Breve historia de la tauromaquia ovetense
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Silla del Rey, al fondo la Plaza de Toros. (Archivo García Tuñón).. El 4 de agosto de 1889 Frascuelo y Lagartijo pisaban por primera vez el albero ovetense. Hoy, con un siglo muy largo sobre su estructura, el forjado no ha aguantado el paso de los años y tan sólo los miembros de los servicios veterinarios municipales entran por la puerta que el 21 de septiembre de 2007 franquearon Jesulín, Fran Rivera y El Cordobés, los últimos diestros que torearon en Oviedo. Ese día la plaza quedó clausurada ante el peligro de ruina y sólo se utilizan las oficinas. Peña Taurina Gijona. |
Los espectáculos
taurinos en la ciudad datan, al menos, de la época de Alfonso II, fueron
disfrutados por el Cid y se ganaron el rechazo de Jovellanos y Leopoldo Alas,
"Clarín" |
Francisco de
Goya. Desjarrete de la canalla con lanzas, medias-lunas, banderillas y otras
armas (The Rabble Hamstring the Bull with Lances, Sickles, Banderillas and
Other Arms). 1816. Colección: Galería Nacional de Arte. Número de inventario 1943.3.1631.
Esta imagen fue donada a Wikimedia Commons por en el marco de un proyecto del
Galería Nacional de Arte. Ver enlace... WIKIPEDIA.
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La Nueva España.
¡Qué extraño!, pensarán ustedes, a juzgar por el título.
Parecía que Alberto iba a hablarnos de toros y, sin embargo, comienza citando
al Rey de Oviedo. Bien que lo siento, pero se han equivocado de pe a pa porque,
quién lo diría, cuando a Dios gracias ni rastro de afición se conserva, parece
ser que el citado monarca fue el promotor de las primeras corridas de toros de
las que haya noticias. Alfonso X el Sabio cuenta, en la "Crónica" del
siglo XIII, que convertida Oviedo en corte por Alfonso II el Casto, convocó
Cortes en el año 815: "Mientras duraron aquellas se lidiaban de cada día toros";
lidia que se practicaba a lo caballeresco, realizada por nobles personajes. Años más tarde, con motivo de la apertura del Arca Santa de
San Salvador, Alfonso VI viene a Oviedo acompañado de su hermana Urraca y un
gran séquito de nobles y cortesanos entre los que se encontraba don Rodrigo
Díaz de Vivar y su esposa doña Jimena. Se da por seguro que, para conmemorar
la, visita el Rey a la ciudad y, en su honor, se corrieron toros, destacando,
no podía ser de otra manera, entre todos los alanceadores el Cid Campeador.
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(…) Los
aficionados taurinos comprenden a las corridas de toros como una fusión entre
el toro y el torero, y al mismo tiempo cada uno representa algo grandioso como,
por ejemplo, el torero representa a un héroe o una figura en esencia
mitológica, mientras que el toro representa la bravura, la virilidad, la
nobleza y la belleza (Sabios del Toreo, s.f./2009). (…). Saber más... Tauromaquia... El arte del toreo.
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Aunque referido a Llanes, cuenta Lorenzo Vital (natural de
la parte francesa de Flandes, hijo de Juan Vital, agregado a la casa de Carlos
el Temerario, autor de la Relación del primer viaje de Carlos V a España,
realizado en los años 1517-1518) el momento en el que, por confusión, "un
sábado, 19 de setiembre y duodécimo del viaje, a eso de las seis de la mañana,
escuchó un murmullo entre los pilotos, y bien parecía, por su continente y
manera de hacer, que la cosa nada les agradaba; porque tenían entonces perfecto
conocimiento de su error y descarrío, en cuanto se encontraban frente a las
montañas y costas de Asturias, allí donde la noche anterior afirmaban estar en
las costas de Vizcaya, que están a cuarenta leguas detrás la una de la
otra". Por esa causa se mostraban descontentos y avergonzados, por
haber llevado a este noble y poderoso príncipe a un país como desierto e
inhabitable. Precisamente los habitantes de estas tierras le rindieron
pleitesía; entre fiestas y parabienes, desde Villaviciosa, por Colunga y
Ribadesella llegaron a Llanes, villa en la que el Rey estuvo dos noches.
