La fundó su padre1 en el año 1921. “Cuando volvió de Cuba, supuestamente enfermo y ya para morirse. Luego moriría a los 95 años; y aún seguía viniendo a la librería”. Su madre era Maestra. Concha estudió como ella Magisterio y luego además Filología. Sería ya cuando acaba sus estudios cuando comienza a trabajar con su padre, “era la mayor y tenía que ayudar; bien es cierto que lo hacía encantada; me gustaban mucho los libros, casi tanto como ahora”. Su despacho está en la cuarta planta, la más alta; atestado de libros, de recuerdos de todo tipo atesorados a lo largo de toda una vida dedicada a lo que más feliz le hace, asegura, con una amplia sonrisa: “esta librería”. “Es el sitio donde trabajo, me tenéis que perdonar el desorden”, se excusa mientras recoge unos libros y los coloca sobre otro montón para que podamos sentarnos. Con la misma ilusión que el primer día —no es que la conociéramos entonces, entendámonos; es sólo que se nos antoja imposible ponerle aún más entusiasmo a la cosa—, va desgranando lo que supone para ella su profesión: “Somos libreros libreros.
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Concha Quirós en su despacho. JotDow |
Mi padre ―señala la pared donde está su retrato, ufana— lo era de una manera innata, lo fue en la época de posguerra, una época de muchos libros censurados, libros de trastienda, controlados por él”. Fue entonces cuando la librería comenzó a perfilarse como un lugar de encuentro, durante aquellas reuniones ya fuera de horario, a puerta cerrada. “Había hasta un policía secreta, me acuerdo. Venían a por libros, eran reuniones improvisadas en torno a ellos, y como no siempre había para todos ―eran ejemplares raros de encontrar por aquel entonces, títulos prohibidos― tenían que turnarse, unas veces le tocaba a uno quedarse sin él, otras le tocaba a otro.” Tiene una anécdota que nos va a servir para seguir ilustrando lo que es para esta Quirós ser librero, el espíritu que envuelve todo lo que maquina Concha; nos la cuenta: “Dolores Medio ganó el premio Nadal en el 52. Era también una maestra asturiana; lo ganó con la novela Nosotros los Rivero; una persona, digamos, no adicta al régimen. No es que fuera comunista ni nada; no era afín, eso es todo
. Cuando
salió el premio Nadal mi padre se fue a Barcelona, en el tren de entonces,
imagínate, un tren de aquellos de antaño con tablones de madera, día y medio o
dos días tardaba en llegar a destino. Fue a esperar que saliera el libro.
Cuando sale por fin de imprenta se compra 500 ejemplares, que entonces eran
mucho más que ahora, y se los trae hasta aquí como equipaje. Se adelantó lo
menos 15 días a los demás, algunos medio enfadados… y mi padre «Ah, no, no, fue
en buena lid, cada uno se gasta el dinero como quiere».
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Conchita Quirós recibiendo la medalla de plata del Principado en 2007. LNE |
Era un hombre muy
decidido.”
Es lo cierto y verdad que podría haberse retirado
hace 20 años, teniendo como tiene desde entonces el relevo de la tercera
generación, su sobrino Alfredo Quirós. “Pero es que a mí de aquí no
me echan ni con agua caliente ―se ríe; disfruta hablando de su pasión, nos la
contagia―; este mundo, los libros, todo esto es apasionante, no me cansaré
nunca”. El local donde ahora está Cervantes tiene 25 años,
la librería va para 100. “Llevo yo más de 50 al pie del cañón, y no me resigno.
La semana pasada salí a hacer unas fotos del escaparate, todavía con bastón”―se
había roto hacía nada un pierna, andaba esos días recuperándose del todo― “y
pasó justo cuando estaba haciéndolas un chico por la calle, la cabeza rapada,
muy moderno: «Joder con la señora, en una mano el bastón y en la otra el
iphone». Y no es que presuma, en absoluto, es que refleja esto que te
digo: es verdad que soy una señora de bastón, tengo una edad, etc, pero no voy
a dejarme arrumbar, quiero continuar, seguir haciendo lo que me gusta.” (…). |
Concha Quirós en su libreria. LNE |
(…) En la librería trabajan en total 24 personas,
contando con la librería infantil, muy cerca una de la otra. Concha tiene
claro, lo repite muchas veces, entonces, que lo importante en estos tiempos “es
tener imaginación”. Sabe que
tiene que tratarse también de no tener
que prescindir de nadie, “hay personas que llevan toda la vida trabajando con
nosotros, que forman parte de esta librería como la puedo formar yo
. Se
ha jubilado ahora con 65 años un trabajador que llevaba más de 50 años con
nosotros. Y así casi todos. Gente que trabaja como leones, además, muy
comprometidos”. Les es tan fiel como ellos le han sido durante tanto tiempo. Es
difícil no dejarse conmover por esta lealtad en unos tiempos en los que lo que
se facilita, las medidas que se suelen proponer para ayudar a empresas de este
tipo desde las instituciones, giran en torno al cómo despedir más barato. La
importancia que Concha le da, de corazón, de verdad, al equipo humano que
durante todo este tiempo ha estado a su lado, la consideración que le merecen
estos auténticos pilares sobre los que se ha cimentado un proyecto no sólo de
negocio, es digna de admiración y respeto. (…).
