El ex-Alcalde D. Misael Fernández Porrón |
La participación del exalcalde
Fernández Porrón fue vital para el desarrollo y el éxito de la iniciativa
mierense
Misael Fernández Porrón, en el centro, preside uno de los Tribunales Populares de Mieres |
Corren vientos de consternación estos días, por Mieres, tras el
fallecimiento de Misael Fernández Porrón, el que, a nivel local -con la
"escapada" de cuatro años en el cargo autonómico de director general
de Deportes- se puede decir que lo fue todo, tanto a nivel político como casi
en el ámbito profesional en su calidad de maestro de escuela. Ya se dijo y
seguirán relatando muchos aspectos de su labor, de un carácter afable y a la
vez enérgico, un talante negociador y a su vez defensor a ultranza de los valores
populares, su franqueza y sencillez en contrapartida con su prestancia y
elegancia para hacer frente a situaciones escabrosas.
Misael Fernández Porrón en su despacho. (El blog del Mierense) |
Pero? ¿Saben ustedes que a todo lo dicho y afirmado hasta ahora, le faltan
ciertos puntos, algunos vitales en el discurrir de la vida, otros
complementarios, que ayudaron a reafirmar su voluntad de servicio y su carácter
abierto a la participación? Yo lo conocí siendo el presidente de la puntera
Asociación Vecinal de San Pedro, donde ya dejó constancia de su espíritu de
servicio y colaborador. No anidaba en su mente ninguna huella capaz de
anunciarle que llegaría a otras alturas del quehacer colectivo. Y como un
dirigente de colectivo ciudadano, sin remilgos ni indecisiones cubrió esa
etapa. Pero claro, sin desearlo, estaba llamado a asumir otras exigencias de la
naciente democracia española. Y fue concejal de Cultura, más tarde, con su
vuelta a la labor educativa de Primaria en el "Santiago Apóstol",
ocupó el cargo de director del centro de profesores de la comarca. Y, ¡por
fin!, surgió la oportunidad que un puñado de entusiastas del Centro Cultural y
Deportivo Mierense, esperaba. Misael Fernández Porrón se convirtió en el primer
"juez" de los Tribunales Populares de Mieres, el invento que,
siguiendo los pasos de algo similar en Televisión Española, pero "en vivo
y en directo" concibió este movimiento asociativo de la casa, el creado en
su día y presidido con mano férrea por el inolvidable Luis Fernández Cabeza.
Misael Fernández Porrón, alcalde de Mieres entre 1995 y 2003 (La Nueva España) |
Allí, en plan de colaboración mutua, recia y sin fisuras, se fraguó una
amistad que ha de durar, en pensamiento cariñoso, hasta el final de los siglos.
El que suscribe, en calidad de máximo responsable del evento y él, nuestro
recordado protagonista, hoy, desgraciadamente, de obligado cumplimiento en
nuestras páginas, casi recorrieron media España, por el Norte, claro, a la caza
de aquellas piezas humanas que habrían de completar el puzle de cada
convocatoria de los Tribunales Populares, en una sucesión de gestiones que, en
la mayoría de los casos, desembocaron en resultado exitoso.
¿Te acuerdas Misael cuando en San Sebastián de los Reyes fuimos
recibidos por Arturo Fernández, que filmaba escenas de "la Casa de los
Líos" y nos saludó con una de sus acostumbradas salidas: "Y ¿qué
quieren de mí este par de paisanos?". Luego se trajo con él a más de media
compañía, Florinda Chico, Enma Ozores, Lola Herrera?, y con esta
representación, más la de Gustavo Bueno, no solo cambiaron el pronóstico del
veredicto sino que se armó la de "vámonos Juana" en los exteriores de
la sala -calle Jerónimo Ibrán- siendo necesaria la presencia de la Policía
Local para tranquilizar los ánimos, ya que, dicho sea a tiempo, todo el mundo
quería entrar y dos horas antes estaba cubierto el aforo del salón de la Obra
Cultural de Caja de Asturias.
