Historia de un cuadro: «Salus infirmorum»Luis Menéndez Pidal, nacido en la localidad
lenense de Pajares en 1861, es el autor de uno de los mejores cuadros
que se hayan pintado en Asturias
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Ilustración de Alfonso Zapico |
La Nueva España
«Salus infirmorum» es una frase latina que podemos traducir como «la
salud de los enfermos»; también se llama así uno de los mejores cuadros
que se han pintado en Asturias. Su autor fue Luis Menéndez Pidal, nacido
en Pajares en 1861 y miembro de la familia más culta que ha dado esta
tierra: Juan, uno de sus hermanos, fue un prestigioso historiador y
director del Archivo Histórico Nacional durante muchos años; Ramón, el
otro, prefirió la filología y también llegó a dirigir la Real Academia
Española, formó parte de la Generación del 98 y ha pasado a la historia
como el divulgador del Cantar del Mío Cid; por último su hijo, llamado
Luis como él, fue un conocido arquitecto y restaurador, firmando entre
otros proyectos los del Parador de Turismo de Pajares, la Biblioteca
Pública de Gijón y la Capilla de la Santa Cueva de Covadonga.
Enseguida apuntó maneras
y, como seguía en su idea, fue enviado en 1885 a la Escuela Superior de
Pintura de Madrid y luego, gracias a una beca, a Roma y Florencia, donde
residió hasta 1888.
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Autorretrató
(1907), Museo del Prado, Madrid. Luis Menéndez Pidal (Pajares, 15 de agosto de
1861-Madrid, 4 de febrero de 1932) fue un pintor y decorador español. Saber más…WIKIPEDIA. |
De allí se trajo la obra Éxtasis de San Francisco,
que expuso en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y poco después obtuvo
una medalla secundaria con el lienzo A buen juez, mejor testigo en la
Exposición Nacional de Bellas Artes, a la vez que era nombrado profesor
de «Formas en la naturaleza y en el arte» de la Escuela Superior de
Artes Industriales; todavía tuvo que esperar a 1892 para obtener la de
primera clase con La cuna vacía, un lienzo de grandes dimensiones,
pintado en Asturias, donde tenía su verdadera inspiración. Sobre
este cuadro debo contarles que estaba incluido en la relación de una
veintena de obras en paradero desconocido, premiadas en las exposiciones
nacionales de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Hace unos
años un investigador hizo un llamamiento para intentar localizarlas,
obteniendo la respuesta de que La cuna vacía se encuentra «en la pared
del salón de billar, en una casa particular en Ribadeo». En fin,
Luis Menéndez Pidal pasaba todos los veranos en su Pajares natal y allí
estaba en 1896 cuando sintió la necesidad de recrear una escena que ya
venían repitiendo otros autores desde principios de aquel siglo: el
momento en que una familia campesina se presenta ante el altar de una
iglesia con su hijo pequeño enfermo haciendo votos para pedir su
curación. Evidentemente es un tema religioso y hay constancia de
que Luis Menéndez Pidal era un hombre de fe; quizás por ello se esmeró
especialmente en esta obra en la que recreó el interior de la iglesia
parroquial de San Miguel de Pajares con la intención de juntar en un
pintura clásica sus querencias: la devoción cristiana y el cariño por su
tierra. El resultado fue el trabajo de más calidad de los que llegó a
firmar en su larga carrera de artista, bautizado como «Salus
infirmorum». |
La Iglesia de
San Miguel de Pajares, con el año de 1861 como año de su reedificación.