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Al
siguiente día de su llegada, porque era domingo, fue a oír la misa en la
iglesia mayor, y por la tarde, después de vísperas, el Rey fue a ver la corrida
de toros, en la que hubo gran diversión, porque los dichos toros eran bravos,
malos y valientes a maravilla, como lo demostraron luego después de haberse
enfurecido, que hirieron a varias gentes, entre las cuales hubo un hombre
puesto en peligro de muerte. Avilés, Gijón, Villaviciosa y Grao fueron otras
localidades asturianas en las que, asimismo, se celebraban corridas. Retornando a Oviedo, dice don Juan Uría que -según los
libros de acuerdo del Ayuntamiento, en los años 1488, 1489, 1494 y 1500- se
corrieron toros; otro tanto de lo mismo en las fiestas del Corpus de 1521, para
celebrar diversas efemérides bélicas y reales. Ya en julio de 1617, la ciudad
de Oviedo aprueba las ordenanzas para gobierno de la cofradía de Santa Eulalia,
y en 1639, por bula de Urbano VIII, la santa emeritense fue declarada patrona
de Oviedo y del Principado de Asturias. Describe Celsa Carmen García Valdés, en el libro "El
teatro en Oviedo" (1498-1700), que ese mismo año se celebraron grandes
festejos y, además de las funciones religiosas en las que predicó el sermón el
señor Obispo, hubo fiesta de toros con diestros profesionales utilizando
garrochas, lanzas y rejones.
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Plaza de Toros
de Oviedo. 6 de junio de 1920. Toros de los Hijos de Don Eduardo Miura.
Espadas: Saleri, Félix Merino, Varelito. Todocolección.
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El Ayuntamiento contrataba el cierre de la plaza
con barrera de madera en la Catedral, Corrada del Obispo, Plaza Mayor y, ya en
1701, en el Fontán para ahorrar tablados y palenques, y también las presidía en
un palco cubierto, costeando los gastos de seis toros. Comenta don Sabino
Álvarez-Gendín que se obligaba a "refrescar" a los señores de la Real
Audiencia, Ciudad y Cabildo -por lo que se ve también eran aficionados los
canónigos-, con agua de limón fría, dulce, etc. Parece que no eran muy ortodoxos, como explica don Juan Uría
en el folleto "Juegos y corridas de toros en Oviedo en los siglos XV y
XVIII". Del epílogo de las corridas conocido con la denominación de
"mulillas", también existe noticia en las actas municipales
ovetenses, o por lo menos recordamos una del 25 de setiembre del año 1669, en
la que, se dice, se habían hecho unas mantas de lienzo pintadas con las armas
de la ciudad para cubrir los bueyes que entrasen en la plaza a sacar los toros,
después de desjarretarlos, pero como vemos, en lugar de mulas los animales
empleados para el arrastre eran bueyes.
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Si tradicionales eran las comedias en las fiestas de Santa
Eulalia, no lo eran menos los toros. Por ello, en el año 1671, además de
aquellas, hubo juego de sortija, fuegos, luminarias, danzas y corridas de
toros. En el año 1676, para estas mismas fiestas retornaron los toros. En el de
1680 no se representaron comedias y tan sólo hubo toros y colación. En 1695,
ante la nefasta situación económica en que se encuentra la ciudad, deciden que
no haya festejos taurinos, aunque pronto se retractan al recordar el voto
antiguo hecho a San Roque y el traslado de dicho voto a la fiesta de Santa
Eulalia. Por tanto, se harán corridas de toros, eso sí, sin gastos de colación
y que el desembolso no supere los dos mil reales. Cómo sería de exiguo el presupuesto por aquella última
década del XVII que, en 1693, ante la imposibilidad de contratar diestros de
verdad, salieron a torear el pregonero de la ciudad acompañado de otro vecino.