Por la izquierda, Carlos Barcia, Quico Veiga, Evilasio Sánchez, Misael F. Porrón |
Seguro que nunca se te fue de la mente el viaje veloz, quizá
saltándonos alguna regla de tráfico, que realizamos al occidente de Asturias
para "fichar" a Cristina Almeida y Mercedes Fernández -a la sazón
ministra de no sé qué en uno de los últimos gobiernos de Felipe González- y que
nos costó un triunfo traerlas a Mieres con el consabido final de que en ese
remate manifestaron que quedaron encantadas de hacer participado. No podrás olvidar el "affaire" que representó traer hasta
estos lares la figura del catalán Fernández Deu, quién había desempeñado el
papel de abogado defensor en la pequeña pantalla de TVE, y que, telefónicamente
hablando, la primera pregunta que formuló fue: "Y? ¿cuánto va a ser mi
caché?". La respuesta del interlocutor, sereno pero enérgico fue:
"Señor Fernández Deu, aquí, en el Mieres de Asturias, no tenemos muchos
medios económicos para responder a tales demandas. Nos hacemos cargo de los
viajes, compañía incluida, y de la estancia en nuestra tierra, pero nada
más". Recuerdo que se quedó un tanto pensativo y manifestando en voz alta,
"el caso es que no conozco Asturias, oiga, ¿pueden acompañarme mi esposa y
mis dos hijos?". La respuesta fue también decisiva. "Si señor, venga
usted con ellos y conocerán esta bendita tierra". A la hora de la verdad,
por causas de estudios de sus dos lebreles, solo le acompañó su esposa.
Misael F. Porrón en la presentación de la subida a Santo Emiliano en el año 2008. (Langreo Motor Club) |
Recuerda bien que, tras el resultado de la sesión, creo que se trataba
de "drogadicción y sus efectos", perdió el juicio, por fiarlo todo a
sus tablas, frente al periodista Antonio Álvarez, que lo había preparado
concienzudamente, llegamos tú y yo a la conclusión de que deberíamos
compensarlo con algo y fue que, al día siguiente, sábado, cogiste tu coche y a
tu esposa Ana y recorristeis media Asturias -Covadonga incluida- para que
conocieron esta región. Al final, y en la hora de las despedidas manifestaron
su satisfacción y agradecimiento. Cuantos momentos más vividos en torno a Tribunales Populares sirvieron
para cimentar nuestra amistad, pero, claro está, llegó la hora de las
despedidas, que no de la ruptura amistosa, ni mucho menos, porque la llamada de
un clarinazo político a nivel de encabezar la candidatura del Partido
Socialista a la Alcaldía de Mieres, llamó a tus puertas, casi diría que
colmando una exigencia de tu gran disposición e íntimamente una apetencia
lógica que habría de traer consecuencias positivas para este pueblo, como tu
participación en el remate del campus universitario, máxima aspiración en los
años decadentes de la crisis y más conquistas que las crónicas de LA NUEVA
ESPAÑA ya se encargaron de reseñar.
Por la izquierda, Antonio Masip, Manuel Ponga, Misael F. Porrón e Ignacio Arango, en la obra de los túneles del Padrún |
Atrás quedaba una etapa corta en el tiempo pero densa en participación
y en experiencias que nunca habíamos pensado vivir de aquella manera. Tu
huella, imborrable, con el carácter fuerte y enérgico que le supiste imprimir
al cargo de "Juez", marcó una línea de continuidad que aún de la mano
de otros máximos responsables del cotarro, Ricardo Gancedo, Justo Braga,
Braulio Antuña, junto a otros actores, siguió marcando la tónica de un
espectáculo que aún pudo llegar lejos, pero que hoy, en las despedidas, ha
cerrado a cal y canto la puerta, puede que a la espera de mejores tiempos que
no lo serán así porque ha de faltarnos - si seguimos en el ámbito terrenal- la
sabia y el empuje de quiénes escribisteis la página más brillante, al margen de
acontecimientos políticos y otros sociales, de los últimos tiempos. Pese a todo lo expuesto, tu caminar político por la senda de esta
tierra continuó y, pese a cualquier eventualidad, también nuestra amistad. Con
ella en el recuerdo permanente, cierro este capítulo que, según las
estimaciones personales, faltaba en el álbum de la memoria. Que en el más allá
hayas encontrado la paz de las eternas praderas.
Por la izquierda, Misael Fernández Porrón y Rogelio Pando Valle |
FUENTE: AMADEO GANCEDO
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