Actualmente de una sola nave, las reformas han hecho ocupar capillas laterales
en vivienda parroquial. Saber más… El Comercio. |
Uno de los especialistas más prestigiosos en pintura
asturiana, el profesor mierense Javier Barón, fue nombrado en 2003 Jefe
del Departamento de Pintura del Siglo XIX del Museo del Prado y pocos
meses más tarde publicó en el boletín de esta popular institución un
estudio completo sobre los cinco cuadros de Luis Menéndez Pidal que
tienen sus fondos: «El éxtasis de San Francisco», «Al trabajo», «Gnomos
alquimistas», un «Autorretrato» y «Salus infirmorum». El pintor
lenense solía frecuentar las salas del Museo madrileño para aprender las
técnicas de nuestros clásicos y ejercitar la suya como copista,
recreando a sus favoritos: Carreño Miranda, El Greco, Goya y sobre todo
Velázquez. Su discurso de ingreso en la Academia de San Fernando versó
sobre el maestro sevillano y en marzo de 1899 fue nombrado vocal de la
Comisión que se encargó en El Prado de organizar la sala monográfica que
se abrió en conmemoración del IV Centenario de su nacimiento, aunque
según algunos críticos esta influencia llegó a ser tan marcada que
cuando presentó su obra El espejo del bufón, la rechazaron manifestando
que era poco menos que un plagio de los personajes velazqueños. Cuando
Luis Menéndez Pidal pintaba los paisajes de Pajares lo hacía al
natural, embebido por la magia de la luz atenuada que había conocido en
su niñez y con la que quiso iluminar el altar que estaba reflejando en
su nuevo cuadro, un óleo sobre lienzo de 81 x 101 cm.; pero aquella
iglesia, a pesar de haber sido reformada en 1861, resultaba sombría y
además -como todos sabemos de sobra- el verano de nuestras montañas es
muy corto.
Así que cuando quiso darse cuenta se encontró a las
puertas de un otoño gris que solo le permitía coger los pinceles en las
horas centrales del día si quería mantener las mismas tonalidades con
las que había iniciado aquel trabajo y tuvo que prolongar su estancia en
la casa familiar, con el consiguiente disgusto de su mujer Josefa
Álvarez Aramburu. Javier Barón recoge en su publicación una carta
que esta dirigió a una de sus cuñadas el 9 de noviembre de aquel 1896 en
la que le cuenta aquella situación: «nosotras estamos aburridísimas con
tal mal tiempo, pues no cesa de llover y nevar, tenemos un frío atroz y
estoy deseando por momentos marchar porque no se disfruta nada de esto?
Luis me encarga te diga que aún no sabe cuando nos vamos, pues esto
depende de terminar él su cuadro, y como en la iglesia no hay luz, hace
muchos días que no puede trabajar, si viniesen buenos días cree que en 6
u 8 lo terminaría». Cuando concluyó la obra tal y como la había
previsto, pensó en darla a conocer en algún certamen. En España el más
prestigioso era la Exposición Nacional de Bellas Artes, donde ya les he
dicho que había obtenido en 1892 una medalla de primera clase, pero ante
la duda de que se pudiese celebrar aquel año, se decidió a enviarla a
la Exposición Internacional de Munich junto a otras dos obras: Un soneto
de Quevedo y Un cuento de hadas. La decisión fue acertada, ya que,
aunque finalmente sí se pudo hacer la convocatoria española y él no
estuvo presente, Menéndez Pidal vendió fácilmente aquellos dos cuadros
en Alemania.
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Obra: El hijo
del artista. Firmado en el ángulo inferior derecho: "L. Menendez
Pidal". (…). El cuadro corresponde a los numerosos retratos de los
distintos miembros de su familia, que a partir de 1906 realiza el pintor, en donde,
junto al dominio de la técnica, pone de manifiesto su cariño en cada una de las
pinceladas. El retrato de su hijo Luis fue ejecutado durante el verano de 1906
en Pajares, en el periodo en el que Menéndez Pidal preparaba su discurso de
entrada en la Academia en 1907. (…). Saber más… ACADEMIA COLECCIONES |
En 1898 los críticos acogieron con elogios la presentación
de «Salus infirmorum» en una exposición que organizaba el Círculo de
Bellas Artes en el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid y por al año
siguiente logró con este cuadro su segunda medalla de primera clase en
la Exposición Nacional española y fue adquirido por 6.000 pesetas por
Real Orden de 8 de junio de 1899, con destino al Museo de Arte Moderno. Para
la historia queda también la pequeña pero inevitable polémica que
seguía en aquel tiempo al apellido Pidal, popularizado por su tío el
marqués y ministro de Fomento, por lo que hubo quien quiso politizar
aquel premio escribiendo que se le había concedido gracias a su
parentesco con el reconocido cacique. Quien vea el cuadro se dará
cuenta enseguida de lo merecido de aquel galardón, cosa que no dudaron
tampoco la mayoría de sus contemporáneos. La prueba está en que no tardó
en convertirse en una muestra de lo que hoy se llama pomposamente «la
marca España». En 1900 fue enviado, junto a otra obra del artista a la
Exposición Universal de París; volvió de nuevo a la capital francesa a
una muestra de la pintura española que se exhibió en 1919 en el Petit
Palais; fue llevado a la Bienal de Venecia de 1924 y antes de concluir
aquella década también se presentó en el Palacio de Bellas Artes de
Bruselas, en La Haya y en Amsterdam. Luis Menéndez Pidal en 1906
fue elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y
siguió compaginando su actividad creadora con la enseñanza.