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En 1697 pretenden traer a los toreros que habían toreado en las fiestas de
León; estos no quieren venir por menos de mil quinientos reales, cuando aquí no
estaban dispuestos a pagar más de mil. Sometido el asunto a discusión en el
Ayuntamiento, deciden que ese año haya toros y se traigan toreros porque
"haber toros sin que haya toreros antes servirá de irrisión y disgusto de
los que miran que no de diversión". Según la profesora Celsa
García-Valdés, de quien proceden la mayoría de estos datos, en 1698 volvió a
haber toros y el toreo de nuevo estuvo a cargo de vecinos de la ciudad y, en
1699, las últimas fiestas de Santa Eulalia y San Roque del siglo XVII, se celebraron
con corridas de toros, toreros, danzas, fuegos, colación de bebidas y confitura,
luminarias, hachas de cera... Ya en 1875 se inaugura la primera plaza de madera en el
barrio del Fresno (entre Pérez de la Sala y prolongación de González Besada)
con la actuación de los toreros Lagartijo y Villaverde. En 1880, en las fiestas
de San Mateo, torean Cagancho, Gallito Chico y Fernández Gómez. A finales del
siglo XIX, en 1889, se construyó la plaza actual que malamente soporta el paso
del tiempo, a la que no terminan de encontrar un aprovechamiento coherente.
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PLAZA DE TOROS
DE BUENAVISTA. OVIEDO. Uno más de los excelentes edificios dotacionales
construidos en la década 1880-1890 para satisfacer las necesidades de la nueva
ciudad burguesa. Construido en ladrillo, una característica habitual de muchas
plazas de toros, en las que el estilo presentaba habitualmente reminiscencias
de la arquitectura morisca del sur de España. El edificio sufrió graves daños
en la guerra civil, y fue reconstruido de forma precaria, eliminando un piso y
las galerías interiores sostenidas por columnas de fundición. Foto (Imagen):
La plaza de toros de Buenavista en Oviedo, hacia 1970. Saber más... ARQUITECTURADE OVIEDO. 1850-2000
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Como Oviedo es una ciudad inteligente, culta y sensible, en
la que los festejos taurinos, por su manifiesta crueldad, no tienen cabida, fue
pionera en suprimir la tortura a los toros. Un ilustre asturiano, Jovellanos,
rechaza la consideración de diversión nacional que se ha otorgado a la lucha de
toros, entre otras razones porque son muy pocas las ciudades españolas en las
que se ha celebrado el espectáculo taurino, y muy de tarde en tarde, y con
asistencia de escaso público. Entiende Jovellanos, además, que haya españoles
que quieran presumir de contar con una fiesta taurina única en Europa; pero
niega rotundamente que la valentía que exhiben unos poquísimos toreros
represente la encarnación de la gallardía española. Aplaude, por tanto,
Jovellanos la decisión gubernamental -avalada por el criterio del monarca- de
prohibir el espectáculo taurino, convencido de que dicha proscripción no
producirá quebranto alguno a los intereses nacionales.
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Gaspar Melchor
de Jovellanos (Gijón, 5 de enero de 1744-Puerto de Vega, 27 de noviembre de
1811) fue un escritor, jurista y político ilustrado español. Especialmente
comprometido con el desarrollo económico y cultural de su país, fueron
relevantes su Informe sobre la Ley Agraria o su Memoria sobre la educación
pública. Retrato de 1798 realizado por Goya (Museo del Prado). (…). Saber más... Wikipedia.
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Quién acostumbrado a ver
un hombre volando entre las astas de un toro, abierto en canal, de una cornada,
derramando las tripas y regando la plaza con su sangre; un caballo que, huido,
precipita al jinete que lo monta, echa mondongo y lucha con el arma de la
muerte; una cuadrilla de toreros despavoridos huyendo de una fiera agarrochada;
una tumultuosa gritería de inconmensurable gente, mezclada con los roncos
silbidos? En la revista "Revue Hispanique" (abril de 1914),
se publicó un relato anónimo, cuyo manuscrito se conserva en la Biblioteca
Mazarino. Recoge la experiencia política, histórica y moral del ignorado
viajero que visitó nuestro país en la segunda mitad del siglo XVIII. Extenso
relato que dedica un apartado a la fiesta de los toros y lo califica como el
espectáculo más absurdo, bárbaro y contrario a la razón y a la humanidad.
Para
empezar, describe el paseíllo y, a continuación, explica: "En cuanto se ha
dado la señal, abren la estancia donde el toro está encerrado desde hace
veinticuatro horas, sin comer y va a lanzarse sobre el más próximo de los dos
toreadores. No se puede evitar el estremecerse por los tres bravos animales, el
hombre, el caballo y el toro, viendo al último lanzarse con furor sobre los
otros dos. No pasa combate sin que haya caballos muertos o heridos. A
continuación le plantan las banderillas, venablos de dos pies de largo, cuyo
hierro es ganchudo y ligero; cuando el pobre animal no puede más, uno de los
toreros llega, armado de una espada y llevando una pequeña capa en su brazo
izquierdo, excita al toro con silbidos, el animal acude con la cabeza baja,
momento que aprovecha para hundirle la espada en el cuello".
