22 de septiembre de 2015

Rafael Alberti y Miguel Hernández, grandes amigos rompieron su amistad por la guerra civil española

Dos poetas en guerra
Rafael Alberti y Miguel Hernández, juntos en un recital.  La Nueva España.
Miguel Hernández y Rafael Alberti, unidos por una estrecha amistad, tuvieron un fatal desencuentro que marcó dos destinos: para uno, la muerte en prisión, y para otro, el exilio
Imagen de Miguel Hernández. La Nueva España.
Fueron dos autores señeros de la Generación del 27, unidos por una estrecha relación personal. Pero la Guerra Civil, que todo lo destruyó, acabó minando también su amistad. El carácter pasional de Miguel Hernández y la personalidad dominante y recelosa de Rafael Alberti, que encajó mal que al oriolano le dieran el título de «poeta del pueblo» mientras que a él lo tachaban de burgués, fueron provocando un distanciamiento que dio lugar a un grave altercado entre ellos en público. Alberti preparó su propia evacuación de un Madrid a punto de ser tomado por las fuerzas franquistas.

Miguel Hernández en 1939. Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, 30 de octubre de 1910-Alicante, 28 de marzo de 1942) fue un poeta y dramaturgo de especial relevancia en la literatura española del siglo XX. Aunque tradicionalmente se le ha encuadrado en la generación del 36, Miguel Hernández mantuvo una mayor proximidad con la generación anterior hasta el punto de ser considerado por Dámaso Alonso como «genial epígono» de la generación del 27. Autor desconocido. (...). Saber más... WIKIPEDIA.

No contó con Miguel Hernández, que acabó huyendo solo y a pie mientras Alberti viajaba en coche oficial y salía de España en avión, rumbo a un exilio amargo pero seguro. Hernández, encarcelado y enfermo, murió en prisión. Amigos, intelectuales de la misma generación literaria y miembros del Partido Comunista (en el que Miguel Hernández entró de la mano de Rafael Alberti y de su mujer, María Teresa León), la relación entre los dos poetas se fue agriando a lo largo de la Guerra Civil hasta el punto de que, más allá de pasar temporadas sin dirigirse la palabra, el gaditano dejó a Miguel fuera de la lista que, en los estertores de la contienda y con los peores augurios para el bando que ya se perfilaba como perdedor, confeccionaron él y su mujer para solicitar asilo en la Embajada de Chile. No lo incluyeron ni, en otra clara muestra de las desavenencias entre ambos, el matrimonio Alberti-León lo invitó a acompañarlos en el vehículo que recogió a la pareja en Madrid para trasladarlos hasta Monóvar, última sede del Gobierno de la República. Las diferentes posturas de ambos ante la contienda (Miguel Hernández fue proclamado «poeta del pueblo» mientras Alberti era abucheado por unos milicianos en la Sierra de Madrid) y la distinta procedencia social de cada uno (el cabrero frente al burgués) ahondaron un distanciamiento que estalló en febrero de 1939, unos días después de que Antonio Machado fuera enterrado en Collioure y apenas un mes antes del fin de la guerra. 
Imagen de Rafael Alberti. La nueva España.
Miguel Hernández, que en esos momentos se encontraba en Madrid, se acercó a la sede madrileña de la Alianza de Intelectuales para interesarse por sus compañeros y, a su llegada al palacio de los marqueses del Heredia-Spínola (incautado para servir de base a los artistas que apoyaban la República), se encontró con los preparativos de una fiesta que sus compañeros habían organizado como homenaje a la mujer antifascista. Mucho era lo que el poeta de Orihuela había callado a lo largo de esos tres años de guerra, durante aquellas noches en las que llegaba abatido del frente y trataba de dormir algunas horas con la música de fondo de aquellos bailes de disfraces y aquellas «travesuras y algazaras» con las que sus compañeros libraban su batalla contra la muerte. La fiesta fue motivo suficiente para que Miguel no siguiera silenciando las desavenencias entre el «poeta del pueblo» y los intelectuales de «mono planchado y pistolas de juguete», según la definición de Juan Ramón Jiménez, quien en su libro «Guerra en España» no se anduvo con tibiezas al escribir, años después, que «los poetas no tenían convencimiento de lo que decían. Eran señoritos, imitadores de guerrilleros, y paseaban sus rifles y sus pistolas de juguete por Madrid, vestidos con monos azules muy planchados. El único poeta, joven entonces, que peleó y escribió en el campo y en la cárcel, fue Miguel Hernández...».
Miguel Hernández, con su mujer, Josefina Manresa, tres días después de su boda. La Nueva España. 
Indignado por ese ambiente festivo de resabio burgués mientras que él y otros combatientes se seguían jugando el tipo en el frente, Miguel se dirigió a Alberti y le espetó en voz alta y delante de otros intelectuales: «¡Aquí hay mucha puta y mucho hijo de puta!», frase de la que, lejos de retractarse, a lo que le conminó Alberti, escribió en una pizarra por si alguien no la había escuchado. Con una bofetada que aseguran que hizo caer al poeta respondió María Teresa León, quien, como organizadora de la fiesta, se sintió directamente aludida. Los dos amigos dejaron de serlo en ese momento. Las semanas siguientes, pocos días antes de la toma de Madrid, estuvieron marcadas por el desconcierto y la consigna de «sálvese quien pueda». Miguel permaneció en la capital hasta el 9 de marzo "pese a los consejos de amigos próximos a los vencedores que insistían para que se marchara de España cuanto antes". Analizada la situación y espoleado por la idea de irse con su mujer y su hijo a Chile para emprender una nueva vida con el apoyo y la amistad de Pablo Neruda, Miguel se dirigió a la Embajada chilena, donde sólo le ofrecieron, sin muchas garantías de seguridad, refugiarse en el edificio.

