La
cena de los periodistas suicidas
|
Retrato de Ramón Menéndez Pidal. (Real academia de la lengua). X (Twitter) |
El exilio de Ramón Menéndez
Pidal y una reunión de homenaje al encargado de negocios de la Embajada de
Argentina celebrado en París
|
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey
Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su
novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre
otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
Durante
el trascurso de la guerra civil, París se convirtió en la capital de la cultura
española. Lo mejor del pensamiento, la cultura y la ciencia se refugió allí. En
unos casos, para salvarse de la cárcel o el fusilamiento, en otros, simplemente
para seguir trabajando, porque la investigación y los tiros nunca han casado
bien. Unos pocos siguieron su vida en el exilio, pero la mayoría regresó con el
franquismo y se acabó acomodando en el nuevo régimen, por lo que muchos
disimularon en sus biografías los verdaderos motivos que los habían llevado a
Francia y ahora es muy difícil conocer la verdad. Aunque, seguramente, ya
tampoco importa.
|
Gregorio
Marañón y Posadillo nació en Madrid, el 19 de mayo de 1887. Fue un
destacado Médico Endocrino, además de Científico, Escritor e
Historiador. (Real academia de la Historia). Real Academia de la Historia. |
Ramón
Menéndez Pidal fue uno de los que se marchó. Lo hizo en el otoño de 1936, junto
a Gregorio Marañón, ambos con sus respectivas familias, desde Madrid hasta
Alicante y de allí, hasta Marsella. Don Ramón había nacido en la Coruña, pero
siempre se consideró asturiano, de Pajares, como su padre, el magistrado Juan
Menéndez, y sus hermanos Juan y Luis. Su madre, Ramona, también fue asturiana y
pertenecía al poderoso linaje de los Pidal de Villaviciosa. Llegó a
Oviedo con un año cumplido y aquí vivió hasta los siete; luego, siguiendo los
destinos profesionales de su padre, pasó por Sevilla, Albacete, Burgos, otra
vez Oviedo y por fin Madrid. En esa Universidad fue discípulo de Marcelino
Menéndez Pelayo y obtuvo la cátedra de Filología Románica, que le permitió
abordar el estudio de las fuentes históricas y la lengua española a partir de
un arduo trabajo de campo por los pueblos de Castilla junto a su esposa María
Goyri, la primera mujer que pudo terminar en este país la carrera de Filosofía
y Letras.
|
Ramón Menéndez Pidal y María Goyri en 1900, haciendo la ruta del Cid en su viaje de bodas. La Pajarera. |
A lo
largo de su vida, tanto antes como después de su matrimonio, don Ramón viajó
mucho y su obra es tan indispensable para el conocimiento de nuestra lengua y
nuestro pasado, que lo convierte, junto con Severo Ochoa, en uno de los dos
últimos asturianos que pueden ser calificados con seriedad como
"intelectuales", si devolvemos a este adjetivo su verdadero
significado. Fue
presidente del Comité Directivo de la Residencia de Estudiantes, director del
Centro de Estudios Históricos, vicepresidente de la Junta de Ampliación de
Estudios, académico de número de la Real Academia de la Lengua Vasca y director
de la Real Academia Española, por señalar sus méritos más importantes. También
dejó una producción literaria muy extensa, aunque, como puedo elegir, sólo voy
a citarles tres libros: "La leyenda de los siete infantes de Lara",
publicada en 1896; su tesis doctoral: "Cantar del Mío Cid: texto,
gramática y vocabulario" (1908-1912) y su gran "Historia de
España", iniciada en 1935 y en la que participaron Claudio Sánchez
Albornoz, Manuel Tuñón de Lara y Antonio García Bellido, junto a una larga
lista de historiadores de prestigio, hasta su conclusión en 2005, cuando él ya
había fallecido.
Tras su
salida de España, Ramón Menéndez Pidal vivió primero en Burdeos, donde empezó a
escribir la "Historia de la lengua española" y en el verano de 1938
se trasladó a París. También estuvo en Cuba y Estados Unidos, antes de retornar
a España el 4 de julio de 1939, aunque sometido a un expediente de depuración
que se sobreseyó cuando cumplió ochenta y tres años. Don Ramón
nunca destacó por su actividad política, pero tampoco negó sus simpatías por la
República y su aversión a las ideas totalitarias de cualquier signo. Poco antes
de dejar Madrid había suscrito el manifiesto de la Alianza de Escritores
Antifascistas para la Defensa de la Cultura, posicionándose junto al gobierno
de Frente Popular y en 1939 dimitió como director de la Real Academia Española
para denunciar la situación de acoso que sufrían algunos de sus miembros, y
aunque volvió a ocupar el cargo desde 1947 hasta su muerte, consiguió su
pretensión de que los sillones de los académicos exiliados permanecieran sin
cubrir hasta que estos fallecieran. Menéndez
Pidal tampoco dejó de trabajar en el exilio y siguió sus estudios en las
universidades de Toulouse, La Habana y Nueva York. Durante su breve estancia en
París volvió a encontrarse con Marañón, quien también había conseguido autorización
para establecer una consulta privada y ejercer en los hospitales de la ciudad y
juntos compartieron las inquietudes del resto de los ilustres españoles, que se
reunían periódicamente aprovechando cualquier motivo, bien casa del doctor o en
los hoteles de la ciudad.