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Retrato de
Jean-François de Bourgoing con la Orden de la Estrella Polar. Jean-François de
Bourgoing, barón de Bourgoing (Nevers, 20 de noviembre de 1748 - Carlsbad, 20
de julio de 1811) fue un diplomático y escritor francés, embajador de Francia
en España. (…) Saber más WIKIPEDIA.
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El barón de Bourgoing (1748-1811) llegó a ser embajador de
Francia en España. Fue un viajero infatigable que pasó por primera vez la
frontera en 1777. Hombre ilustrado, dedico su tiempo a estudiar usos y
costumbres de los españoles, sus juegos, sus placeres, sus comidas y sus
gustos. Entre ellos analizó las corridas de toros y, al igual que el anterior,
realiza una pormenorizada descripción de ellas: "Algunas veces los pobres
caballos ofrecen antes de morir un espectáculo estremecedor. Se les ve andar pisándose
las tripas que salen ensangrentadas de un vientre desgarrado". Cuando
habla de la muerte del toro dice: "El animal vomita sangre a borbotones,
lucha con la muerte, se tambalea, cae, y su vencedor se embriaga de gloria con
los aplausos del pueblo". Cuando habla del mejor Alcalde de Madrid, Carlos
III, recuerda que el Rey sentía personal aversión por las corridas de toros y
deseaba que gradualmente renunciase a ese gusto la nación española.
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Leopoldo
Enrique García-Alas y Ureña, conocido simplemente como Leopoldo Alas y apodado
Clarín (Zamora, 25 de abril de 1852—Oviedo, 13 de junio de 1901), fue un
escritor y jurista español. Catedrático primero en la Universidad de Zaragoza y
más tarde en la de Oviedo, se desempeñó como crítico literario en la prensa
periódica de la época, desde donde atacó con punzantes artículos a muchos
literatos contemporáneos. Es conocido por su novela La Regenta (1884),
considerada como la obra cumbre de la literatura española del Realismo y la
mejor novela en castellano del siglo XIX. (…) Saber más... WIKIPEDIA.
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El mismo
Leopoldo Alas ,"Clarín", expreso públicamente su rechazo a la mal
llamada "fiesta nacional". La sensibilidad y el respeto al mundo animal se está
adueñando del pensamiento lúcido del que gozan gran parte de los españoles. El
rechazo a la crueldad y a la tortura se está generalizando en la mayor parte de
las autonomías, porque ya va siendo hora de prohibir el suplicio como
espectáculo. Desgraciadamente, algunos defienden la tortura en nombre de la
cultura y la tradición, cuando la primera está en el polo opuesto de la
brutalidad, y la segunda ofende la memoria de nuestros antepasados. Desterremos de nuestra vieja piel de toro, nunca mejor
dicho, el salvajismo del Toro de la Vega, el Toro Júbilo, los toros
enmaromados, los toros embolados, los toros a la mar... y las corridas de
toros. Solo así nos pondremos a la altura de personas civilizadas.
FUENTE: ALBERTO CARLOS POLLEDO ARIAS. Publicado por La Nueva España el 08-08-2015. Ver enlace. _________________________________________________________________________
Plaza de Toros de Oviedo |
Foto del
Archivo del Ayuntamiento de Oviedo. En la imagen la Plaza de Toros de Oviedo a
principios del siglo XX. En la imagen puede apreciarse la gran afluencia de
público al espectáculo taurino y la planta superior que no se reconstruyó tras
el incendio de 1932. Foto cedida por el Archivo del Ayuntamiento de Oviedo. El Tesoro de Oviedo.