Josefina Manresa, esposa de Miguel Hernández, y su hijo Manuel Miguel Hernández Manresa. (...). Saber más... poetica2puntocero.

Para Carlos Morla, encargado de negocios en la Embajada y viejo conocido del poeta, aceptarlo en su lista de refugiados era mucha responsabilidad, dada su activa participación en la contienda; con lo que Miguel Hernández nunca estuvo en esa lista ni en la que el matrimonio Alberti-León había confeccionado con amigos que también corrían peligro y le había enviado ya a Morla. Sin saber qué hacer, el «poeta del pueblo» se encaminó de nuevo a la sede de la Alianza, donde se volvió a encontrar con Alberti y María Teresa León, que andaban ya enzarzados en los preparativos de su salida de Madrid. Según la versión de María Teresa, «Miguel Hernández apenas contestó a nuestro abrazo cuando nos separamos en Madrid. Le habíamos llamado para explicarle nuestra conversación con Carlos Morla -cuya propuesta de refugiarse en la Embajada habían rechazado por considerarla una miseria- [...]. Miguel se ensombreció al oírlo, acentuó su cara cerrada y respondió: "Yo no me refugiaré jamás en una Embajada. Me vuelvo al frente [...]. ¿Y vosotros?", nos preguntó. "Nosotros tampoco nos exiliaremos. Nos vamos a Elda con Hidalgo de Cisneros". Miguel dio un portazo y desapareció».
Alberti, con su primera mujer, María Teresa León. La Nueva España.
El texto no tiene desperdicio y aporta algunas claves que pudieran haber cambiado el destino de Hernández. En primer lugar, "el poeta no acudió a ninguna llamada de los Alberti-León ya que fue él quien decidió acercarse a la sede de la Alianza para informarse antes de tomar una decisión sobre lo que iba a hacer". Tampoco pudo decir «me vuelvo al frente» cuando ya no había línea de fuego a la que ir y cuando la frase más repetida según otros testimonios -Cossío, Aleixandre, Morla, el mismo Alberti- era bien distinta: «Me voy a Cox con mi mujer y mi hijo». Pero lo más sangrante, sin duda, fue que Miguel, que había entrado en el Partido Comunista de la mano de María Teresa y Rafael, que había estado unido a los altos mandos del Ejército republicano, que había sido un poeta soldado al lado de la troika del Komintern en España, no fue tenido en cuenta por ninguno de sus camaradas. "Ni siquiera fue invitado a salir con ellos hacia Monóvar, en el vehículo oficial que el Gobierno republicano había puesto a su disposición, y era abandonado a su suerte para que se refugiara en una Embajada que no ofrecía demasiada seguridad y que para ellos no era otra cosa que una limosna inadmisible". Alberti y su compañera, en efecto, salieron rumbo a Monóvar, donde Juan Negrín había reunido su Gobierno en la denominada «posición Yuste», y el 7 de marzo de 1939 el matrimonio despegaba a bordo de un Dragón con destino a Orán. Al amanecer de ese mismo día, Miguel Hernández decide regresar a Cox con su familia.
(...). El último gobierno de la República abandonaba suelo español dirección al exilio. Muchos de ellos no volverían a pisar tierra española. Otros tardarían la friolera de 38 años en volver a España, tras la recuperación de las libertades democráticas. (...). Saber más... El gobierno de la República abandona Elda.