|
Enrique Loncán (1892-1940), a la izquierda, junto a colegas de la Cancillería argentina. (Galería Nocturna). |
Una de
las preocupaciones del grupo coincidió con su llegada, cuando creció la amenaza
de una nueva guerra que en esta ocasión podía afectar a toda Europa. El rumor
anunciaba que París estaba a punto de ser bombardeada y los extranjeros empezaron
a abandonar la capital. El día 28 de septiembre se ordenó la movilización
general y los habitantes de la Ciudad Universitaria tuvieron que abandonar su
residencia en previsión de que allí se habilitase un hospital, pero entonces
los intelectuales españoles obtuvieron la promesa de Enrique Loncán, encargado
de negocios de la Embajada de Argentina, de que si se producía la
conflagración, el país americano los acogería junto a sus familias.
|
Azorín, Dibujo de Ramón Casas. Museo Nacional de Arte de Cataluña. El Cultural. |
Luego
llegaron los acuerdos de Munich y la paz se prolongó unos meses, de manera que
los integrantes de aquella expedición, que no había llegado a producirse,
quisieron agradecer a Loncán su gestión y le organizaron un homenaje en el café
Voltaire, abierto en la plaza parisina del Odeón. Según
contó el escritor Miguel Pérez Ferrero en su "Vida de Pío Baroja", el
lugar lo eligió Azorín y en la mesa, junto a Enrique Loncán, estuvieron
presentes el mismo Azorín; Pío Baroja; Ramón Menéndez Pidal; los doctores
Gregorio Marañón y Teófilo Hernando; el filósofo Xavier Zubiri; los periodistas
de La Nación de Buenos Aires, Fernando Ortiz de Echagüe y Arturo Menéndez
Calzada; el de La Prensa, Ricardo Sáenz Hayes; el subdirector del Instituto de
Estudios Hispánicos de París, Aurelio Viñas; el aviador, Emilio Herrero -quien
sería más tarde presidente de la República en el exilio- y el escultor
asturiano Sebastián Miranda; mientras otro asturiano, Ramón Pérez de Ayala,
quien desde hacía algún tiempo se hallaba residiendo en Biarritz, quiso
solidarizarse y envió desde allí una adhesión.
La
curiosidad viene después, cuando conocemos que Enrique Loncán se quitó la vida
cuando al comienzo de las hostilidades de la II Guerra mundial tuvo que
regresar a Argentina. Y lo mismo hicieron al poco tiempo otros dos de los
comensales que habían acudido al homenaje, Arturo Méndez Calzada, y Fernando
Ortiz Echagüe. Enrique
Loncán había nacido en Buenos Aires en 1892 y además de político fue
catedrático de Derecho Político en aquella Universidad y escritor especializado
en el humor, firmando con su nombre o con el seudónimo "Americus"
artículos en el diario La Nación y en las revistas El Hogar, Caras y Caretas y
Nosotros. Al
parecer, antes de salir de Francia había tenido un enfrentamiento con el
embajador de su país, el cineasta Miguel Ángel Cárcano y cuando volvió a
Argentina publicó una página denunciando su conducta respecto a la salida del
personal de la embajada. Por ello el 30 de septiembre de 1940 fue llamado para
dar explicaciones ante el ministro correspondiente. Nunca se supo cual fue el
tono de la entrevista, pero a su término dejó el edificio oficial, se dirigió a
un bar para beber unas copas en una mesa apartada y allí sacó su revólver y se
pegó un tiro.
|
El embajador argentino que tuvo un enfrentamiento con Enrique Loncán, Miguel Ángel Cárcano. (Wikipedia) |
Su colega
y compañero Arturo Méndez Calzada ni siquiera pudo cruzar el charco. Salió de
Francia por la frontera española con el objetivo de embarcarse en Barcelona
para hacerse cargo en Buenos Aires de la página literaria de La Nación, luego
dicen que lo vieron pasar por San Sebastián con una fuerte depresión y al
llegar a la Ciudad Condal puso fin a su vida. Por su
parte, Fernando Ortiz Echagüe pudo salvarse de la guerra residiendo en los
Estados Unidos, hasta que volvió a París después de la liberación para retomar
su trabajo de responsabilidad en la agencia de información, pero una vez allí, sin
que tampoco se haya sabido por qué, se arrojó a la calle desde un piso alto de
aquel edificio de oficinas. Ya ven
que con un poco de fantasía alguien podría hablar de una cena maldita para los
periodistas que compartieron mesa aquella noche. Mientras tanto, el resto de
los invitados en su mayoría tuvieron más suerte. Nuestro Ramón Menéndez Pidal
falleció de muerte natural en 1968, cuando le faltaba poco para ser centenario.