|
Ilustración: Diego Cuevas. JotDow |
FUENTE: RAQUEL BLANCO. Publicado por JotDOw. Cultural Magazine. Ver enlace.
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Biografía de D. Alfredo Quirós
Fernández
La vida de D. Alfredo Quirós Fernández va íntimamente ligada a la librería que estableció; la Librería Cervantes, que
forma ya parte de la historia de la ciudad de Oviedo y casi con toda seguridad
de la de Asturias, y que fundó en 1.921. D. Alfredo Quirós Fernández nace el 20 de Julio de 1901, en el pequeño
pueblo de Pillarno, del Concejo de Castrillón (Avilés), donde comienza sus
estudios en la pequeña escuela pública local, que más tarde continuaría con los
Padres Salesianos en la cercana ciudad de Avilés y donde seguiría hasta los
catorce años de edad. En 1916, cuanto tan solo contaba con dieciséis años, emigró a Cuba y se
instaló en el pueblo de San Antonio de los Baños, lugar en el que se puso a
trabajar de aprendiz en los almacenes de tejido "El Encanto". Es
entonces donde empieza a conocer las técnicas comerciales más modernas de la
época y puede aplicar los conocimientos adquiridos durante sus cortos estudios
en Asturias. En 1920 vuelve a Asturias y se instala en Oviedo en una pensión, ciudad que
ofrecía mayores perspectivas de prosperidad en la época. Ahí se emplea en
varios trabajos y en marzo de 1921 consigue reunir algún dinero y abrir una
librería-papelería. Con poco capital, pero con muchas ganas, encuentra un lugar
barato, en las afueras de la ciudad y lejos de la entonces “zona comercial” de
Oviedo (calles Cimadevilla, Rua etc.). Una zona donde todavía existían
almacenes de madera y zonas sin construir, pero próxima a la recién inaugurada
Iglesia de San Juan el Real (hacia 1910), llamada humorísticamente la “Catedral
del Ensanche”, y de camino a la estación de trenes. Durante los primeros años trabaja arduamente en la librería contando
únicamente con libros de tipo escolar: libros para el alumno y el profesor
(llegándose a conocerse con el sobrenombre de “La Casa de los Maestros”).
También incluye en su oferta papelería variada (plumas, tinteros, hojas, etc.)
y adquiere una imprenta de segunda mano. Esto le ayudaba a compaginar su labor
librera con la de conseguir algunos ingresos extra imprimiendo folletos y
demás. Poco a poco y con mucho trabajo y esfuerzo la librería se fue ampliando y
convirtiéndose en una librería general. Era aquella la época en que se leía a
Pío Baroja, Azorin, Palacio Valdés, Blasco Ibáñez, Pérez de Ayala… y la venta
se realizaba prácticamente a través de la recomendación “boca a boca”, los
libros que leía y le gustaban pasaban a ser recomendados. Durante sus primero años mantuvo un estrecho contacto con todos sus
clientes, muchos de ellos maestros y una de las cuales, Aurelia Suárez, le
conquistó el corazón. Se casa con ella en agosto de 1934, en su pueblo natal de
Pillarno, que casualmente también era el de Aurelia pero en el que no
coincidieron por la diferencia de edad y su temprano viaje a cuba. Se aprovecharon de la condición de maestra de Aurelia para conseguir una
casa de maestros en la zona de La Cadellada, donde vivieron hasta que estalla
la guerra civil y se les obligan a salir de la casa por un par de días (y
dormir en la librería consecuentemente) por los cercanos combates. Al volver a
casa se la encuentran completamente destruida y deben regresar a vivir durante
un tiempo en la trastienda de la librería antes de conseguir un nuevo hogar. En mayo de 1936, en plena guerra civil, nace Concepción, primera de los
cuatro hijos de la pareja y quien con el tiempo sería la que continuara con la
labor librera hasta a fecha, en colaboración con su sobrino Alfredo, tercera
generación en el oficio. |
La librería Cervantes actual, está ubicada en la calle Doctor Casal, número 9, en pleno centro de Oviedo. Saber más |
En pleno bombardeo de Oviedo la librería se ve afectada por la descarga de
un obús que entra por el escaparate, afortunadamente sucede mientras la
librería está cerrada y únicamente se reportan daños materiales. D. Alfredo
debe reponerse de la pérdida comercial que ello le supone y reconstruir el
local, lo cual hace con gran entusiasmo y una fe inquebrantable. Por esa época empieza su preocupación por estar al día de todas las
