De toros y tocados. Cuando Carlos I llegó a Asturias
RECREACIÓN DEL DESEMBARCO DE CARLOS V EN TAZONES (Pintura de A. Romo) |
Ver artículo del blog: “Tazones
(Villaviciosa-Asturias), el 19 de septiembre de 1517” https://elblogdeacebedo.blogspot.com.es/2014/10/tazones-villaviciosa-asturias-el-19-de.html
Este
año se harán quinientos desde que Carlos de Habsburgo pisara por primera vez
tierra castellana
Carlos V sentado, por Tiziano (c. 1548). (Pinterest) |
Lo hizo en Asturias, en Tazones, concretamente, el
19 de septiembre de 1517. Una de las cosas que más sorprendió al séquito
flamenco que le acompañaba fueron los imposibles tocados con que las mujeres asturianas
recibieron al monarca.
Carlos
I arrugó su regia nariz habsburga en un rictus de desagrado cuando el Engelen
se aproximó a la costa de Asturias. Nunca antes, en sus diecisiete años de
vida, había pisado su reino, y ahora que varaba en él, lo que veía no le
gustaba. Un puerto de tercera, sobre el que ya comenzaba a anochecer y, para
rizar el rizo, con una cohorte de lugareños vestidos pobremente… y armados
hasta los dientes. Porque aquel sábado, 19 de septiembre de 1517, nadie
esperaba en Tazones al nuevo rey de España, cuya legitimidad, además, no gozaba
de la mejor de las saludes: Él, Carlos, que ni hablaba castellano ni se había
preocupado jamás en estudiarlo -dos años había tenido un tutor al efecto para
apenas si chapurrear un par de palabras-, ¿debía ser rey de unas tierras que
desconocía y despreciaba? ¿Debía serlo su madre, que languidecía en un encierro
forzoso en Tordesillas, etiquetada de pobre loca por sus contemporáneos? ¿Su
hermano Fernando, quizás, criado en los usos españoles de los que Carlos,
educado en Flandes, estaba muy alejado?