Dentro de pocos meses se cumplirán los 50 años, un buen momento para que el Concejo
de Lena, cuya biblioteca municipal lleva su nombre, lo recuerde.
FUENTE:
ERNESTO BURGOS-HISTORIADOR. Publicado por La Nueva España el 08-08-2017. Ver enlace.__________________________________________________________________________
AUTORES.
Ernesto
Burgos Fernández (historiador). Nació
en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957. Historiador, columnista y biógrafo,
éstas son algunas de las facetas de un Ernesto Burgos que rescata con talento
personajes y anécdotas de nuestra historia. Un notorio investigador y gran
divulgador. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo
(1979). Diploma de Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La
romanización en las cuencas mineras del sur de Asturias» 2006). Profesor de
Educación Secundaria, ha trabajado en los institutos «Juan de Herrera»
(Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia),
«Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el
año 2016 el reconocido historiador mierense fue distinguido con el reconocido
galardón anual de “Mierense del año”. Secretario General de Izquierda
Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III
República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias.
Coautor de los libros de texto «Entre amigos» (Conocimiento del Medio) para
Asturias y Cantabria (2002); coordinador de la revista de Ciencias Sociales
«Cuadernos de Mieres» (2001-2002); experto en la cultura y la historia de las
cuencas mineras asturianas. Ha impartido varios cursos sobre el patrimonio
arqueológico de Aller, Lena y Mieres y defendido ponencias sobre su temática en
jornadas y congresos. Desde los años 70 escribe desinteresadamente artículos
para numerosas publicaciones, álbumes y periódicos locales (Esquisa, Mieres 30
días, La Voz de Ujo, Camín de Mieres, Mieres, El Carbón, Por tierras del
Caudal, Aula de Paz…). Ha sido pregonero en las fiestas de Santa Bárbara
(2002); La Teyerona (2006); San Xuan de Mieres (2007) y Santa Cruz (2011).
Histórico militante republicano. Secretario General de Izquierda Republicana en
Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y
actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Biógrafo de los
revolucionarios mierenses Manuel Grossi Mier («Cartas de Grossi». 2009) y Jesús
Ibáñez («Y el verbo se hizo furia». Semana Negra 2010), también ha prologado a
varios autores asturianos. Colaborador del diario asturiano La Nueva España,
donde ha firmado las series: «El patrimonio de Las Cuencas» (1998-2000); «100
años de historias y andanzas» (2000-2002) y «Los personajes de nuestra
historia» (2003-2004). Desde febrero de 2005 mantiene ininterrumpidamente la
página semanal «Historias heterodoxas». FUENTE.
Alfonso Zapico (Blimea,
Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance.
Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del
Principado de Asturias (Aula Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de
ilustración en centros educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia). Realiza ilustraciones, diseños y campañas
para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es
ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca
del Nalón, Les Noticies…). Se estrena en
2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga, La guerra
del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado directamente
en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una
ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto
palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James
Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y
a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce (Astiberri,
2011). Vive en la localidad francesa de
Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su
Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su
nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de
cuatro tomos. Esta magnífica obra es un
auténtico tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los
valles mineros de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido
atronador de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua.
Los viejos y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al
protagonista, pronto a la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La
balada del norte". En un paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de
La balada del norte, Zapico completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018),
para mostrar de nuevo su faceta como reportero gráfico al poner el micro al
diálogo entre el político Eduardo Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus
libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán o polaco. (…). Foto: Wikipedia - Twitter.
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.
“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada
imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que
se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se
ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo figurar o para borrarla si es su
deseo, porque es justo reconocer a los autores
Si te ha interesado esta entrada y quieres preguntar,
comentar o aportar algo al respecto, puedes dejar un comentario o escribir a mi
dirección de “correo del blog” con la seguridad de ser prontamente atendido.
¡¡¡Difunde “El blog de Acebedo” entre tus amistades!!!
Sígueme en:
© - Facebook - Roberto Cortina
© - Twitter - El blog de Acebedo
© - El Blog de Acebedo
© - Instagram - acebedo.mieres
Esta página se editó por
última vez el 07 de diciembre de 2023 a las 08:46 horas.
Un recuerdo familiar: Cuando venian de Veraneo a Pajares, los Menedez Pidal , dejaban los coches en en lo de mi bisabuelo José Pulgar Fernandez Quiros, con el que el padre de Menedez Pidal se enfrascaba en largas conversaciones(cosa que menciona Menendez Pidal en uno de sus libros) mientras reponían fuerzas. Mi abuelita paterna Maria Josefa, recordaba a Menedez Pidal cuando era "un mozo" y venia con sus padres . El bisabuelo José tenian el Almacen de Puente de los Fierros y los esperaban todos los años
ResponderEliminar