novedades editoriales que van surgiendo cada vez con mayor rapidez, esto le
lleva incluso a ir a buscar en alguna ocasión los libros a Barcelona
directamente, teniendo que esperar en la ciudad un par de días mientras se
terminaba de editar el libro. A finales de los años 30 es cuando se puede permitir contrata personal
extra que le ayude en los trabajos de la librería, que poco a poco continuaba
su crecimiento. Entre dichos empleados estuvieron personajes tan insignes como
el escritor español residente en México Paco Ignacio Taibo; al tiempo trabajaba
también D. Manuel Lombardero (Director del Círculo de Lectores), quien
compartía amistad y afición por el libro con el por entonces joven poeta, Angel
González (Premio Nacional de Literatura). D. Alfredo Quirós fue siempre en un hombre preocupado por la cultura,
liberal en el amplio sentido de la palabra y totalmente respetuoso con el ser
humano, sin importarle raza, religión o ideología política. Esto le acarreó no
pocos problemas durante la guerra civil ya que se extendía el clásico “sino
estás conmigo estás contra mi” lo que le conllevó varias multas y condenas. No
obstante su espíritu liberal y su amor a la literatura no hicieron más que
aumentar. Mientas transcurría el tiempo la librería se fue convirtiendo poco a poco
en el centro de reunión de algunas personas que luego se han convertido en
reconocidas figuras públicas. |
Emilio Alarcos Llorach. Filólogo,
lingüista y crítico literario, Emilio Alarcos Llorach se doctoró en Filología
Románica, en 1947, con una tesis sobre El libro de Alexandre en la Universidad
Central. Alternó «períodos de docencia como catedrático de instituto (Avilés,
Cabra, Logroño)», señala su discípulo y académico Salvador Gutiérrez en el
Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia, «con
estancias en las universidades suizas de Berna y de Basilea. (…) Seguir leyendo. |
Se creó una especie de "rebotica" a la
que acudían desde sacerdotes a filósofos, desde viejos a estudiantes, y por si
fuera poco incluso militantes de ambas facciones en pugna durante la guerra
civil española. Por enumerar algunos de los más destacados: D. Emilio Alarcos (filólogo),
Jesús Villa Pastur (crítico de arte), Gustavo Bueno (filósofo), Pedro Caravia,
José Luis Mediavilla (psiquiatra), José Luis Meana (catedrático), Julio Ochoa,
Tomás Estévez, Benedicto Nieto (Director General de Cultura). Como muchas librerías de la época D. Alfredo tenía su propio “infiernillo”
que era una estancia oculta detrás de una estantería de libros donde se podía
leer algunos de los libros y autores prohibidos como: Luis de Góngora, García
Lorca, Neruda, Alberti, etc. De la cual disfrutaban todos estos contertulios y
algún que otro adscrito al régimen imperante sin que se crease ningún problema
de gravedad. |
La librería Cervantes de Oviedo sigue editando sus marcapáginas. |
Aparte de poder contar con tan distinguida “rebotica” la librería también
tuvo la suerte de recibir a otras grandes personalidades en el transcurso de
los años: Severo Ochoa, Grande Covián, Mario Bunge, José Luís Pinillos, Caro
Baroja, etc. pasaron por ella y la honraron con su visita. Durante los años del régimen una de las áreas de crecimiento de la librería
fueron los libros religiosos, eso condujo a un ampliar la sección religiosa
dentro de la librería que se vio premiada hacia 1944, y con ocasión de las
primeras oposiciones de sacerdote, con el Primer Premio “Diploma de Honor” de
España, por su extenso surtido de libro religioso. En su ajetreada vida, D. Alfredo tampoco descuidó sus relaciones con otros
libreros de la zona, siendo incluso uno de los impulsores del Gremio de
Libreros de Oviedo, el cual presidió durante muchos años. Lo que no hace más
que constatar el duro trabajo de constancia a través de toda su vida en favor
del Libro y la Cultura, a pesar de muchos inconvenientes (incluida la guerra
civil y el asedio a la Ciudad de Oviedo) y su natural propensión a estar ahí
donde fue necesitado, sin un deseo de protagonismo evidente, sino como un
librero incondicional y un amigo sincero. Así mismo, fue varias veces mecenas
de estudiantes sin recursos, que hoy confiesan deber su carrera al altruismo de
Don Alfredo.