Para salir de Madrid, y ante el temor de toparse con tropas franquistas, pide ayuda a su amigo, y falangista, José María de Cossío, a quien, en una jugarreta del destino, es Miguel el que tiene que «salvar» al ser interceptados por un grupo de milicianos a las afueras de la capital. El 14 de marzo, ya en Cox, Miguel escribe a Cossío. Al parecer, el director de la enciclopedia «Los toros» le había prometido hablar con alguien influyente para solucionar la salida del poeta y de su familia: «No deje de hacer las gestiones cuanto antes si puede. He recordado nuestra última conversación. Recuerdos y abrazos para todos los amigos. Y para usted el de siempre». Hernández debía sentirse en aquellos momentos doblemente acosado: 
  • por un lado estaba la amenaza de las tropas franquistas 
  • por otro, su condición de comunista lo convertía en blanco de los hombres de Casado, una facción de los suyos.
El poeta del pueblo, Miguel Hernández, fue condenado a muerte por un tribunal militar el 18 de enero de 1940; una sentencia todavía vigente. El poeta fue condenado por delito de adhesión a la rebelión previsto en el artículo 238.2 del Código de Justicia Militar del año 1890 a la pena de muerte, que posteriormente fue conmutada por una pena de 30 años de prisión, que no llegó a cumplir, ya que murió en la cárcel en 1942. En el año 2012 el Tribunal Constitucional ha rechazado anular esta condena. Una de tantas vergüenzas de un pueblo que se niega página sin que se haga justicia, sin que re recupere su memoriaVer enlace... trianarts.
Si hay una persona con la que Miguel Hernández pudo contar a lo largo de su corta vida, fue con José María de Cossío, de adscripción falangista y gracias al que el «poeta del pueblo» tuvo el único empleo remunerado durante sus años madrileños: la elaboración del último tomo de la enciclopedia «Los toros». "Es Cossío quien en más de una ocasión le aconseja que se marche de España cuanto antes por la relevancia que había adquirido durante la contienda. Es también a su ex jefe a quien Miguel Hernández recurre al final de la guerra cuando comprende que se encuentra en peligro, y fue Cossío quien luchó con firmeza para salvarlo de una condena a muerte que al final fue conmutada por treinta años de una reclusión en la que acaba perdiendo la vida". Miguel visitó en Orihuela a José Martínez Arenas, abogado y viejo mentor del poeta, y al canónigo Luis Almarcha; pero nadie, que se sepa, hizo nada por ampararlo. A mediados de abril decidió buscar refugio en un lugar más seguro donde pudiera hallar la protección de algún amigo que simpatizara con el nuevo régimen (ya había sido reconocido el Gobierno de Burgos) y, posteriormente, encontrarse con Josefina y el niño. Así se lo comunicó a Cossío el 19 de abril desde Cox: «Estamos todos bien por ahora. Yo salgo para Sevilla seguramente, y pronto. Allí espero ver a Guillén y a otros amigos y espero hallar una buena acogida entre ellos [...]. Deseo verle pronto, y si va por Sevilla, allí nos encontraremos».
Ilustración del poeta Miguel Hernández a partir de un retrato fotográfico. ArtWarriors. La Opinión de Malaga.
Según lo previsto, Miguel pensaba buscar la protección de Jorge Guillén en Sevilla, pero su mala información al respecto lo llevó a cambiar de planes pocos días después. Con doscientas pesetas en el bolsillo que le había proporcionado su hermano Vicente y una caja de cartón por todo equipaje, Miguel salió de Orihuela el 20 de abril con rumbo incierto. Fue el poeta falangista Eduardo Llosent Marañón, viejo compañero en las Misiones Pedagógicas, director de la revista «Mediodía» de Sevilla y, en aquellos momentos, director del Museo de Arte Moderno de Madrid, quien le proporcionó una carta de recomendación para que la presentase en Sevilla a Joaquín Romero Murube, alcaide entonces del Alcázar hispalense, con el que se entrevistó la mañana del 24 de abril en el recinto de la fortaleza sevillana. Lo que no imaginaba Miguel Hernández es que Franco se encontraba esos días de visita oficial por Andalucía y que, según testimonio del propio Murube, "estando el poeta en los jardines del Alcázar, entró en el recinto el Caudillo". Alarmado por el peligro que acababa de correr, Miguel decidió marcharse de Sevilla no sin antes comentarle al alcaide algo así como: «Joaquín, creía que Franco era una persona de gran porte, físicamente, y me lo encuentro bajito y poca cosa».
Los restos de Miguel Hernández, envueltos en una bolsa, tras su exhumación en 1984. ABC Sevilla.
El 29 de abril de 1939 Miguel cruza a Portugal por un paso clandestino en las cercanías de Rosal de la Frontera. Era una zona por la que habían huido muchos milicianos y que los viajeros de la España franquista procuraban evitar. Alcanza el pueblo portugués de Santo Aleixo y llega luego a Moura. «El domingo 30 de abril se vio necesitado de dinero para comer y recuperar las fuerzas después de una semana atravesando tierras andaluzas y durmiendo a la intemperie». Vende el traje oscuro y el reloj de oro que le había regalado Vicente Aleixandre, pero su aspecto, nada saludable, levanta las sospechas del comprador, que lo denuncia a la Policía salazarista. Detenido, lo entregan a la Policía española en Rosal de la Frontera el 4 de mayo. Era el principio de un largo vía crucis carcelario que lo llevó por trece prisiones y que acabaría con su vida tres años después en el Reformatorio de Adultos de Alicante. Causa oficial de la muerte: tuberculosis. Era el 28 de marzo de 1942. No había cumplido los 32 años. Mientras, en el barrio parisino de Quai de l'Horloge, una zona privilegiada y tranquila, Rafael Alberti comparte apartamento con el poeta chileno y otrora protector de Miguel Hernández Pablo Neruda.
Imagen de Rafael Alberti ya mayor (Alberti nació el 16 de diciembre de 1902 en el Puerto de Santa María, (Cádiz), y falleció en la misma ciudad el 28 de octubre de 1999). (...). Saber más... Actualidad literatura.

