 – Madrid, 4 de enero de 1920). Escritor español, representante de la novela realista española del siglo XIX. Académico de la Real Academia desde 1897 y nominado al Premio Nobel en 1912. www.ensayistas.org |
Ilustración de Alfonso Zapico |
Don Benito tardó en escribirlas treinta años, los que van desde 1872 hasta 1912 y las dividió en cinco series. La cuarta la hizo entre 1875 y 1879 y se compone de diez títulos en los que el hilo conductor es un personaje llamado Salvador Monsalud que en su biografía inventada refleja como pudo ser la de cualquier liberal de la época: sirviendo durante la Guerra de la Independencia al Rey José Bonaparte, perseguido luego por los absolutistas durante el reinado de Fernando VII, participando activamente en el Trienio de Riego y volviendo a caer en desgracia durante la llamada «Década Ominosa».
Retrato de Fernando VII. Francisco de Goya. Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander. (Wikipedia) |
Fortunata y jacinta de Benito Pérez Galdós. (Casa del Libro) |
Lo que pasó aquel día fue tan decisivo que provocó la caída del gobierno moderado y la llegada de los exaltados facilitando al mes siguiente la entrada en el gabinete de otro asturiano, el general gijonés Evaristo San Miguel, autor de la letra del himno de Riego, sustituido a su vez por otro de nuestros paisanos más ilustres, Álvaro Flórez de Estrada, en este caso de Pola de Somiedo.
Pero dejando aparte a aquellos asturianos que nos recuerdan la talla política que un día tuvimos en esta tierra y nos hacen llorar cuando los comparamos con los políticos actuales, tenemos que decir que lo ocurrido el 7 de julio también fue lo que decidió a los absolutistas a pedir la ayuda de sus hermanos de ideología en el extranjero que no dudaron en mandar a España a aquel ejército de la miseria llamado «los cien mil hijos de San Luis» para apagar el movimiento revolucionario.
Estampa tradicional de forjado en el que aparecen el maestro y el aprendiz, así como el hogar y el yunque |
Volviendo a la novela de Galdós, quien prometió no continuar la obra tras acabar esta serie (promesa que rompió tras el desastre de 1898), uno de sus personajes es el asturiano Anatolio Gordón «un muchachote corpulento, tan rubio que el pelo y la cara casi parecían del mismo color» que milita a disgusto en la Guardia Real y piensa abandonarla para casarse con su prima Solita, hija de don Urbano Gil de la Cuadra. En el capítulo 8 de la novela asistimos a la escena en que Anatolio hace la relación de los bienes con los que piensa mantener a su futura esposa:
Dime una cosa -preguntó don Urbano, a quien la satisfacción le salía chispeante por ojos y boca - ¿conservas aquella haciendita tan preciosa de Cangas?
Si señor -repuso Anatolio poniendo una pierna sobre la otra y echando el cuerpo atrás-. La conservo y los dos prados de al lado; aquel pequeño, que era del procurador Sotelo, y el grande, que era de doña Nicanora. Voy uniendo todos los pedazos que puedo porque quiero hacer una hacienda grande, muy grande.
También las conservo. ¿Pues qué, las habría de vender? No las daría por cinco mil duros.
Luego sigue hablando de otras propiedades en Luarca y un dinero que se le debe por un crédito; pero lo que a nosotros nos interesa es lo de las herrerías: el economista Germán Ojeda explica en su libro «Asturias en la industrialización española, 1833-1907» como hasta mediados del siglo XIX el hierro fundido que se comercializaba en Asturias venía de las herrerías catalanas o vascas donde se forjaban en martinetes romanos los herrajes, aperos de labranza y utensilios metálicos que se empleaban en la cocina, también a veces de la fábrica lucense de Sargadelos y ocasionalmente del extranjero. Aunque en algunas comarcas de la región, como Caso o Lena, en nuestras cuencas, también funcionaban pequeñas ferrerías que empleaban el agua como fuerza motriz y el carbón vegetal como combustible.