En 1901
consiguió la cátedra de Arte Decorativo en la Escuela de Artes y Oficios
de Madrid; y en 1907 la de Dibujo y Ropaje en la Escuela Superior de
Bellas Artes de San Fernando. Falleció en Madrid en 1932, dejando su
obra repartida por numerosos museos y colecciones particulares. «Salus
infirmorum» fue depositado en 1973 en el Museo Arqueológico de Cuenca y
devuelto a El Prado el 7 de mayo de 1996. Allí sigue, en buena compañía. Los
tres hermanos pudieron estudiar con holgura gracias a que su padre Juan
Menéndez, también natural de Pajares, era magistrado y su madre Ramona
pertenecía a la saga de los Pidal de Villaviciosa, por lo que en la casa
no faltaba el dinero. En 1875 el padre fue trasladado por motivos de
trabajo, obligando a la familia a ir con él hasta Sevilla y en esa
ciudad entró el joven Luis en contacto con el mundo del arte, aunque fue
obligado a continuar los pasos de su progenitor y por ello acabó la
carrera de Derecho en Madrid, pero cuando aquel murió, se vio libre para
ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Salvador de Oviedo y
seguir su verdadera vocación de pintor.
FUENTE: ERNESTO BURGOS - HISTORIADOR. Publicado por la Nueva España el 05-02-2013. Ver enlace. ________________________________________________________________________
AUTORES.
Ernesto
Burgos Fernández (historiador). Nació
en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957. Historiador, columnista y biógrafo,
éstas son algunas de las facetas de un Ernesto Burgos que rescata con talento
personajes y anécdotas de nuestra historia. Un notorio investigador y gran
divulgador. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo
(1979). Diploma de Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La
romanización en las cuencas mineras del sur de Asturias» 2006). Profesor de
Educación Secundaria, ha trabajado en los institutos «Juan de Herrera»
(Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia),
«Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el año
2016 el reconocido historiador mierense fue distinguido con el reconocido
galardón anual de “Mierense del año”. Secretario General de Izquierda
Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III
República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de
Asturias. Coautor de los libros de texto «Entre amigos» (Conocimiento del
Medio) para Asturias y Cantabria (2002); coordinador de la revista de Ciencias
Sociales «Cuadernos de Mieres» (2001-2002); experto en la cultura y la historia
de las cuencas mineras asturianas. Ha impartido varios cursos sobre el
patrimonio arqueológico de Aller, Lena y Mieres y defendido ponencias sobre su
temática en jornadas y congresos. Desde los años 70 escribe desinteresadamente
artículos para numerosas publicaciones, álbumes y periódicos locales (Esquisa,
Mieres 30 días, La Voz de Ujo, Camín de Mieres, Mieres, El Carbón, Por tierras
del Caudal, Aula de Paz…). Ha sido pregonero en las fiestas de Santa Bárbara
(2002); La Teyerona (2006); San Xuan de Mieres (2007) y Santa Cruz (2011).
Histórico militante republicano. Secretario General de Izquierda Republicana en
Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y
actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Biógrafo de los
revolucionarios mierenses Manuel Grossi Mier («Cartas de Grossi». 2009) y Jesús
Ibáñez («Y el verbo se hizo furia». Semana Negra 2010), también ha prologado a
varios autores asturianos. Colaborador del diario asturiano La Nueva España,
donde ha firmado las series: «El patrimonio de Las Cuencas» (1998-2000); «100
años de historias y andanzas» (2000-2002) y «Los personajes de nuestra
historia» (2003-2004). Desde febrero de 2005 mantiene ininterrumpidamente la
página semanal «Historias heterodoxas». FUENTE:
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”
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en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo
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Me gustaría, si me facilitase, algún tipo de contacto con algún investigador del pintor Menendez Pidal. Muchas gracias, un saludo.
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