|
Concha Quirós, dueña de una de las librerías con más solera del norte de España: La librería Cervantes en Oviedo. Saber más. |
Entre los reconocimientos a su labor se cuenta de Librero de Honor del I
Congreso de Libreros, por la labor de una vida; premiado por sus compañeros
libreros de Oviedo con el Libró de Oro, también por la labor de una vida. Y
finalmente en 1990 fue nombrado Librero de Honor en el Congreso de Castellón de
la Plana. Paralelamente la librería continuó su crecimiento y en 1978 D. Alfredo
Quirós (con 78 años de edad y 58 de librero) decide traspasar la titularidad
del establecimiento a su hija Concepción Quirós, que ya había trabajado a su
lado desde 1957. Este traspaso fue debido en parte a la detección de un cáncer de colón que
lo envió al quirófano y del que estuvo muy cerca de la muerte. En ese momento
reflexiona sobre su futuro y su pasado y decide que sea su hija la que tome las
riendas del negocio familiar, aunque el nunca dejase de pasar por la librería y
de dejar patentes sus ideas e impresiones. No fue un mero traspaso de poderes ya que desde muy pequeña Concepción
Quirós había crecido entre libros. Su condición de maestra, sus estudios en el
exterior, su inagotable trabajo y su incansable búsqueda de nuevos horizontes
le dieron a la librería una perspectiva más global, un renovado dinamismo y un
empuje sin par. Esto no sucedió de pronto, sino que fue creciendo a través de
los muchos años de trabajo conjunto con su padre del que aprendió el oficio
librero y la mentalidad liberal que le caracterizó. En 1980, conscientes del papel cultural que desarrolla una librería, se
deciden a patrocinar el Premio “Tigre Juan” (actualmente en manos del
Ayuntamiento de Oviedo). El ganador en aquella ocasión fue Ignacio Bellido con
el título “Jardin de Orates”.
|
Premio Tigre Juan. En el año
1.986, la Fundación Municipal de Cultura tutela este premio ampliando su
importe económico y dotándolo de una infraestructura organizativa, con el
objeto de conseguir una mayor proyección cultural para un premio que, hasta
entonces, había conseguido una importante identificación de Oviedo con la
creación literaria como fundamento de su imagen. Esto fue posible gracias a la
existencia de una tradición literaria que asumió la Fundación de Cultura ya que
el Premio "Tigre Juan" nace en el año 1977, de la mano de hombres
vinculados a la cultura ovetense como es el caso de Juan Benito Argüelles, José
Mª Martínez Cachero y Emilio Alarcos Llorach. (…). Ayto de Oviedo. |
A partir de entonces se abre una nueva dinámica
en la librería y se empiezan a realizar actos culturales como presentaciones de
libros, firmas de autores, etc. A partir de entonces D. Alfredo se dedica a lo que más le gusta, charlar
con los clientes y debatir con ellos los más variados temas mientras que su
hija se hace cargo de toda la dirección de la librería, aplicando todos sus
estudios y las más modernas técnicas comerciales. Esto les lleva a abrir nuevos
locales e ir ampliando todos los servicios y la oferta de libros de la
librería. En Abril de 1993, y con 92 años de edad, sufre una fractura de cadera que
lo deja inmovilizado durante mucho tiempo, con la única posibilidad de moverse
en una silla de ruedas. Esta situación lo hace envejecer de golpe pues le priva
de su gran pasión que era poder visitar diariamente la librería y de esa manera
perder el contacto con los libros y los pocos amigos de su edad que le
quedaban. Muere por causas naturales en junio de 1995 a los 94 años de edad, un año
antes de celebrar los 75 años de fundación de su librería: Es enterrado en su
pueblo natal de Pillarno junto a su familia y cerca del caserío que lo vio
nacer. Al año siguiente, en septiembre de 1996, cuando se cumple el 75 aniversario
de la librería que el fundó; se celebran varios actos en su honor, durante uno
de los cuales el gremio de editores le otorga a la librería el premio: "Librero del año",
en su edición 1996. Este premio reconoce los méritos personales de
una librería en las tareas de promoción y dignificación
del libro. Una claro reconocimiento a la labor que ha realizado la librería
y sobre todo su insigne fundador.
