Acto de
inauguración, celebrado el 31-1-1884, de la nueva sede del Ateneo de Madrid
sita en la calle Prado (dibujo publicado en La Ilustración Española y
Americana, 8-2-1884). (...). Saber más... Rosario de Acuña y Villanueva. |
Rosario de Acuña Real Academia de la Historia. La Voz de Asturias. |
Al ver aparecer en escena a la joven artífice del drama, el asombro fue tan grande que la sala ensordeció con los inacabables aplausos de los presentes. Con tan solo 25 años de edad había logrado el entusiasta aplauso del público, la unánime aprobación de la crítica y los parabienes de renombrados escritores del momento. Se dijo que la autora tenía mucha soltura con el verso, que había escrito la obra en unas pocas semanas, que poseía grandes dotes como dramaturga… La sorpresa de entonces tuvo más que ver con su juventud que con el hecho de ser mujer; al fin y al cabo, no era la primera en obtener el aplauso y reconocimiento como dramaturga: ahí estaba el ejemplo de Gertrudis Gutiérrez de Avellaneda, de quien más de uno se acordó por entonces. La que ocho años más tarde tendrá lugar en la sociedad ateneísta madrileña estará sometida a otro tipo de consideraciones. El de 1884 es, sin duda, un año destacado en la historia del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. El 31 de enero tiene lugar el solemne acto de inauguración de su nueva sede, un edificio en propiedad construido en la calle del Prado.