Sin embargo, si nos remontamos unas décadas atrás la situación era otra: en 1753 el Catastro de Ensenada que recogió el listado de todas las industrias posibles en la época apuntaba para el territorio regional 15 ferrerías mayores y 43 mazos, ninguno de ellos en la Montaña Central y nada menos que 1.091 fraguas, de las cuales 46 estaban en el concejo de Lena y 23 en el de Aller, lo que resulta un número bastante elevado en relación con las que había en las provincias limítrofes.
El Marqués de la Ensenada, de M. Salvador Carmona (1734-1820) Publicado en 1797. Fondo Biblioteca Nacional |
La Asturiana Mining Company fue fundada en 1844 en Mieres |
Ilustración de Alfonso Zapico |
Ernesto Burgos Fernández nació en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957.
Licenciado en Geografía e Historia
por la Universidad de Oviedo (1979). Diploma de Estudios Avanzados en
Arqueología Histórica («La romanización en las cuencas mineras del sur de
Asturias» 2006).Profesor de Educación Secundaria, ha trabajado en los
institutos «Juan de Herrera» (Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino
de La Miranda» (Palencia), «Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES
«Mata Jove» de Gijón. En el año 2016 el reconocido historiador mierense fue
distinguido con el reconocido galardón anual de
“Mierense del año”.
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Uno de mis dos abuelos, Román Espina, tuvo una herrería, no sé si en el mismo pueblo de Trapa, (Langreo),.. donde vivía con su mujer Genara, (Generosa Villa Rodríguez), o en alguno de los pueblos de aquellos alrededores...Se decía de él que era lo que se dice "un manitas" para todo cuanto emprendiera relacionado o no con su oficio, pues que lo mismo hacía una rueda de carro con toda perfección, que ponía herraduras en las patas de los animales, como también ´construía una casa, (Como construyó la suya propia, quise entender) Y algunos de sus hijos, incluso nietos, heredaron estas habilidades de su antecesor. De cinco hijos que tuvo, la más pequeña nació en 1901...(por calcular en qué siglo pudo haber nacido mi abuelo aproximadamente... Sin duda mis abuelos tuvieron que nacer todos en el transcurso del siglo XlX).
ResponderEliminarDon Benito Pérez Galdós tiene una calle en Santander, que baja en cuesta hasta el paseo de la reina Victoria, donde está la playa y el palacio de la Magdalena... y frente a este, cerca ya de la cima de la calle Pérez Galdós, se encuentra el Hotel Real, construido en su día para alojar el séquito que venía acompañando a la reina en las temporadas que ella pasaba en el palacio. Desde la habitación nº 412 de este hotel, tuve la satisfacción de poder ver hasta el tejado de este gran palacio que teníamos enfrente, en aquel fin de semana por el aniversario de nuestras bodas de oro...Bellísimo lugar...bellísimos recuerdos de la amada ciudad de aquel Santander con sus buenísimas gentes, que nos acogieron con los brazos abiertos y nos ayudaron a sobrevivir en nuestro éxodo mundo adelante en la lucha de mi madre, después de quedarse viuda, allá por mi lejana adolescencia...Y aquella bendita calle: Pérez Galdós, trayéndome el recuerdo imborrable de mi madre, como asidua visitante que había sido allá por los años 50, por sus trabajos de costura para alguna buena familia residente en aquel lugar... Y también, el resonar en el recuerdo de aquella sentida canción tan en boga entonces, tan cantada por Jorge Sepúlveda: "Santander, eres novia del mar, que se inclina a tus pies, y sus besos te da. Santander, las estrellas se van, pero vuelven después, en el cielo a brillar. Yo también, guardaré en tu bahía, el recuerdo de un día, que jamás volverá. Santander, al marchar te diré, guarda mi corazón, que a por él volveré."
(Por favor, no den de paso este comentario si no se considerara procedente. Gracias)