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Según dice F. Canella, con motivo de las fiestas de Santa Eulalia ya se realizaban en Oviedo corridas de toros hacia el año 1673 aunque, tal vez, podríamos retrasar la fecha hasta 1666Oviedo Enciclopedia - “El tesoro de Oviedo”Posteriormente, estas corridas pasaron a formar parte de los actos de celebración de las fiestas de San Mateo. El gusto de los ovetenses por los espectáculos taurinos hizo que se construyese una plaza de toros de madera en el año 1875. Ésta se situó en el barrio del Fresno, según el citado F. Canella, y funcionó durante cuatro años. Posteriormente, promovidas por la Sociedad de Espectáculos de Oviedo, se iniciaron las obras de la plaza actual. Se construyó en el plazo de un año y fue inaugurada en 1889 por los matadores Frascuelo y Lagartijo. El coso taurino se encuentra rodeado por las calles de Celestino Villamil, Juan Belmonte y Fuertes Acevedo, la antigua carretera a Galicia. El edificio, de planta circular-poligonal de 16 lados, es obra del arquitecto Juan Miguel de la Guardia. Su decoración exterior, como muchas otras plazas de España, es de estilo mudéjar: con arquillos ciegos, de medio punto y de herradura distribuidos en dos pisos, enmarcados con ladrillo como las impostas, esquinas, cornisas y portada. Al cuerpo principal se le adosaron otros auxiliares como corrales o el patio de toreros. Cuenta con un coso de 50 metros y un aforo para más de 9.000 personas.
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Cartel de toros.
Plaza de toros de Oviedo. Ferias de San Mateo 1916. Todocolección. |
En 1917 se declaró el edificio en ruinas. En 1932 sufrió un incendio y hasta dos años después no se reparó, momento en el cual se suprimió una planta del diseño original. La última rehabilitación total del edificio se realizó en el año 1957, procediendo a su reinauguración el 20 de septiembre de 1958, teniendo en cartel a Antonio Bienvenida, Luis Miguel Dominguín y Victoriano Valencia. Posteriormente se acometieron otras reformas: En 1958 se realizan obras de cimentación. En 1991 se encargó a Amado González Hevia las pinturas murales que decoran esta plaza. Pasó a propiedad municipal en el año 1944 y, el 29 de junio del 2006, fue declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento.
El estado de conservación del coso es pésimo por lo que son muchos los que piden su rehabilitación y se han realizado algunos diseños. Incluso el Ayuntamiento de Oviedo organizó un concurso internacional para la cubierta total de la plaza, puesto que ahora sólo cuentan con cubierta ocho de sus dieciséis lados. En enero de 2008 el concejal de Urbanismo, José Alberto Mortera Fernández anunció un nuevo proyecto para la plaza de toros que exigiría su descatalogación como BIC. Dicho proyecto pretende una remodelación total de la estructura que, además de coso taurino, sirviese como auditorio al aire libre para la celebración de conciertos, ferias y exposiciones. Se le dotaría de una planta más, la que tenía originariamente y que no se reconstruyó después del incendio de 1932, que alojaría locales comerciales. También se proyecta la construcción de un aparcamiento de 300-400 plazas. "Oviedo Arena" sería el nombre del nuevo recinto.
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FUENTE: Oviedo Enciclopedia - “El tesoro de Oviedo”. (Bibliografía - F. Canella Secades, El libro de Oviedo, Oviedo, 1887).__________________________________________________________________________
AUTORES.
Alberto Carlos Polledo Arias
(Oviedo, 1943-2020), escritor, montañero y librero. Articulista,
colaborador habitual del periódico La Nueva España desde el año 1995. Crítico
literario durante dos lustros en La Hora de Asturias. Participó en la
Enciclopedia del Paisaje de Asturias con la toponimia de Quirós y Proaza.
Finalista en el Premio Narrativa de Viajes del diario El País. Autor de Monte a
monte, rutas por la zona central de Asturias; Quirós, pueblos y rutas; Vías
romanas y medievales. 12 rutas a través de la Cordillera Cantábrica; Oviedo,
guía turística y Geodestellos. En Buen Camino (KRK Ediciones, 2012) relata su
peregrinar desde Oviedo a Santiago por el Camino Primitivo. Polifacético, supo
cultivar como articulista y conversador su pasión por las señas de identidad de
Vetusta: El Naranco y el Prerrománico, la Balesquida y el Campo de San
Francisco. Fuentes: KRK Ediciones - “El Comercio”
La Enciclopedia
de Oviedo comenzó su
andadura pública en enero de 2008. Pretende ser una herramienta útil para esta
ciudad milenaria, que fue fundada precisamente como capital de un Reino que,
por su proyecto expansivo, acabaría por constituir la realidad histórica,
política y cultural que es España. FUENTE: La Enciclopedia de Oviedo.
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.
“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.
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