FUENTE: JOSÉ LUIS FERRIS. Publicado por La Nueva España el 27-06-2010. Ver enlace.
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AUTORES.

José Luis Ferris.
Alicante, 1960. José Luis Ferris es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca. Poeta, novelista y autor de diversos ensayos, fue galardonado con el Premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana por su primer libro de poesía, Piélago. Su trayectoria poética quedó consolidada con Cetro de cal, accésit del Premio Adonais 1984, y Niebla firme, poemario por el que fue calificado por la crítica como “uno de los máximos exponentes de la joven lírica española”. Es autor de los relatos infantiles Las palabras del agua (1991) y La isla de Todo del revés (1994) y de las novelas Bajarás al reino de la tierra, por la que obtuvo el Premio Azorín de Novela en su XXIII edición, y El amor y la nada (2000). Asimismo ha realizado las ediciones de una Antología de la poesía de Federico García Lorca y, más recientemente, una Antología poética de Miguel Hernández, además de publicar trabajos especializados sobre Gabriel Miró, Azorín, Juan Gil-Albert y la revista de posguerra Verbo. También es autor de la biografía del deportista José Hernández –La vida entre los puños (2002)–, histórico púgil de la década de los 50. Su último libro, Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta (Temas de Hoy, 2002) obtuvo el Premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana, 2003 en la modalidad de ensayo. Colabora como columnista con el diario El País desde 1999. FUENTE: Planeta de los Libros

La Nueva España es el periódico más difundido en el Principado de Asturias y el noveno de información general en España. Se define a sí mismo como un "diario independiente de Asturias", de tendencia liberal moderada. Se publica en Oviedo desde 1936 y es editado por la empresa Editorial Prensa Ibérica. La redacción se encuentra en Oviedo y publica a diario seis ediciones locales que cubren el Principado de Asturias: la general y las específicas para Oviedo, Gijón, Avilés, las cuencas mineras, el Occidente y el Oriente de Asturias. Es el más importante en cuanto a tirada según la OJD de todos los periódicos asturianos: tuvo una difusión media de 57 396 ejemplares julio 2009/junio 2010 y de 91 626 durante los domingos del periodo julio 2006/junio 2007. Su director es desde 2019 Gonzalo Martínez Peón, quién sucedió a Ángeles Rivero. (...). Saber más... WIKIPEDIA.       