|
La librería Cervantes de Oviedo en la presentación de la primera edición del libro Las confesiones de un bibliófago, el 30 de junio de 1989. De izquierda a derecha: Jorge Ordaz, Felicidad Orquín y Francisco García Pérez. (Foto: J. Vallina, La Voz de Asturias) |
FUENTE: D. Alfredo Quirós Fernández. Libreria Cervantes. Enlace. ______________________________________________________________________________
AUTORES.
Por la autora. Raquel Blanco. (…).
dirijo Soidem, la distribuidora que ha ido surgiendo en torno al magazine en
papel Jot Down. Además, soy redactora [modesta], escribo un par de series para
esta misma publicación, en su versión digital, una sobre librerías y otra sobre
editoriales; también escribo a veces sobre lo que leo y hago las veces de
editora jefe de tanyible, un lugar en torno al libro con vocación de comunidad
que se sostiene con las ventas de los ebooks que nos dejan en exclusiva las
editoriales a las que les gusta el proyecto, editoriales que simpatizan con
nosotros, a las que les gusta lo que hacemos. Así es como veo el futuro de mi profesión:
Aquí hablo como responsable de una distribuidora atípica. Nuestro futuro, más
como negocio que como profesión (no sé si esto que yo hago existía antes, si es
‘una profesión’), pasa por ser capaz de hacer llegar a los puntos de venta
adecuados libros que pasan desapercibidos, conseguir que las librerías de toda
la vida apuesten por proyectos que, aun no teniendo la misma visibilidad que
otros con más trayectoria y posibles para invertir en publicidad o promoción,
tienen la misma e incluso más calidad que las publicaciones que sí tienen
reservado un lugar privilegiado desde hace años en las mesas de novedades. Saber más. Trama editorial.Historia de la Librería Cervantes de Oviedo. Esta es
la historia de la librería contada por D. Alfredo Quirós Fernández (1900-1995) de su propio puño y letra. Un documento histórico imprescindible para nosotros. Aquí comienza la aventura…
La librería Cervantes de Oviedo fue fundada por Alfredo Quirós después de dos años de haber regresado de Cuba, en 1919 poco más de 4 años. Cuando llegue a aquel país (17 años después de su independencia) la colonia gallega y asturiana era muy numerosa. Nos confundían llamándonos a ambos gallegos. Ambas entidades tenían en la Habana, en la parte más céntrica, un palacio hermoso cada una. El de Asturias lo había dirigido un arquitecto asturiano oriundo de mi pueblo Manuel Busto. Se parecía al de la Diputación de Asturias y el sanatorio de los asturianos llamado Quinta Covadonga creo, sinceramente que no había otro igual en toda América y quizá en todo el mundo; estaba emplazado en un barrio con una superficie mayor que el Campo de San Francisco, cerrado con verja y un edificio dedicado a la administración y 17 pabellones par las diferentes enfermedades; medicina general, aparato digestivo, oftalmología, orina, psiquiatría, fiebres (había mucho tifus) hidroterapia, tuberculosis, venéreas (en estas abundaban mucho los enfermos), etc. A mi me parecían francamente preciosos, algunos con columnas que me parecían edificios de arte griego y todos donados por asturianos que habían hecho fortuna en ingenios de azúcar, tabaco y a los grandes almacenes de tejidos que…. especialmente de tejidos que es a lo que más se dirigen los asturianos. Cuando llegue a Oviedo en mayo de 1921, unos 10 años después de que inaugurara la Catedral del Ensanche, así llamaban humorísticamente a la iglesia de San Juan del Real, había al lado y en frente, bastantes años después, dos almacenes de madera donde nunca se había edificado. En la calle Uría, al final y a la izquierda, había una casa de planta baja y a la derecha una recién construida, que por cierto en la guerra me tocó retirar entre los escombros un cadáver, consecuencias de la explosión de un polvorín que tenían los nacionales en el sótano material de guerra, fue un estruendo tan grande que retumbó hasta la librería. (...) ........ Seguir leyendo
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.
“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.
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NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada
imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que
se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se
ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo figurar o para borrarla si es su
deseo, porque es justo reconocer a los autores.
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