El declive industrial de MieresLa pérdida de la pujanza siderúrgica y minera del concejo y la falta de alternativas para el futuro |
Noticia en el periódico;
LA HOJA DEL LUNES del 1 de mayo de 1978, (por Luis José Ávila). Mientras
continúa el encierro en la mina, mineros de Minas «Figaredo», encaramados en el
gasógeno de Ensidesa en Mieres. Treinta y un mineros de Figaredo se encaramaron
ayer en el gasógeno de la factoría de Ensidesa en Mieres, en donde permanecieron
durante todo el día, como uno de los actos más de protesta por su situación,
solicitando la inmediata nacionalización de esta mina de 1.600 trabajadores y
su integración en Hunosa. Foto: (Colección Amadeo Gancedo). Extraída del Facebook: “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Díaz Marcos.
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La Nueva España Nuestro territorio está pasando por una profunda transformación social, económica, cultural y política que abarca la práctica totalidad de los problemas de un concejo de antigua industrialización. El Mieres de hoy en día presenta todas las características de un territorio industrial en declive. Lo que en su día fue origen de riqueza y prosperidad, es hoy sinónimo de desmantelamiento y cierre. La importancia de este concejo se debió, en gran parte, a la industria metalúrgica y minera, que floreció en los siglos XIX y XX, y que hoy se ha desvanecido. Con la desaparición de la Fábrica de Mieres en los años 70 y 80 del pasado siglo XX (en el año 1974 comienza el cierre de instalaciones, iniciándose por la acería Martin-Siemens; continúa en 1976 con la clausura del horno alto, al que seguiría la batería de cok y finalmente, en el año 1980, la última instalación, el tren de chapa), y la mayoría de las explotaciones mineras, así como de otras industrias menores que también tuvieron su importancia, como fue el caso, por citar alguna de ellas, de la empresa Talleres Aguínaco, fundada por la familia Aguínaco-Tourville hacia el año 1940, con fundiciones de hierro, acero y otros metales, que en sus mejores tiempos llegó a tener cerca de doscientos obreros.