Wikipedia, la enciclopedia libre, fue creada el 15 de enero de 2001 como proyecto de edición abierta que pretendía agilizar y flexibilizar el desarrollo de la hoy extinta enciclopedia con revisión por pares Nupedia, y ha crecido continuamente en número de artículos y de ediciones idiomáticas hasta la actualidad. (…). En marzo de 2000 Jimbo Wales creó Nupedia, un proyecto de enciclopedia libre basado en un ambicioso proceso de revisión por pares, diseñado para hacer sus artículos de una calidad comparable a la de las ASTURES(principalmente doctorandos y académicos), a los que se proponía colaborar de modo no remunerado. Debido al lento avance del proyecto, el 15 de enero de 2001 se creó un wiki (UseModWiki) vinculado a Nupedia cuya finalidad inicial era agilizar la creación de artículos de forma paralela, antes de que estos pasaran al sistema de revisión por expertos. Existe cierta polémica entre los fundadores de Nupedia sobre quién propuso originalmente la idea de usar un wiki a Jimbo Wales, si Larry Sanger o bien una tercera persona, pero el caso es que el éxito de aquel "pequeño proyecto paralelo" (Wikipedia) acabó eclipsando a Nupedia, que dejó de funcionar en 2003. (...). Seguir leyendo.... Wikipedia.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.

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NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con El Blog de Acebedo para hacerlo figurar o para borrarla si es su deseo, porque es justo reconocer a los autores

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Esta página se editó por última vez el 29 de julio de 2024 a las 08:16 horas.

6 comentarios:

  1. Este relato es tendencioso porque omite las posibilidades que tuvo Hernández de salir hacia América, lo ha documentado J. L. García Montero

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  2. ¿Puedes facilitarnos la fuente en la que García Montero "documenta" tal cosa? ¿Especifica si esas "posibilidades" le fueron proporcionadas por alguien en particular (Alberti, la embajada de Chile, el Comité Central del PCE, por ejemplo? ¿Puedes proporcionarnos pruebas de la solvencia como historiador de García Montero, que pueda darnos un mínimo de
    atisbo de confianza suficiente como para que nos generen dudas los testimonios de testigos directos y de historiadores de competencia contrastada, que afirman que Miguel Hernández fue abandonado a su suerte por sus teóricos amigos y camaradas poetas (Alberti y compañía) y por los dirigentes del PCE, partido en el que militaba?

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  3. Hay que ver los señoritos, qué bien saben divertirse y buscarse las mañas, qué diferencia con los cabreros. Lo mismo que ahora más o menos, en ese aspecto, tampoco ha cambiado tanto la cosa

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    1. Estimado lector buen día, como sabrás este blog es un blog de “antología de historia” en el se recogen todo tipo de historias publicadas, así como de propia autoría. En el caso de este artículo que comentas, las únicas fuentes del mismo son el autor del artículo, José Luis Ferris en el diario asturiano La Nueva España el 27 de junio de 2010, así como los enlaces con Wikipedia. Evidentemente no puedo aseverar otras fuentes que las aquí recogidas y publicadas. La única función de este modesto blog de antología, es la de divulgar y trasmitir la historia con la narración de los sucesos del pasado lo más fielmente posible y con fuentes contratadas, por ese motivo, siempre se publican las fuentes de los autores del artículo y las de los medios de comunicación donde se recogen. En el caso de J. L. García Montero (poeta, crítico literario y ensayista español, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada), en este blog solo consta como comentario y opinión de una lectora, nunca como fuente del artículo, además este blog no se responsabiliza de las opiniones de sus lectores, simplemente las publica si se respetan las normas éticas y responsables.
      Muchas gracias por visitar este modesto blog.
      Saludos cordiales.

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  4. Estimado Acebedo, buenos días. Precisamente las preguntas de mi primer comentario van dirigidas a la autora, Ágata, del comentario de marzo de 2023, siento si no lo he especificado de manera suficientemente clara. La solicitud a Ágata de esas aclaraciones se debe justamente a que califica el "relato" como "tendencioso" cuando, en mi opinión y mi humilde conocimiento de los hechos que se narran, el artículo es rigurosos y bien documentado, coincidiendo con lo que he leído de autores de solvencia histórica contrastada. También me llamó la atención que cite como autoridad en la que se basa a García Montero sin, por otro lado, aportar la referencia del texto en el que, el actual director del Instituto Cervantes, documenta dicha afirmación. Me da la impresión de que la intención consiste básicamente en salvar la cara y la fama de Alberti y demás actores que no tuvieron un comportamiento precisamente calificable de impecable con el joven, honrado, coherente, ejemplar y entrañable Miguel Hernández; una auténtica joya como persona y poeta, que merecía haber sido salvado por todos los medios de las garras del franquismo asesino

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  5. Respecto a mi segundo comentario, mi intención no es otra que la de resaltar la diferencia de comportamiento y de entendimiento del compromiso con la República por parte de unos, por ejemplo, con todos mis respetos, Alberti, y de otros como Hernández o Machado. Muchas gracias por tu Blog y por la atención a mis comentarios

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